Robándole la Gloria a Dios
Ayer, mientras estaba leyendo preparándome para la próxima clase de Neumatología, estuve meditando mucho sobre la repercusiones teológicas del neo-pentecostalismo. Es decir, una de las enseñanzas básicas de este movimiento es “el bautismo del Espíritu Santo.” Y esta doctrina es clave para todo el sistema doctrinal suyo!
En el neo-pentecostalismo y parte del movimiento carismático existe una segunda gracia para el creyente, esto es, “el bautismo del Espíritu Santo.” Y con esto se refieren a una experiencia especial en la cual el creyente recibe poder de lo alto para ministrar. Y obviamente como hacen referencia a lo ocurrido en Pentecostés, la manifestación de ese “bautismo” es hablar en lenguas. Lo importante de todo este sistema doctrinal no es la lucha por el don de lenguas, sino por lo que hacen del significado de Pentecostés.
Sinclair Ferguson en su libro, “Holy Spirit,” afirma que Pentecostés “marca la transición del antiguo pacto al nuevo pacto.” Pentecostés tiene un significado único en la economía de la salvación. Fue en ese día, como bien lo escribió Lloyd-Jones, en el que nació la iglesia. Cristo había prometido bautizar a sus discípulos con el Espíritu Santo (Juan 14: 16-17; Mateo 3:11) y les había ordenado esperar en Jerusalén y no iniciar la gran comisión (Mateo 28: 19-20; Juan 20: 21-23), hasta que recibieran poder de lo alto, es decir, hasta que se cumpliera Su promesa el día de Su glorificación al lado de Su Padre (Juan 7: 37-39).
Fue hasta ese día, Pentecostés, en que la vida de todo aquel que tuviera la fe de Abraham sería, de un modo muy importante, diferente a la de su ancestro espiritual. El neo-pentecostalismo con el fin de exaltarlo, reduce Pentecostés a un evento que se repite cientos y cientos de veces en la historia de la iglesia. Afirmar que sólo algunas personas-generalmente dicen que las que tienen más fe o las que son más santas-son las que experimentan este segundo bautismo del Espíritu Santo. Con esto ciertamente reducen el significado de Pentecostés, del cual el relato bíblico lo trata como algo muy singular en la historia, especialmente intentando diferenciarlo con el antiguo pacto, pero con repercusiones que llegan hasta nuestros días. Reducen Penteostés haciéndolo semejante a la experiencia del Espíritu en el antiguo pacto.
La profecía sobre Pentecostés en el Antiguo Testamento afirmaba esa diferencia que claramente establece el Nuevo Testamento. En el antiguo pacto el Espíritu le era dado de manera especial sólo a ciertas personas, es decir, que no era experimentado universalmente (reyes, gobernantes, jueces, profetas, etc). En las profecías de Joel la promesa que resalta es el derramamiento del Espíritu Santo “sobre toda carne” (Joel 2:28), ya no iba a ser algo experimentado por unos pocos, sino algo universal: todos los creyentes tendrán al Espíritu Santo.
Pero el neo-pentecostalismo lo que hace es volvernos con sus falsas doctrinas a la experiencia del antiguo pacto. Nos dicen que son tan sólo unos pocos los que experimentan una segunda gracia del Espíritu. No son todos los que recibirán el bautismo del Espíritu Santo. No es algo universal. Y es así como en lugar de reflejar el verdadero significado de Pentecostés, lo reducen a una experiencia similar al antiguo pacto. Y así le roban las gloria a Dios torciendo Sus promesas.
Todo esto es un poco de introducción para lo que quiero hacer notar el día de hoy. El mundo del protestantismo contemporáneo explotó en estos días a causa del anuncio de la publicación del nuevo libro de Rob Bell. Para los que no conocen a este hombre, es el pastor de la iglesia Mars Hill Bible Church en Michigan, Estados Unidos. Ha sido uno de los más claros exponentes, si es que podemos decirlo de esa manera, de lo que fuera el movimiento emergente/posmodernista.
Este hombre ha buscado ser controversial. Para muchos es un excelente comunicador con gran capacidad de persuasión. Quizás muchos estén informados de sus videos NOOMA, en los cuales intenta expander su visión de la Biblia. Ha escrito libros que se han vendido por millones como “Velvet Elvis.” Como buen emergente se ha caracterizado por “cuestionar.” Bell cuestiona todo! Especialmente la Biblia. Sus enseñanzas se fundamentan en cuestionar todas las enseñanzas de la Biblia-ha cuestionado hasta el nacimiento virginal de Jesús. Igual que Doug Paggit, todo en la Biblia puede ser puesto en la silla de los acusados, hasta la doctrina de la Trinidad (como lo propuso Paggit hace muchos años).
Pues, en su nuevo libro, “Love Wins. A Book About Heaven, Hell, and the Fate of Every Person Who Ever Lived” (El Amor Gana. Un Libro Sobre el Cielo, el Infierno y el Destino de Todas las Personas que han Vivido), del cual hizo un video promocional (Gracias a Pedro Camino por subtitularlo). Bell cuestiona allí la doctrina cristiana bíblica de la exclusividad de Cristo para la salvación de un pecador. Ciertamente muchísimas personas han atacado a aquellos que, sin que el libro haya salido a la venta, hayan dado alguna opinión sobre las palabras de Bell. Sin embargo, nadie puede negar que el autor es sumamente claro con el mensaje que quiere darle al público. Noten lo que dice,
Por lo tanto lo que se enseña sutilmente es que Jesús te rescata de Dios. Pero, qué clase de Dios es ese del que debemos ser rescatados? Cómo puede ese Dios ser bueno? Cómo se puede confiar en ese Dios? Y, cómo puede ser eso buenas noticias? Por eso es que muchas personas no quieren tener nada con el Cristianismo.” Minutos 1:39-1:58
Claramente Bell ataca el evangelio de Cristo. Lo que cobardemente intenta decir por medio de “cuestionamientos,” es que las buenas nuevas, el evangelio, no puede ser que sólo por medio de la fe en Jesucristo es que un pecador pueda ser salvo. Para Bell nadie puede estar seguro de afirmar que Ghandi, quien nunca profesó fe en Jesucristo, pueda estar en el infierno. Y luego el autor dice,
Lo que creemos sobre el Cielo o el Infierno es sumamente importante, porque expone lo que creemos acerca de quien Dios es y como Dios es…La buena noticia es que el amor prevalece.” Minutos 2:09-2:30
Bell está en lo correcto cuando afirma, “Lo que creemos sobre el Cielo o el Infierno es sumamente importante,” precisamente por lo que él mismo afirma luego, es decir, “porque expone lo que creemos acerca de quien Dios es y como Dios es.” Pero lo que hace Bell y muchos otros como él es robarle la gloria a Dios. Todo el argumento de Bell es que un Dios de amor jamás dejaría perecer eternamente en el infierno a personas que nunca quisieron creer en Jesucristo. Ese no es un Dios de amor!
Pero ese es el reduccionismo que Bell hace de Dios, es decir, Dios es reducido a un sólo atributo: el amor. Ciertamente la Biblia afirma que Dios es amor, pero también afirma que Dios no es hombre, que Dios no miente, que Dios no se arrepiente, que Dios es justo, que Dios es Todo poderoso, que Dios es fiel, etc. Pero sobre todo, no se habla tan enfáticamente de Dios como lo describe Isaías, “Santo, Santo, Santo” (Isaías 6: 3).
Nunca leemos en la Biblia el énfasis de Dios como amor. No estoy diciendo que Dios sea más santo que amor. Lo que estoy afirmando es que Bell enseña que el amor de Dios es un atributo que opaca los demás atributos. En la teología reformada creemos que “Dios es todos sus atributos en Su totalidad.” Esto para decir que Dios no es más amor que santidad, ni más justicia que fiel, etc. Dios es todos sus atributos completamente! Dios es todo amor, todo santidad, todo justicia, todo ira, todo fidelidad, todo poderoso, etc.
Pero para Bell y sus allegados Dios es sobre todo: amor. Y en la mente de Bell si Dios es amor no puede condenar a Sus criaturas al infierno, aún si no han querido someterse al señorío de Su Hijo. Dios le ordena a todos los hombres arrepentirse y creer el evangelio. Esto es lo que Jesús y los apóstoles predicaron (Hechos 17:30; Mateo 4:17). Porqué? Porque tanto Jesús como Sus discípulos veían y conocían la gloria de Dios en Su perfección. Tan perfecto es Dios que es infinitamente Santo. Y tan infinitamente Santo es que no puede tener comunión con el pecado. Él es un ser totalmente separado y distinto de la creación. Un ser totalmente separado del mal.
Es por amor que Dios condena a los hombres al infierno. Es por amor que Dios castiga a todos los que no se arrepienten de sus pecados en Su contra y no creen en Jesucristo como el sustituto dado por Dios para tener vida eterna y paz con Él. Pablo le escribió a los Romanos que el incrédulo es un enemigo de Dios (Romanos 5:10). Bell cuestiona la enseñanza cristiana que Jesucristo nos rescata del Padre, pero esto es precisamente lo que Pablo le escribió a los romanos, “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo.”
La reconciliación trae paz, y esto implica que antes no había paz, sino guerra. Dios estaba en guerra contra nosotros cuando estábamos en nuestra incredulidad. Porqué? Porque no queríamos reconocer que éramos rebeldes y desobedientes a nuestro Creador. Es por amor que Dios castiga a tales rebeldes. No por amor a ellos, sino por amor a lo más glorioso que existe: Él mismo. Por amor a Sí mismo es que redimió a la Iglesia (Ezequiel 36:22-32), es por amor a sí mismo que castiga al malvado, para manifestar Su gloria (como lo hizo con Faraón).
Entonces, el reduccionismo de Bell es el mismo tipo de reduccionismo neo-pentecostal. Creyendo estar exaltando a Dios le roban Su gloria, y esto es un pecado terrible. Bell enseña que Dios tiene un amor como el de los humanos, es decir, un amor que puede dejar pasar pecados en su contra. Pero Dios no es un hombre. Dios no puede dejar pasar un pecado por alto porque disminuiría Su gloria, al pasar por alto uno de sus atributos, Su justicia. Si Dios es glorioso debe manifestar y ser fiel a Su justicia. Debe actuar no sólo como un Padre, sino también como un juez y castigar a todos aquellos que se rehusaron a creer en el único nombre por el que alguien puede ser salvo, este nombre es el de Jesucristo.
Entonces, quiéranlo o no, muchas personas irán al infierno. Esto no es una doctrina extraña a la Biblia. Por el contrario es lo que Jesús mismo enseñó. Es por eso que debemos ir nosotros con el verdadero evangelio de Jesucristo y hacerle ver a los incrédulos el peligro que les acecha, con el deseo de que se arrepientan y crean en Jesucristo. Sólo en Cristo hay vida. Fuera de Él sólo hay condenación.
Estaré esperando el libro de Bell. Me apega a la recomendación dada por Pedro Camino al final del video uy no aconsejo a nadie comprarlo si no considera tener la madurez cristiana suficiente para poder discernir la mentira y el falso evangelio. Cuando lo lea volveré a hablar de este tema. Bendiciones.
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“Pentecostés … Fue en ese día, como bien lo escribió Lloyd-Jones, en el que nació la iglesia.”
Saludos Eduardo,
aunque no estoy de acuerdo con el desarrollo de este post tuyo, y sin querer entrar en debate, sugiero que hagas una lectura al libro Gozo Inefable de Martyn Lloyd-Jones, creo que el pensamiento del Dr. Jones sobre los dones del Espiritu y el Bautismo con el Espiritu Santo ha sido pasado por alto por sus seguidores.
Para Jones, la Iglesia no nació en pentecostes, sino cuando Jesus les sopló el Espiritu, pentecostés está ligado al PODER y no a la regeneracion, ni a la instauracion de la Iglesia ni a una transicion AT/NT, Lloyd-Jones es carismatico en doctrina y practica, creía en la vigencia absoluta de los dones del Espiritu, además de profecia predictiva, posibilidad de lenguas en una subsecuente obra del Espiritu despues de la conversión.
Yo soy Lloynista 100%, y creo que la postura del Dr es la mas biblica, sin ser cesacionista exasperante ni un carismatico paranoico.
!!!
PD: lo de los emergentes si que es un gran problema, cuando arrancas la exclusividad de Cristo para salvación has destruido el mensaje del evangelio, Cristo es el Señor, el único, y a quien le apetezca redefinir el evangelio poniendo en duda a Cristo sea anatema.
Salvacioneterna,
Gracias por tu comentario. Yo soy cesacionista y por lo tanto no concuerdo con la posición de Lloyd-Jones, aunque si creo que es uno de los mejores predicadores del siglo XX y sus escritos han enriquecido muchísimo mi vida espiritual. Sin embargo, si lees el libro, “Dios el Espíritu Santo” Lloyd-Jones afirma que fue en Pentecostés en el que nace la iglesia. Porqué? NO es la regeneración lo que nos une a Cristo, sino es la morada del Espíritu Santo dentro del creyente lo que une a un creyente al cuerpo de Cristo. Fue lo que Cristo enseñó en Juan 14-16. Y en eso estoy de acuerdo con Lloyd-JOnes. Por ejemplo, en la página 50 de ese libro el autor escribe,
“Los creyentes se funden como miembros de un sólo cuerpo de Cristo. En el Antiguo Testamento eran creyentes separados…creyentes y ciudadanos del Reino…pero no eran miembros del cuerpo de Cristo. En el día de Pentecostés, el acontecimiento fundamental fue que todos se hicieron uno.”
Y en la página siguiente dice, “en el día de Pentecostés se estableció la Iglesia como una sola unidad, como el cuerpo de Cristo…y esa unidad nació cuando todas esas personas se bautizaron en un solo cuerpo el día de Pentecostés.”
Entonces, Lloyd-Jones sí pensaba que la iglesia nació en Pentecostés, ciertamente se reveló en ese día el poder del Espíritu Santo, pero es evidente que en sus propias palabras el doctor afirma o que escribí. Bendiciones.
Lo que pasa Eduardo es que Lloyd-Jones fue cambiando de conviccion en la medida en que avanzaba su ministerio con relacion al tema del bautismo y los dones del Espiritu. El libro de Dios El E.S., no refleja lo que fue la conviccion de Lloyd-Jones en los ultimos anos de vida y ministerio.
Tanto en el libro Gozo Inefable como en la serie de Romanos (la ultima que predico siendo pastor) refleja la postura definitiva de LLoyd-Jones, continuista y aceptando el bautismo del Espiritu como algo posterior a la conversion, aunque tal vez con algunos enfasis diferentes a como lo explicaria el pentecostalismo.
Rafael,
Entiendo perfectamente. Pero yo no estoy tratando con lo que Lloyd-Jones creía con respecto a los dones. Lo único que mencioné de él fue lo que escribió con respecto al significado de Pentecostés. Y Lloyd-Jones creía muy diferente con respecto a este tema que lo que creen los neo-pentecostales.
Toda la introducción era para relacionar al reduccionismo de Pentecostés dentro del neo-pentecostalismo y el reduccionismo de Dios dentro del liberalismo. Ese era el propósito.
Gracias por la aclaracion y perdona la desviacion del tema. Estoy de acuerdo al igual como tu en el caracter unico de Pentecostes, y sobre todo con el caracter reduccionista de Bell!!!
Bendiciones.
Gracias por decirlo!
Eduardo, no quiero desviarte del tema, sólo hago una aclaración.
Lloyd Jones escribe (en realidad, predica, dado que son conferencias originalmente) “Dios el Espíritu Santo” más o menos (no recuerdo exáctamente) 10 años antes de que el material de “Gozo Inefable” salga a la luz. Durante esos años, el Dr. cambió su postura, y en “Gozo Inefable” sostiene lo que expresa el comentario de ‘salvacioneterna’. Es más, como era propio de su estilo, es sumamente redundante y vez tras vez repite en el libro que la Iglesia ya existía en Pentecostés. Esa fue su posición hasta el final de sus días. De manera que, si bien en un tiempo él creyó que la Iglesia nace en Pentecostés, esa no fue la postura que sostuvo hasta el final de sus días. De hecho, no sólo no la sostuvo, sino que la refutó, tal como se ve expresado en “Gozo Inefable” en el capítulo 23, pág. 462.
Saludos desde Argentina.
Esteban,
Lastimosamente esa fue la manera en la que Lloyd-Jones pensí reconciliar la idea de una “segunda experiencia” con el Espíritu Santo, sin embargo, como bien lo afirmamos los reformados, esa “experiencia” no es bíblica. Gracias por hacer la aclaración.
eso no es asi
si leyeran mas la biblia y no lo k escribió Lloyd-Jones con todo el respeto k el se merece pero si hay alguien en quien enfocarse se llama jesus y no en lo k alguien aiga escrito bendiciones
Carlos excelente Respuesta siempre andamos cuestionando a Dios, Juan 14:6Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. Amen