Predicando como Juan el Bautista
Uno de los mayores problemas -quizás el mayor de los problemas- dentro del evangelicalismo de nuestros días es la ausencia del evangelio en las predicaciones de muchos púlpitos alrededor del mundo. Lo que estoy diciendo es que muchas iglesias y sus pastores han dejando, por diversas razones, de predicar el evangelio de Jesucristo.
Muchos pastores han dejado de creer en la suficiencia de la Biblia, especialmente en su suficiencia para salvar pecadores. Es decir, para muchos pastores la Biblia sirve únicamente para tomar algunos conceptos y usarlos luego mezclándolos con la sabiduría humana para manipular a los hombres a tomar ‘una decisión por Cristo.’
Tomando verdades enseñadas en la Biblia como por ejemplo: la existencia de Dios, del pecado, de Cristo, del cielo y el infierno; las tergiversan con el fin de venderle al hombre un ‘tiquete’ al cielo. Ese tiquete es una decisión tomada una vez en la vida por medio de una oración en la cual se le ‘permite’ a Cristo entrar en nuestro corazón (Apocalipsis 3:20). Dios, se nos dice, desea salvar a todos los hombres de lo que parecería ser esta vida de sufrimiento, pero no puede hacerlo. Para ello, Dios requiere de la voluntad humana. Dios desea salvar, pero el hombre tiene la última decisión!
Además, se predica como si de lo que tuviéramos que escapar es del sufrimiento de este mundo. La idea que se les enseña a los hombres es que no somos realmente ‘exitosos,’ a pesar de lo que digan nuestros títulos y nuestros logros. Necesitamos tomar una decisión por Cristo para poder llegar al cielo. Ese lugar no es donde encontraremos a Dios, sino será el lugar donde cada uno de nosotros tendrá su propia ‘mansión,’ caminará por calles de oro, no tendrá la necesidad de trabajar, y pareciera que tampoco tendrá la necesidad de Cristo!
Estos hombres mencionan a Cristo y lo muestran a los hombres como si fuera tan sólo la llave para lograr el verdadero ‘éxito’ o la verdadera felicidad: el cielo. Pero, más allá de eso es innecesario. Su vida en la tierra y Su sacrificio en la cruz fueron realmente ineficaces, pues según argumentan, fue hecho para todos los hombres, inclusive para los que se perderán en el infierno. Ellos no irán al lugar celestial, ni experimentarán vivir en mansiones hechas para ellos, porque nunca tomaron la decisión.
Qué es lo que ocurre en estas predicaciones? Bueno, primero se muestra a un Dios sin ira. Lo único que mueve a Dios es un amor salvífico indiscriminado por todos los hombres. Dios no está enojado con los pecadores, sino que los ama a todos con un mismo amor salvífico, y desea la salvación de todos por igual.
Segundo, se habla del hombre como pecador y hasta como un enemigo de Dios. Sin embargo, el retrato que se pinta es el de una enemistad unilateral, es decir, el hombre es el que se ha enemistado con un Dios que desea ser su amigo. Se habla del pecado pero no pareciera ser necesario aborrecerlo y convertirse de él a Dios.
Tercero, Cristo es un genio en la botella a quien un pecador que aún ama su pecado puede llamar para hacer su vida mejor. A quién no le gustaría vivir en una mansión, caminar en calles de oro, y no tener que trabajar? Bueno, estos ‘pastores’ le venden a los pecadores a éste falso Cristo. Una vez que lleguen al cielo ya no hay necesidad de Él.
Y, aunque ustedes no lo crean, ese fue el evangelio que anatemizó el apóstol Pablo en Galacia. Los judaizantes estaban vendiéndole a la iglesia en Galacia un evangelio falso, uno que en realidad eran malas noticias. Pablo , luego de una muy corta salutación, reprende a estos creyentes de la siguiente manera,
6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. 7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.” Gálatas 1: 6-9
El falso evangelio que estaban vendiendo a diestra y siniestra en Galacia era uno de obras: usted debe hacer tal y tal cosa, en este caso circuncidarse, para poder apropiarse de las bendiciones de Dios. Si la salvación fuese así, les escribió Pablo, “entonces por demás murió Cristo” (Gálatas 2: 21). No había mención de la Santidad de Dios, ni de la necesidad de arrepentimiento, ni de la fe en la vida y obra de Jesucristo en la cruz del Calvario. Esa ‘decisión’ de circuncidarse era, para los judaizantes, suficiente para salvarlos y llevarlos al cielo.
Y ese es el mismo falso evangelio que se predica en muchísimas iglesias en nuestros países. Y e apóstol Pablo le dijo a aquellos en Galacia que así habían hecho, “De Cristo os desligasteis” (Gálatas 5:4). Ese término que en nuestra versión se traduce ‘desligasteis’ es el término griego katergethete que literalmente quiere decir ‘cortar, amputar.’ Lo que Pablo les dijo fue que los que prefirieron intentar llegar a Dios por sus obras o por sus decisiones, se cortaron o se amputaron de Cristo.
Y esa es la razón que hace a este falso evangelio algo tan peligroso para las almas de los hombres. Con una oración, como si fuera una bendición papal, o la circuncisión judaizante, han enviado, estos ‘pastores’ a millones de personas al infierno creyendo que iban al cielo por esa ‘decisión’ tomada un día.
Esa es la razón por la que hay tanto nominalismo y carnalidad en tantas iglesias protestantes. Porque se ha dejado de predicar el evangelio de Jesucristo! Ahora, pregunta usted: Cuál es entonces el evangelio de Jesucristo? Bueno, que le parece si seguimos el ejemplo del mejor hombre entre los hombres, Juan el Bautista?
Marcos, el autor del evangelio que lleva su nombre afirma sin duda alguna que el principio del evangelio de Jesucristo ocurrió en la persona de Juan. El evangelista escribió, “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios” (Marcos 1:1). Y lo que escribe inmediatamente después es que el evangelio de Jesucristo inicia en las profecías del Antiguo Testamento, y la prueba de ello son dos de esas profecías: Malaquías 3:1 e Isaías 40:3. Sin embargo, esas profecías apuntan al hombre que vendría antes del Mesías a prepararle camino al Señor.
Lo que Marcos quiso darnos a entender es que el evangelio de Jesucristo dio inicio, no con la predicación del Señor, sino antes, con la predicación de Juan el Bautista. Ahora, si Juan el Bautista predicó el evangelio, no deberíamos nosotros predicar el mismo mensaje? Por supuesto que sí! Entonces, cómo fue que Juan predicó las buenas nuevas de Jesucristo?
1. Su vida fue una demostración del evangelio
- Vivía en el desierto (Marcos 1:4). En el desierto todo es seco, la tierra dura y quebradiza, infértil, hay serpientes, escorpiones y muchos otros peligros. Ahí predicó Juan, en un lugar que ilustraba el corazón de los hombres (Génesis 6:5; Ezequiel 36:26; Efesios 2:1-3).
- Vestía igual que Elías (2 Rey 1:8). No vestía como los oradores de su tiempo, sino que ilustraba la pobreza de todos los hombres para acercarse a Dios por sus propios medios (Marcos 1:6).
- Comía langostas y miel. Toda su vida la sometió para mostrar a Cristo. Las cosas que para nosotros son importantes (buena comida, confort, etc), para Juan no eran importantes (Marcos 1:6). Lo importante para él era mostrar a Cristo con su vida.
- Su humildad. Cuando Cristo salió a la luz, lo único que Juan quiso hacer fue desaparecer para que Cristo pudiera ser magnificado (Juan 3:30).
Vivía su vida con el único propósito de hablarle a los hombres y explicarles de su necesidad de salir del mundo. Para llegar a Juan los hombres debían salir de la ciudad. Bueno, si queremos predicar el evangelio,debemos decirle a los hombres que deben salir del mundo, dejar sus pecados, su vida, todo lo que tienen, si quieren aferrarse y seguir a Cristo.
2. Su predicación fue una articulación del evangelio
- En Marcos 1:3 el autor cita la profecía que decía, “voz que clama en el desierto.” Cuatrocientos años han pasado desde la última vez que Dios le habló a Su pueblo por boca de Malaquías y ahora dice esto habla de Juan, describiéndolo como un hombre que usó su boca para proclamar a Cristo. Su boca, sus palabras no fueron usadas para hablar vanidades, sino para proclamar a Cristo, Aquel que iba a venir. Qué tan diferentes son tantos púlpitos usados para contar chistes y agradar a los hombres!
- Dios envía a Juan para preparar los corazones de los hombres para la venida de Cristo. Y Juan lo hace predicando! En nuestros tiempos hay muchas iglesias que consideran que la predicación es anticuado y la han cambiado por obras de teatro, bailes, etc. Juan el Bautista creía la verdad escrita por Pablo a los corintios.
Qué diferente es en nuestros días! Sin embargo, la pregunta más importante es la siguiente: Cómo predicó Juan el evangelio?
A. Predicaba el perdón de pecados (Marcos 1: 4).
- Quería que la gente viera su necesidad de perdón. Esto es algo difícil en nuestros tiempos en donde muchos se creen buenas personas, por lo menos cuando se comparan con Hitler. Pero, cómo nos veríamos cuando nos comparamos con Dios? O con aquello que Dios nos dejó como una ley? La Biblia es clara en darnos nuestro diagnóstico delante de Dios; ella afirma en múltiples ocasiones que no somos buenas personas, sino malos, criminales, rebeldes (Ef 2: 1-3; Rom 3: 9-12; Rom 5: 10). Muchos judíos (fariseos) no creían necesitar el perdón –como hoy en día. Ellos se creían buenas personas, de hecho, se creían los mejores seres humanos. Pero, cuando Juan los enfrentó les dijo,
!!Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.” Mateo 3: 7-9.
Cómo hubiera tratado Juan a muchos ‘pastores’ que predican en nuestras iglesias?
B. Predicó la necesidad de arrepentimiento (v. 4)
- Juan predicó la necesidad de todo hombre de arrepentirse, es decir, de volverse de sus pecados a Dios. Un cambio de mente o de corazón. En esos tiempos los judíos nunca se bautizaban, sólo los gentiles lo hacían cuando se convertían al judaísmo. Sin embargo Juan afirma que todos los hombres, judíos y gentiles, debían arrepentirse de sus pecados, es decir, volverse de sus pecados a Dios por medio de Cristo. Juan llamó a todos los hombres a salir del mundo, odiando, dejando, y desechando sus pecados.
C. Predicó a Cristo (Marcos 1: 7-8)
- El énfasis de su predicación no era el bautismo, sino Cristo.
- Cómo fue que Juan predicó a Cristo?
- Su preeminencia: El mejor de los hombres se consideraba indigno de servirle a Cristo (v. 7). Cristo es lo más importante en el universo, no los hombres. Mucho de la predicación de nuestros días exalta a los hombres y destrona al Señor Jesucristo, el Amo de todo el universo. Los hombres deben saber que Cristo ha sido puesto por Dios por sobre todas las cosas (Efesios 1: 20-23).
- Su poder: El bautismo de Juan no podía limpiar los pecados, sólo prepararlos. Pero Cristo es tan poderoso que no sólo los limpia, sino que los limpia desde adentro y los sana. Sólo Él le puede dar vida a los hombres muertos en delitos y pecados. Hoy en día los hombres son los que tienen el poder de decisión. En la predicación de nuestros días el poder no está en Dios, sino en los hombres. Dios no puede hacer nada sin el permiso de los hombres. Sin embargo, la Biblia afirma que la salvación es de Jehová (Jonás 2:9).
- Predicó la cruz de Cristo: Juan predicó “a Cristo, y a éste crucificado.” A Él es a quien deben ver los hombres si van a ser salvos. Él dijo, “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). La cruz es el lugar en donde un pecador puede encontrar: justificación, adopción, perdón, propiciación, expiación, resurrección, reconciliación, etc. Todo lo que somos fue ganado en la cruz de Cristo (Rom 8:32). Sin embargo, hoy en día la predicación impresiona decir que esas cosas no son importantes. “Estar reconciliados con Dios? Para qué? No es que Dios nos ama a todos?” o “Adopción? COn qué fin? NO es que todos somos Sus hijos?” o “Expiación de pecados? Qué es eso? No es que Dios me ama exactamente como soy?”
La predicación de Juan el Bautista condena el mensaje de muchos pastores en el mundo!
Qué nos costará a nosotros llevar a los hombres a Cristo? Preferimos quedarnos callados o perder nuestro tiempo en vanidades? Preferiremos agradar a los hombres o luchar por que nuestro nombre y reputación no sean ‘manchadas’ por los hombres? Si hacemos esto, caeremos en la condenación de Pablo, especialmente si persistimos en enseñar un evangelio falso como el que ha sido enseñado desde tantos púlpitos.
Marcos escribió estas palabras del Señor en Marcos 8: 38, “Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.” Qué el Señor nos ayude a serle fieles, como lo fue Juan el Bautista, en la predicación de Su evangelio.
Siempre agradeciendole a Dios por seguirme alimentando con las publicaciones de esta pagina Sujetos a la roca. Que el Senor los siga llenando de sabiduria y los use para Su Gloria siempre!!
Gracias a Dios por ustedes, que cada dia les de mas sabiduria espiritual para que sigan siendo de bendicon para los demas. Bendiciones.