Cristo en el Nuevo Testamento
Como dije en la entrada anterior una de las cosas más importantes para nosotros como creyentes es reconocer a Cristo y Su obra en las Escrituras. Esto es lo que diferencia al Cristianismo del legalismo.
Lastimosamente muchos pastores y cristianos buscan y creen más relevante buscar y enseñar aquellas aplicaciones prácticas que se encuentran en la Biblia para sus congregaciones. Pero, si uno no predica “a Cristo y a éste crucificado”, como creyó Pablo era predicar bíblicamente, entonces cualquier aplicación de la doctrina es irrelevante y podríamos decir peligroso.
Ser antropocéntricos, es decir, centrados en el hombre en nuestro estudio bíblico lleva a la condenación de las almas; por eso es tan peligroso! El cristiano, por el contrario, es Cristocéntrico en su lectura y estudio de las Escrituras. Sinclair Ferguson en su libro, “Preaching Christ from the Old Testament,” dijo lo siguiente,
No sólo la mayoría de ministros no predican a Cristo en el Antiguo Testamento, ellos no predican a Cristo del Nuevo Testamento. El predicador ha mirado al texto del Nuevo Testamento para buscarse a sí mismo y a su congregación, no para encontrar a Cristo. Uno puede hacer esto aún en el Nuevo Testamento, en los Evangelios. El sermón, por lo tanto, es consecuentemente sobre la gente en los Evangelios y no del Cristo en el Evangelio. El asunto más fundamental es la siguiente pregunta: De qué trata realmente la Biblia? Será que la Biblia trata de mí y lo que yo debo hacer o se trata de Jesús y lo que Él ha hecho?”
Un ejemplo de este error lo vemos en la enseñanza de la parábola del Buen Samaritano de muchas iglesias. Muchos transforman esta parábola, cuyo fin era el evangelismo de un legalista del primer siglo por parte del Señor Jesús, en una enseñanza legalista, es decir, se trata de lo que yo debo hacer y no de lo que Dios ha hecho en Cristo por Su pueblo para Su gloria.
Cuál es, entonces, la enseñanza del Buen Samaritano? En el 2011 terminé el estudio de las parábolas del Señor que me tomó casi dos años y el siguiente video corresponde a la enseñanza principal de esa parábola. Si lo desean pueden ver el sermón completo aquí.
Si tienen 4:31 minutos libres en su día los invito a ver este video.
Muy bueno, Eduardo. Es increíble como uno puede perder el deleite de encontrar al Señor Jesús aún en sus propias palabras.
Debo admitir que yo también he caído en el grosero error de leer la Biblia y no buscar a Dios en ella, sino que la leía buscando los estándares de comportamiento, generando así la fachada de un cristiano, pero no su corazón. La Gracia de Dios también se ve en esto, que mientras muchos fueron condenados en esto (Juan 5:39), en su misericordia Dios nos ha rescatado a muchos otros de este mismo error…
Gracias, Eduardo, todo lo que leo por aquí es en verdad desafiante.
Dios te bendiga y te prospere en la predicación de su Palabra.
Un abrazo grande.
Joel
Desde Argentina!!
Joel,
Mi estimado hermano. Gracias por leer el blog. Todo sea para la gloria de Dios.
Muy bueno, Eduardo. Es increíble como uno puede perder el deleite de encontrar al Señor Jesús aún en sus propias palabras.
Debo admitir que yo también he caído en el grosero error de leer la Biblia y no buscar a Dios en ella, sino que la leía buscando los estándares de comportamiento, generando así la fachada de un cristiano, pero no su corazón. La Gracia de Dios también se ve en esto, que mientras muchos fueron condenados en esto (Juan 5:39), en su misericordia Dios nos ha rescatado a muchos otros de este mismo error…
Gracias, Eduardo, todo lo que leo por aquí es en verdad desafiante.
Dios te bendiga y te prospere en la predicación de su Palabra.
Un abrazo grande.
Joel
Desde Argentina!!