Principios para Guardar el Día de Reposo: Parte II
En la entrada anterior cité el primer principio que Ryan McGraw dio en la edición de enero del 2011 del Puritan Reformed Theological Journal con respecto al Día de Reposo. El día de hoy voy a transcribir su segundo principio: Cómo deben observar los Cristianos el cuarto mandamiento en su forma de hablar? El autor dice,
El Día de Reposo debe ser guardado en palabra así como en el corazón y en las acciones externas. Entre más crezca el pueblo de Dios en amar el Día de Reposo y sus propósitos, más natural será esto para ellos. Si los creyentes ocupan su tiempo en la adoración de Dios durante su asamblea corporativa, en la familia, y en privado, así como con conversaciones edificantes con el pueblo de Dios, su hablar corresponderá con lo que hay en sus corazones. Ellos se regocijan en sus corazones que ellos no tienen nada más en que ocuparse en el Día del Señor! Nuestra forma de hablar frecuentemente nos traiciona. Si asistimos a la iglesia, disfrutando de la comunión con nuestros hermanos en Cristo, pero hablamos predominantemente acerca de lo que está sucediendo en la oficina o sobre nuestro evento deportivo favorito, como pueden nuestros corazones estar en nuestro Día de Reposo? Si el cuerpo de un Cristiano está donde debería estar en el Día de Reposo, pero su mente y boca viajan al exterior, su presencia corporal es más como el alma de un cadaver adorando que la de un vivo. Por el contrario, la manera de hablar del pueblo de Dios en el Día de Reposo debe estar lleno con las glorias de su Dios y de su adoración.
Algunas cosas que son permitidas y apropiadas como temas de conversación en otros días de la semana se convierten en signos de apatía y de desprecio de la gloriosa presencia de Dios en el Día del Señor. Si la conversación espiritual es difícil aún para los Cristianos genuinos, el Día de Reposo es la mejor ocasión para que ellos crezcan en esta area. Si usted objeta que lucha con material de conversación, entonces considere que materiales tiene para discutir de la predicación de la palabra en la adoración corporativa de la iglesia. No es parte de nuestro llamamiento como creyentes el buscar el provecho de otros en todo lo que hagamos o decimos? Si debemos guardar el sexto mandamiento en nuestra manera de hablar, entonces debemos guardar el cuarto mandamiento en nuestra manera de hablar.” página 325
Y mañana tendremos el último principio para guardar el Día de reposo. Espero que podamos meditar en las palabras de este teólogo con respecto a este mandamiento. Bendiciones.