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Cómo Nos Llegó El Nuevo Testamento?-Parte I

November 23, 2010

Esta pregunta es sumamente importante. Sin embargo creo que son muy pocos los creyentes que se han preguntado y que realmente han querido aprender la manera en la que nos ha llegado a nosotros la Biblia. A veces creo, y lo he comprobado por algunos de los comentarios que han surgido en las últimas entradas de este blog, que muchos creen que la Biblia que tenemos nos llegó fotocopiada. Es decir, me parece a veces que algunos creen que, de alguna manera, la iglesia primitiva tomó los escritos de los autores del Nuevo Testamento-o podríamos decir de la Biblia entera-y los llevaron a la fotocopiadora más cercana para copiar los textos con exactitud.

Fotocopiando manuscritos

Puede sonar gracioso, pero verdaderamente es lo que pienso. Y no quiero que sientan que es una burla. Jamás! Pero me parece preocupante que muy pocos se hagan este tipo de preguntas: Cómo nos llegó el Nuevo Testamento? Será que Dios ‘inspiró’-como argumentarían algunos-a los copistas del Nuevo Testamento de la misma manera que lo hizo con los autores del Nuevo Testamento para que escribieran Sus exactas palabras, sólo que en ellos esa inspiración era para copiar perfectamente los escritos originales y las copias subsecuentes? O será que en Su providencia, Dios ha dirigido la preservación de Su palabra a pesar de los errores que hombres falibles pudieran cometer durante el copiado de los escritos originales y las copias futuras? En esta nueva serie sobre crítica textual y desarrollo del Nuevo Testamento, mi argumento será a favor de la segunda proposición. Y es mi deseo que con humildad todos podamos ser edificados y Dios nos dé un deseo ardiente por aprender más acerca de un tema tan importante e interesante como este.

Antes de iniciar deseo que quede clara mi posición con respecto a la Biblia. Yo creo que la Biblia es enteramente la palabra de Dios. Los autores originales fueron inspirados por el Espíritu Santo para escribir las palabras exactas que salieron de la boca de Dios. Sin embargo debo enfatizar que fueron los autógrafos (escritos originales) los que fueron inspirados, no las copias. Por ejemplo, los judíos sabían que el Antiguo Testamento fue inspirado por Dios, pero ninguno creía que la Septuaginta fue hecha de la misma manera en que se escribió el Antiguo Testamento. Es decir, ningún judío creía que la versión griega del AT haya sido inspirada por Dios, sino que la veían como una traducción de los escritos que habían sido inspirados. Y para los que quieran argumentar algo en este punto, les digo: sí hay una diferencia! Y sin embargo, fue la Septuaginta la versión utilizada por Jesús para enseñar.

No quiero que se me ataque argumentando un supuesto apoyo a los liberales, a los cuales estoy totalmente opuesto. Yo creo y defiendo la autoridad, inspiración e infalibilidad de la Biblia (como lo he expuesto aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, y aquí). Pero lo que voy a enfatizar a lo largo de esta serie es que la Crítica Textual no es el enemigo del Cristianismo, sino que es, por causa de toda la evidencia descubierta hasta el momento, uno de sus mayores aliados.

Definición

Qué es la Crítica Textual? Bueno, se trata del estudio de las copias de cualquier obra escrita de la cual los autógrafos (los originales) sean desconocidos, con el propósito de averiguar cual era el texto original. Entonces por definición, no se limita al estudio del Nuevo Testamento, sino de cualquier obra literaria de la antigüedad de la cual fueron hechas copias antes de la invención de la imprenta.

Sin embargo debemos hacer la distinción entre esta ciencia, también llamada Baja Crítica, y la Alta Crítica. La primera intenta determinar cual era la redacción original, mientras que la segunda intenta tomar el texto original y determinar cualquier fuente en el que ese texto haya podido basarse. Y es ahí donde viven y donde se nutren los liberales, de la alta crítica.

Ahora, es importante reconocer que desde hace poco más de quinientos años la humanidad ha tenido un gran avance, predominantemente a nivel literario. Me estoy refiriendo a la invención de la imprenta. Esta tecnología nos ha ayudado a determinar con muchísima precisión el texto original de un libro. En nuestros días podemos decir con toda certeza que las palabras escritas en un libro impreso corresponden con toda exactitud a las palabras escritas por el autor original, sabiendo aún así que pueden haber errores ortográficos en estas copias). También podemos estar cien por ciento seguros que cada copia de la misma edición de un libro será idéntica.

Pero, qué ocurría antes de la imprenta? Bueno, en los tiempos en los que la humanidad no contaba con esa útil herramienta (por casi 1500 años) cada copia de un documento debía ser copiado individual y manualmente. Es obvio que si la obra iteraria era lo suficientemente extensa, no iban a existir dos copias exactamente iguales, ni siquiera idénticas al texto original. Y de esto hablaremos en otra entrada cuando tratemos el tema de las variantes textuales.

También debo aclarar que la crítica textual, como lo establece su definición, no es necesaria si el texto original es conocido o ha sido preservado. Sin embargo, los originales de casi toda la literatura antigua han desaparecido, incluyendo los del Nuevo Testamento. Es por ello que la crítica textual es tan necesaria. Es decir, si el copiar un documento conlleva a la introducción de variantes textuales (variaciones y errores en el texto), entonces es claro que las copias de esa copia tendrán los errores de la copia madre más algunos otros propios de esa copia. Esto nos sirve, no sólo para determinar familias o tradiciones textuales (familias de copias de cierto lugar), sino también, en algunos casos, para poder determinar que tan apartado está una copia del original o de la copia madre.

Es importante decir que la probabilidad de que un texto original ha sido preservado depende de tener un intervalo de tiempo entre la copia y el original muy corto, ya que esto supone que hayan transcurrido menos copias del original y por lo tanto menos variantes podrían haber sido introducidas a la copia. Además, entre más manuscritos (copias) existan mayor es la posibilidad de que el texto original haya sido preservado entre esas copias. Y esto es lo que sucede con las miles de copias que han sido descubiertas del Nuevo Testamento.

Importancia del Nuevo Testamento

A pesar de que escribí que la crítica textual como ciencia se puede aplicar a cualquier obra literaria cuyos autógrafos hayan desaparecido, la rama más importante de esta ciencia es la que le pertenece al Nuevo Testamento. Porqué? Primero, porque es la obra literaria más importante de la antigüedad. Segundo, porque el número de manuscritos disponibles es muchísimo mayor que el de cualquier otra obra. Tercero, los manuscritos más tempranos del Nuevo Testamento fueron escritos más cercanamente a los originales que cualquier otra literatura.

Pueden notar en el siguiente cuadro (que corresponde a esta entrada) los datos de las copias de algunas obras de la antigüedad. Noten especialmente el número de copias de cada una de ellas y compárenlas con el Nuevo Testamento. Se darán cuenta que la obra de la antigüedad con más copias es la Iliada de Homero con 643 copias, pero el Nuevo Testamento tienen 5700 copias en griego, a las cuales debemos agregar las 8000 copias en latín y casi 1000 en otras lenguas.

Obras de la Antigüedad

Además, deben notar que el tiempo entre el original y las copias es en la mayoría de los casos más de 700 años, mientras que los originales del Nuevo Testamento y la copia más reciente es menor a cien años. Si los escépticos realmente creen que la Iliada de Homero que tenemos en nuestras bibliotecas es exactamente lo que escribió el autor, entonces deberían confiar aún más en el Nuevo Testamento. Porqué? Noten la columna que se refiere a la precisión de las copias. Las copias del Nuevo Testamento son prácticamente idénticas a los originales, con una precisión que llega al 99.5%, y el 0,5% restante corresponden a variantes totalmente insignificantes, como veremos en las siguientes entradas de esta serie.

Espero que hayan podido comprender la importancia de la crítica textual en el análisis del Antigüo y del Nuevo Testamento. Y sólo para recalcar: la crítica textual es necesaria debido a que los escritos originales de los profetas y apóstoles desaparecieron y lo único que nos quedan son copias de esos documentos hechas por copistas, hombres fieles y temerosos de Dios, pero falibles. La Crítica textual busca, entonces, determinar el texto original como fue escrito por los hombres que le dio Dios a la iglesia para la tarea de revelar Su Santa Palabra, por medio del exámen minucioso de las copias descubiertas hasta ahora.

En la próxima entrada estaremos tocando el tema de la paleografía.

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7 Comments leave one →
  1. Jonathan permalink
    November 23, 2010 3:09 pm

    Gracias! Como siempre muy claro. Solo agregaría que tanbién existen las citas de los Padres de la Iglesia con las cuales se pudiera reconstruir casi en su totalidad el N.T.

    • November 23, 2010 6:01 pm

      Jonathan,

      Gracias por tu comentario. Lo de los manuscritos y las citas de los padres será tocado en la tercera parte de esta serie. Pero, tienes toda la razón.

  2. Jonathan permalink
    November 23, 2010 7:19 pm

    Mmm, ya tienes todo calculado!! Estaré pendiente.

  3. November 23, 2010 11:32 pm

    Eduardo,

    Basado en que has concluido que “fue la Septuaginta la versión utilizada por Jesús para enseñar.”?

    Repito mi comentario anterior. Si no tenemos los originales no hay en que basarse para alegar 99.5% de precision.

    • November 24, 2010 12:17 am

      Ricardo,

      En que era la versión del AT que era utilizada en el primer siglo y por que las citas dadas por Jesús son idénticas a la versión griega del AT y no de la versión hebrea. Lee la serie que estoy escribiendo y te daré las pruebas tan claras de que la gran cantidad de manuscritos encontrados nos proveen la certeza de la precisión del NT.

  4. November 24, 2010 1:48 am

    Hermano Eduardo,

    No. La Septuaginta era la versión del AT utilizada en el primer siglo AFUERA de Israel, y especialmente AFUERA de las sinagogas. No es que yo sea muy erudito, pero, según todo lo que yo he estudiado, es poco probable que los rollos de los que leyó Jesús en las sinagogas en Galilea o en Jerusalén fueran en Griego. Precisamente la importancia de los hallazgos en Qumram es que la mayoría está en Hebreo.

    El hecho de que los manuscritos más antiguos que tenemos del Nuevo Testamento están escrito en Griego tiene que ver más con el hecho de la diáspora, de adonde se escribieron esos libros y quienes fueron sus autores. Si el NT fue escrito en Griego es lógico que las citas del AT fueran de la Septuaginta.

    Seguiré leyendo todo lo que escribís. Siempre aprendo algo.

    • David permalink
      November 26, 2010 8:49 pm

      Con respecto a cual fue la versión utilizada por Jesús y los primeros cristianos en el primer siglo:

      Los lectores cristianos a menudo quedan perplejos cuando leen una cita en el NT y después al buscar el texto en el AT, descubren que es algo diferente.

      Esta diferencia frecuentemente se debe al hecho de que el AT fue traducido de la versión estándar de la Biblia hebrea (texto masorético), mientras que el NT está citando el mismo pasaje como aparece en la antigua traducción griega del AT conocida como la Septuaginta.

      Tanto los judíos helenísticos como la iglesia primitiva usaron la Septuaginta. (Biblia Arqueológica)

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