Más Evidencia
Era obvio que la entrada del día de ayer iba a causar ciertas reacciones. Yo sabía que algunos iban hasta a acusarme, como bien lo hizo un comentarista. El pasaje de Juan 7:53-8:11 es un pasaje sumamente estimado por muchos creyentes. Muchísimos lo han utilizado en sus sermones y como medio para dar ciertas ilustraciones bíblicas. Esta, creo yo, es la principal razón por la cual la entrada de ayer causó tanto enojo en algunos. Pero, el día de hoy quiero traer a la mesa más evidencia, de hombres de Dios, pastores y teólogos a favor de mis argumentos.
Cuál es el problema? Porqué quiero mostrar más evidencia? Muchísimas personas ignoran la manera en la que la Biblia fue compuesta. Muchísimos creyentes piensan que Dios le entregó a la iglesia primitiva el canon así como lo tenemos nosotros ahora. Es decir, creen que Dios le dio un canon completo a la iglesia primitiva. Sin embargo la realidad es otra. La verdad es que la iglesia primitiva no contaba con un canon bíblico completo. Muchísimas iglesias tenían quizás sólo un par de evangelios y algunas cartas paulinas. Otras tenían los cuatro evangelios, y así podemos seguir con los ejemplos. Y en algunos casos unas iglesias tenían copias de los autógrafos (escritos originales).
Fue cuando la iglesia primitiva fue perseguida que se tuvo que recurrir a copiar los manuscritos que tenía cada iglesia. Esas copias no eran inspiradas, como muchos podrían pensar. Esas copias en muchas ocasiones contenían errores. Porqué? Porque el Espíritu Santo no inspiró a los copistas para que copiaran los autógrafos sin errores. Los copistas eran hombres y por lo tanto falibles. A pesar del cuidado que tenían-sabiendo que estaban copiando la palabra de Dios-cometían errores.
En la providencia de Dios, Él ha permitido el descubrimiento de miles y miles de copias del Nuevo Testamento. Muchísimas de estas copias son tan tempranas como finales del primer siglo de nuestra era o inicios del segundo. Esto ha tenido un impacto enorme en el conocimiento y en la confianza de la iglesia en los documentos que tenemos en nuestras casas y que leemos todos los días (al menos espero que así sea). Estos descubrimientos han permitido mostrar cuales fueron los errores cometidos por los copistas (los que han estudiado crítica textual sabrán que hay varias categorías de estos errores) y así nos han podido expresar, no sólo cual es la mejor lectura de ciertos pasajes, sino también reforzar la confianza nuestra en la Biblia que tenemos. Porqué? Porque estos descubrimientos han permitido mostrar que el 99.5% de nuestras Biblias son idénticas a los originales. El 0,5% de las diferencias son insignificativas, pues son errores, por ejemplo, como colocar una letra de más al final de una palabra. Y digo insignificativos porque no tienen ningún impacto en alguna doctrina creída por la iglesia a lo largo de la historia.
Entonces, acusarme de hereje, o de no creer en la autoridad de la Biblia es una falacia. Nadie puede acusarme de tal cosa. La Biblia es enteramente la palabra de Dios, pues salió de Su boca (2 Tim 3: 16-17). No se trata de palabras u opiniones humanas de algo que Dios les ha revelado. NO! Son las palabras exactas que fueron exhaladas por la boca de nuestra gran Dios.
Es por ello que la crítica textual es tan importante. Porque nos permite ver que es una añadidura a la palabra de Dios y así podemos corregir y crecer espiritualmente.
Entonces, quiero mostrarles, en primera instancia la evidencia mostrada por John MacArthur en su libro, “The MacArthur Bible Commentary.” En la página 1383, hablando sobre este pasaje en Juan, MacArthur escribe,
Esta sección que trata de la mujer adúltera lo más probable es que no era parte del contenido original de Juan. Ha sido incorporada en varios manuscritos en diferentes lugares del evangelio (ej Después de vv. 36, 44, 52, o 21:25), mientras que un manuscrito lo ubica después de Lucas 21:38. La evidencia textual externa representada por una gran variedad de tradiciones textuales está decididamente en contra de su inclusión, ya que los manuscritos más tempranos y mejores lo excluyen. Muchos manuscritos marcan el pasaje para indicar dudas de su inclusión. Versiones tempranas significativas lo excluyen. Ningún padre de la iglesia comentó sobre este pasaje hasta el siglo XII. El vocabulario y estilo de esta sección también son diferentes del resto del Evangelio, y la sección interrumpe la secuencia del verso 52 con 8:12.”
También podemos ver lo que Donald Carson, uno de los mejores teólogos contemporáneos escribió en su comentario, “El Evangelio Según Juan.” En la página 333 él escribe lo siguiente,
A pesar de los mejores esfuerzos de Zane Hodges para probar que esta narrativa era originalmente parte del Evangelio de Juan, la evidencia está en su contra, y las versiones modernas [de la Biblia] están en lo correcto al descartarlo del resto del texto (NIV) o de relegarlo a una nota de pie (RSV). Estos versículos están presentes en la mayoría de los manuscritos griegos minúsculos medievales, pero están ausentes de virtualmente todos los manuscritos griegos tempranos que nos han llegado a nosotros, representando gran diversidad de tradiciones textuales. La excepción más notable es el uncial occidental D, conocido por su independencia en numerosos otros lugares. También están ausentes de las versiones más tempranas de los evangelios Siriaco y Cópticos, y de muchos de los Latinos Antiguos, Gregorianos Antiguos y manuscritos Armenianos. Todos los Padres de la iglesia omiten esta narrativa: comentando de Juan, pasan inmediatamente de 7:52 al 8:12. Ningún padre oriental cita este pasaje antes del siglo X. Además, un número de manuscritos (más tardíos) que incluyen la narrativa la marcan con asteriscos, indicando vacilación de su autenticidad, mientras que aquellos que lo incluyen muestran una alta frecuencia de variantes textuales. A pesar de que la mayoría de los manuscritos que incluyen la historia la colocan aquí, algunos la colocan luego de Lucas 21:38, y otros testigos variablemente la colocan luego de Juan 7:44, Juan 7: 36, o Juan 21: 25. La diversidad de colocaciones confirma la falta de autenticidad de estos versículos.”
Otro que ofrece evidencia en contra de este pasaje como original de Juan es James White, un apologista y teólogo americano. En su libro, “The King James Controversy,” escribe en la página 328 lo siguiente,
“La evidencia en contra de la originalidad de la narración es extensa y ampliamente variada, incluyendo tanto elementos externos como internos. Externamente notamos que el pasaje es omitido por un verdadero y diverso grupo de manuscritos antiguos, incluyendo P66, P75, B,L,N,T,W,Δ,Θ,Ψ,0141,33,157,565,1241,1333,1424, y la mayoría de leccionarios, versiones Latinas, y versiones Siriacas. Tanto A como C más probablemente no lo contenían, a pesar de que ambos son defectuosos en esta sección de Juan y por lo tanto no pueden ser consultados directamente. Otros manuscritos que sí contienen el pasaje lo marcan con astriscos. Tanta evidencia por sí sola sería suficiente, pero hay más. Los manuscritos que lo contienen normalmente lo tienen después de Juan 7:52. Sin embargo, en el manuscrito 225 se encuentra después de 7:36; en otros después de 7:44; en un grupo de otros después de Lucas 21: 38. Tal movimiento por un cuerpo textual es fuerte evidencia de su origen tardío y un intento de los escribas de encontrar un lugar que le sirva. Tal no es la marca de un pasaje original de un evangelio. La consideración interna primordial, aparte de temas de vocabulario y estilo, se encuentra en el hecho de que Juan 7: 52 y Juan 8:12 “van juntos.” La historia de la mujer atrapada en adulterio interrumpe el flujo del texto y los eventos registrados por Juan concernientes al ministerios de Jesús en Jerusalén. (7:45-8: 20). Todas estas cosas tomadas juntas hacen cierto que este pasaje no era parte original del evangelio de Juan.”
Puedo aceptar que alguien me llame y acuse de errores, pues no soy nadie para que alguien me crea un experto ni un maestro. Pero, me pregunto si alguien sería capaz de acusar a hombres como los citados de herejes o de no creer en la inspiración y autoridad de la Biblia porque han afirmado tales cosas.
La humildad es una característica del creyente. Decir, “no sé,” no nos hace menos que otros. Admitir ignorancia en algún tema nos ayuda a crecer y a querer aprender. Acusar a alguien sólo porque lo que dicen no concuerda con lo que yo creo, sin haber yo estudiado a fondo los argumentos de otra persona, no sólo es cobarde, sino que pone en evidencia el orgullo que no nos permite aprender y crecer.
La evidencia, como dijo James White, es abrumadora. Este pasaje no es original de Juan y por lo tanto no debe tomarse como inspirado. Esa es la principal razón-al no ser palabra de Dios-por la cual no predicaría de este texto.
Mañana escribiré sobre otro pasaje del cual no predicaría. Quizás ya algunos sepan a que pasaje me refiero.
De acuerdo contigo. deberiamos enseñar sobre la critica textual. Sin lugar a dudas Reina y Valera nunca hubieran incluido estos textos si hubieran tenido manuscritos más confiables. Reina diría hablando de su importante traducción: “En tercer lugar, en que (para quién nos quisiere corregir con amor) por la gracia de Dios, no somos del número de los que, con razón o sin ella, presumen tanto de sí, que consideren totalmente acabado lo que una vez ha salido de sus manos, que nada se le puede añadir o quitar”.
Conocer sobre la critica textual es demasiado importante, pero a la vez, un tema demasiado desconocido. ¿Por que las controversias? ¿que se ha inventado la critica textual? Esta no es un obstáculo, antes bien es una herramienta importante en nuestro estudio de las Escrituras.
Jonathan,
Concuerdo totalmente contigo. Esto es necesario que lo conozcan todos los creyentes.
Hola mi amigo:
No te ofendas por mi comentario, solo, y de acuerdo contigo, lo hago con amor y con la unica finalidad de seguir creciendo en Cristo. Solo te quiero decir que; o tu eres un erudito biblico o eres un mentiroso, si reaalmente tienes una base solida, porque no nos enseñas de donde salio y como es que tu diste con ella, si no te atreverias a predicar acerca del pasaje mencionado, porque no nos ayudas a entender realmente y nos enseñas o ayudas a realmente conocer mejor la Sagrada Escritura porque considero que con estos comentarios que haces te conviertes en piedra de tropiezo pues tu sabes la tremenda crisi en la iglesia a nivel mundial y con esto pues la gente se alejara debido a la gran cantidad de gente que como tu esta predicando falsa doctrina. No te ofendas pero como dice la cancion por ahi, “otros presumen de virtud y el mundo sigue, sigue y sigue sin ver la luz”.
Deseo de corazon y con mucho amor que el Señor te bendiga y te de la claridad y las pruebas concretas de lo que dices para que la bendicion de Dios sobre ti pueda ser compartida por ti para todos nosotros.
Cuidate y que Jesus este siempre contigo.
Con amor: Norberto.
Norberto,
Primero, no soy ni un erudito ni un mentiroso. Me considero un estudiante de las Escrituras. Ahora, de dón proviene la evidencia? Leísta la entrada? Proveo algunos teologos apoyando mis afirmaciones. Además, leíste la entrada previa la cual enlacé en esta entrada? En ella proveo la evidencia que nos brinda la crítica textual con respecto a ese pasaje en particular y su carencia de sustento para ser considerada original.
De nuevo digo que la ignorancia es lo peor que le puede pasar al pueblo de Dios. Todos deberíamos conocer algo al respecto de la crítica textual y lo que esa ciencia ha logrado hacer y confirmar en los últimos 200 años.
Entonces, como a otros comentaristas, te insto a estudiar este tema y ser edificado con su estudio.
Saludos Pastor Eduardo!
Preparándome para compartir acerca de este pasaje con otras hermanas he dado con sus escritos sobre el tema. He leído ambas entradas y agradezco toda la información brindada, pero me invade la duda y quisiera saber si luego de los años que han pasado desde esta publicación sigue usted con la postura de no predicar sobre el tema, si Dios le ha llevado a un nuevo pensamiento o si ha logrado conocer algo más qué aportar a estas publicaciones.
Quienes no gozamos de una instrucción bíblica tan rica en historia y fuentes, nos sorprendemos ante estas evidencia, e inevitablemente nos preguntamos cómo abordamos este pasaje presentando estas evidencias sin que en los receptores se produzcan dudas.
Gracia y paz.