G. K. Chesterton y la Humildad en Nuestros Días
Gilbert K. Chesterton fue uno de los más ardientes defensores de la ortodoxia cristiana a principios del siglo XX. En una de sus obras, “Orthodoxy” (Ortodoxia), Chesterton explicó lo que él veía estaba ocurriendo en sus tiempos con la humildad. Lo interesante es que sus palabras permanecen vivas hasta nuestros días, en los cuales hay hombres, hasta pastores, que enseñan que la verdad bíblica es muy difícil de descubrir. Quieren sonar muy himildes, sin embargo, como afirmó Chesterton, esto no es más que arrogancia.
Pero de lo que sufrimos hoy es de humildad puesta en el lugar equivocado. La modestia se ha movido del organo de la ambición. La modestia se ha asentado sobre el organo de la convicción; en donde nunca debió estar. Un hombre debía dudar de sí mismo, pero nunca dudar de la verdad; esto ha sido revertido. Ahora la parte del hombre que él afirma es la que no debería afirmar-él mismo. La parte que duda es exactamente la parte que no debería dudar-la Divina Razón. Huxley predicó una humildad contenta de aprender de la Naturaleza. Pero los nuevos escépticos son tan humildes que dudan si podrán algún día aprender. Por lo tanto nosotros deberíamos estar equivocados si hemos dicho prematuramente que no hay una humildad típica de nuestros tiempos. La verdad es que sí hay una humildad típica de nuestros tiempos; pero ocurre que es prácticamente una humildad más venenosa que las más salvajes postraciones del ascético. La vieja humildad era una espuela que prevenía a un hombre detenerse; no un clavo en su bota que le prevenía seguir adelante. Pues la vieja humildad hacía al hombre dudar de sus esfuerzos, lo que haría que trabajara más fuerte. Pero la nueva humildad hace a un hombre dudar acerca de sus metas, lo cual hará que pare de trabajar del todo. En cualquier esquina de la calle podríamos encontrarnos a un hombre que diga la frenética y blasfema declaración de que podría estar equivocado. Cada día uno ser topa con alguien que dice que por supuesto su visión podría no ser la correcta. Por supuesto que su visión debe ser la correcta, o no sería su visión. Estamos camino a producir una raza de hombres tan mentalmente modestos como para creer en la tabla de multiplicar. Estamos en peligro de ver filósofos que duden de la ley de la gravedad como una mera invención suya. Los viejos burladores eran demasiado orgullosos para ser convencidos; pero estos demasiado humildes para ser convencidos. Los mansos heredarán la tierra, pero los escépticos modernos son demasiado mansos para reclamar su herencia. Es exactamente esta impotencia intelectual nuestro segundo problema.” G. K. Chesterton. Orthodoxy.
sujetosalaroca.org
Suscribete para recibir actualizaciones de entradas como esta.
Suscribete por email.
Suscribete al podcast por iTunes.
Únete al grupo en Facebook aquí.
Apoya este sitio visitando los patrocinadores aquí.
Ojala que la humildad de Chesterton lo hubiesen conducido a la cruz de Cristo. . . .