Entonces, quién es tu pastor?
Esta es una pregunta sumamente importante en nuestros días. Y el pastor Jim Savastio da su respuesta.
La pregunta de la identidad de su pastor podría parecer extraña. Usted dice, es el hombre a quien escucho predicar cada Día del Señor. Su nombre está en el sitio web de la iglesia o en su membrete. Esa es una pregunta muy fácil! Pero, realmente lo es?
Por cientos de años el Cristiano promedio podía fácilmente identificar aquella persona encargada por Cristo para pastorear y supervisar sus almas. En los 1600’s muchos Cristianos sin embargo podían leer sermones de una multitud de los pastores de otros que eran impresos. Además podían leer los escritos de teólogos bien respetados cuyos escritos empezaban a ser impresos. En los 1900’s los escritos fueron suplementados con la radio y eventualmente la televisión y grabaciones en cassette. En el siglo 21 uno sería capaz de añadir a su dieta espiritual, la enseñanza y predicación de cientos de miles de otros pastores y teólogos y conferencistas por medio de internet y MP3’s. Me imagino que hay muchos de nosotros con cientos de sermones de muchos diferentes predicadores en nuestros iPods o aparatos similares.
Hace algunos años me di cuenta que habían algunas personas en nuestra iglesia que estaban escuchando sermones de otro pastor en otra ciudad todos los días. No hay nada malo en ello, pero pronto me di cuenta que era éste hombre y no nuestro propio liderazgo quienes estaban realmente guiando y pastoreando a esta familia. Simplemente por las horas pasadas bajo este hombre y otros ministerios su perspectiva y teologías estaban siendo moldeadas a tal grado que eventualmente se mudaron para estar bajo el ministerio de este hombre. También empecé a notar esto con numerosos estudiantes de seminario que visitaban nuestra congregación. Para ellos, sus profesores eran la fuente principal de alimento espiritual-los estudiantes eran el ministerio del profesor por horas de horas cada semana y yo yo estaba con ellos únicamente en el Día del Señor. Yo me di cuenta que ellos estaban más atraídos, más receptivos, y tenían más confianza n profesores de seminario que en sus propios ancianos.
Ahora, quiero dejar claro que el problema que veo no es personal. Estoy feliz que el pueblo de Dios pueda leer ampliamente y tener sus almas bien alimentadas por una multitud de hombres fieles. Pero si veo un problema en todo esto. El escritor a los Hebreos escribió en Hebreos 13:7, “Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.”
Hay numerosos puntos que pueden ser hechos aquí. El primero es con respecto a la palabra traducida como, “acordaos.” La palabra quiere decir mucho más que simplemente escucharlos y seguir sus instrucciones. El sentido primario es el de confianza y persuasión. Habla de uno que tiene su confianza y su corazón. Puede ser traducida como, “sea inducido a creer.” Noten que este texto tiene referencia a un grupo específico de hombres-aquellos a cargo con la supervisión de sus almas. A pesar de que yo pueda ganar mucha ayuda de numerosos autores y predicadores contemporáneos y muertos, ninguno de estos hombres dará cuentas por su alma. Esa es la tarea de mis cuatro ancianos. Cuando Pablo le escribió a la iglesia en Tesalónica, él les dijo, “12 Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; 13 y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros” (1 Tesalonisenses 5: 12-13).
Mi pregunta es, tienen estos hombres esta estima especial y este lugar especial en sus afectos. Sus ancianos son seguramente hombres muy ordinarios (a menos que usted sea miembro de una iglesia como Bethlehem Baptist o Grace Community), cuyos sermones no viajan muy lejos fuera de su iglesia. Sus palabras no son escuchadas por miles, pero ellos tienen un rol único en su vida y una responsabilidad única por su alma. Ellos no podrán poseer los dones de otros, pero ellos, y sólo ellos son sus verdaderos pastores. A pesar de lo que usted ame y estime a otros hombres, permítale a sus ancianos tener un lugar especial y dado por Dios en su corazón.”
Es una buena reflexion y una gran realidad hno Eduardo. Por un lado, lo edificante que es escuchar tambien a otros expositores de la Palabra de Dios y por el otro la poca influencia del pastor sobre su congregación. Que Dios nos guarde a ser sabios en este asunto. Bendiciones
El pastor Savastio tiene mucha razón ,es verdad que desde que comenzê a escuchar por internet predicaciones de otros pastores, mi vida espiritual dio un vuelco.
Me interesê en leer la BIblia mas que nunca, a querer tener mâs comunión con Dios por medio de la oración y a aprender mucho de Èl .
Creo que en estos tres años que vengo escuchando y leyendo estas predicaciones he aprendido mucho y estoy muy agradecida del Señor por darme esta oportunidad, pero siento como dice el pastor Savastio que mi pastor y ancianos han perdido ese lugar especial en mi corazón y no se como evitarlo porque creo que antes mi vida espiritual estaba un poco estancada y ahora lo mâs que me interesa en la vida es conocer mâs al Señor y que todo lo que haga sea para su gloria.
¿Por què mi comentario fue borrado?
Carmen,
Tu comentario no fue borrado. Debe ser moderado primero.
Muy buena reflexion. Yo comente sobre esto tambien algun tiempo atras, de como aquellos que atendemos conferencias, compartimos lo aprendido ahi con nuestros pastores.
No debemos de poner abajo a los que semana por semana hacen todo lo posible para que crescamos espiritualmente, y que estan ahi con nosotros cuando tenemos dificultades.
http://luisjovel.com/2013/08/23/apoyemos-a-nuestros-pastores-locales-galatas-66/
Muy buen artículo. A los que dicen que graban, estudian y escuchan varias veces las predicaciones de otros pastores (lo cual no esta mal,aclaro de antemano), que no son de su iglesia, y que les han sido de bendición más que las de sus propios pastores, yo les recomiendo que graben, estudien y escuchen varias veces las predicaciones de sus propios pastores y lo hagan toda la semana; además mis queridos hermanos, a quienes acudimos cuando tenemos o necesitamos de ayuda espiritual o de tan siquiera un consejo? a los de internet? no es a esos mismos pastores y ancianos que “han perdido ese lugar especial en mi corazón ” como injustamente dice la hermana que escribió esto. Debemos sincerar nuestros corazones y a aprender a amar ,apoyar y orar por aquellos que:”velan por vuestras almas ” es decir por nuestros pastores y ancianos. Toda la gloria sea para el Rey soberano, Jehová Dios de los ejercitos !!!!