Matrimonio: Las Palabras Tienen Significado
Una de las características de esta era posmoderna es el desprecio por la verdad. En boca de todos está el dicho, “Usted tiene su verdad. Yo la mía.” Los posmodernos no creen en la verdad absoluta, sino que nadan en un nefasto relativismo. Ahora, todo es subjetivo. Todo depende de lo que una persona crea es lo correcto; todo es válido siempre y cuando ese algo sea lo mejor para esa persona. Esta es la clase de anti-intelectualismo que prima en nuestra sociedad.
Los posmodernos odian las definiciones! No las toleran precisamente porque se le pone un límite a lo que un término debe significar. Ellos desean que la definición de un término dependa de la persona. No puede existir una verdad absoluta, pues como dije, todo es relativo. Y esto es, evidentemente, una falacia. Todo el argumento posmoderno se cae cuando examinamos bajo la lupa cada una de sus inconsistencias doctrinales.
Y un ejemplo de este absurdo posmodernismo lo vemos en la re-definición del matrimonio. Este término significa en todos los idiomas, “la unión de un hombre con una mujer.” No hay otra manera de definirlo. Fue así como Dios lo definió, y es así como a lo largo de toda la historia de la humanidad ha sido entendido. Pero ahora, en nuestros tiempos, se ha tratado de re-definir este término, con la intención de incluír dentro de su definición la unión de personas del mismo sexo.
El matrimonio, entendido como el estado de estar unido a una persona del sexo opuesto como esposo o esposa, ha sido aceptado dentro de los artículos de la mayoría de las constituciones políticas de los países del mundo. Porqué? Porque las palabras significan algo. Un hombre es definido como tal por poseer ciertas características que lo definen como tal. Un perro es un perro precisamente porque cumple con las características que definen a un perro. De la misma manera el matrimonio es la unión de un hombre con una mujer porque esas son las características que han definido al término a lo largo de la historia.
Por lo tanto, la unión de personas del mismo sexo NO es un matrimonio, precisamente porque no cumple con las características que definen a un matrimonio. Pero, la mente posmoderna no puede entender esto. Porqué? Porque la mente posmoderna odia la verdad absoluta. Los posmodernos luchan por el relativismo y por desechar todo aquello que defina particularmente un término. Ellos buscan re-definir todo aquello que esté en contra de su subjetivismo.
Pero dejan claro que su movimiento no es lógico, que está lleno de contradicciones y que finalmente es un movimiento anti-intelectual. Cómo es posible que la verdad sea relativa? Sentarse a meditar en ese argumento tan sólo unos cuantos minutos deja ver claramente lo claro de su falta de lógica. Por ejemplo, si yo defino algo, estoy haciendo de esa definición algo absoluto. Es decir, si digo que mi automóvil es azul, estoy diciendo que absolutamente no es ni rojo, ni negro, ni blanco, ni verde. Es azul! Estoy haciendo de mi afirmación una verdad absoluta en ese momento. Yo no podría afirmar que mi auto es azul cuando no lo es. Eso sería una mentira y por lo tanto dejaría de ser una verdad.
Entonces, cuando una persona afirma que la verdad es relativa, esa afirmación se hace falsa. Porqué? Porque, entonces, esa misma afirmación sería relativa, y no debería ser tomada como un absoluto. Notan lo ilógico del argumento? Ellos afirman algo como un absoluto, pero su afirmación absoluta declara un relativo. Esto si que es anti-intelectual! Nadie podría afirmar que 2+2 es 4 porque la verdad no es absoluta, según nos dirían los posmodernos, sino que 2+2 puede ser todo lo que la persona quiera que sea. El resultado podría ser tan variable como hay personas en el mundo.
La pregunta es, cómo le vamos a creer a un movimiento tan ilógico y anti-intelectual como este?
La lucha en favor de los “matrimonios” gay es una lucha ilógica y anti-intelectual. Y digo esto precisamente por lo que ya dije antes, es decir, porque las palabras significan algo. El matrimonio tiene una definición específica, si cambiamos esta definición deja de ser matrimonio y se convierte en cualquier otra cosa.
Los liberales y aquellos que apoyan estas uniones están celebrando la victoria lograda en el estado de California en esta semana. Los mismos medios de comunicación lo ven como un avance en el pensamiento posmoderno. Sin embargo, como han dicho muchos en estos días, lo que los medios no han publicado es que el juez Vaughn R. Walker es un homosexual, lo que le hace cómplice de su propia decisión. Los que han podido leer la sentencia de este juez se han podido dar cuenta de lo ilógico y necio de los argumentos proveídos.
El matrimonio se define como la unión entre un hombre y una mujer con el fin de convivencia, edificación mutua, y procreación. El “matrimonio” gay no sólo es ilógico en sus fundamentos, sino que también es anti-natural. Ninguna sociedad puede sobrevivir bajo este tipo de relaciones. Porqué? Porque lo natural es que una especia se procree para que no llegue a extinguirse. El “matrimonio” gay no es natural bajo el exámen científico. Me gustaría saber lo que Darwin, héroe de muchos de estos liberales posmodernos, pensaría con respecto a la capacidad de supervivencia de este tipo de uniones?
Pueden leer todo el texto de la sentencia aquí. Además les recomiendo leer los siguientes artículos: Albert Mohler, Denny Burk, Frank Turk, y Donald Hank.
sujetosalaroca.org
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Hermano Eduardo,
Una vez más me siento llamado a llevarte la contraria.
Nada me encantaría más que declarar que cada palabra tiene una y solo una definición, o, que de todas las definiciones habidas y por haber, yo tengo LA definición inerrante.
Nuestra conversación sobre MALAKOS paró, creo yo, por falta de más evidencias. Habíamos llegado al acuerdo, creo, que la opinión de un grupo grande de expertos es que MALAKOS se refiere a “un joven retenido para relaciones sexuales con otro hombre.”
Sin embargo continuás usando biblias en donde 1Cor6 traduce MALAKOS incorrectamente como “afeminado.”
Las palabras tienen significados.
Cuando dos cristianos, después de pedir la dirección Divina llegan a conclusiones distintas sobre una palabra u otra, no es asunto de condenarse los unos a los otros. O de cuestionar si de veras somos creyentes o no. En algunos casos yo tendré la razón. En multitudes de otros casos, yo estaré equivocado. Pero no es asunto de ponerme una etiqueta, como post-modernista, o arminiano, o saprissista, para entonces condenarme más fácilmente.
¿Y quién sabe? Tal vez solo los Heredianos heredarán el Reino de los Cielos…
Mi nombre es Ricardo, Dios me ama tal como soy.
http://fundanon.wordpress.com
Ricardo,
Nunca llegamos a un acuerdo que yo sepa. La prueba en 1 Cor 6:9 en contra del homosexualismo como un estilo de vida pecaminoso no está en la palabra malakos, sino en la palabra arsenokoites, y ese fue el enlace que hice en tu entrada (creo que no la leíste). O estás afirmando que esa palabra no está en el texto original? Como se traduce ese término griego: “aquellos que practican el homosexualismo.” Entonces, las palabras sí tienen un significado. Y entre las características de los posmodernistas está evitar las definiciones y las verdades absolutas. Y una muestra clara es la re-interpretación de los términos. Y eso es lo que han hecho con el matrimonio.
Hermano Eduardo,
Tengo dos puntos básicos:
Primero, pido respeto para opiniones distintas entre cristianos. Yo soy hijo de Dios, soy Cristiano. Tenemos muchas más cosas en común que cosas que nos separan.
Segundo, pido mejor disciplina académica.
Si usáramos la definición de matrimonio que estás sugiriendo, mi tía, diez años después de la muerte de su esposo no debiera haberse casado de nuevo, ya que no pueden tener hijos. (Son un amor, esos dos viejitos, siempre caminando de la mano.) Tendríamos que desechar, de plano la sugerencia de San Pablo, de que es preferible quedarse soltero, ya que esa sugerencia es totalmente contra naturaleza.
Tendríamos que exigir exámenes físicos para comprobar que ambos conyugues son fértiles. Tendríamos que meternos en el berenjenal de aceptar divorcios si por una razón u otra el hombre es incapaz de darle una hija a su esposa. Tendríamos que eliminar familias como la mía que han crecido por medio de adopción.
Es cierto grupo doctrinal de Cristianos los que más bien han tratado de apoderarse de la definición de “matrimonio” para eliminar cualquier argumento que pueda debilitar la pelea contra los gay. En ese proceso se estan llevando en banda a muchos de nosotros que no tenemos nada que ver con eso.
Es posible que no hay forma de darle validez al matrimonio Gay. Pero los argumentos que usas en contra tampoco tienen validez.
Al igual que los posmodernistas (quienquiera que sean,) estas cambiandole el sentido de la palabra Matrimonio.
Ricardo,
Si has leído el libro de Génesis sabrás que Dios dispuso el matrimonio. Fue Él quien lo definió. No fue el hombre. Y cómo lo dispuso? Un hombre se uniría a una mujer, serían una sola carne, y entre sus propósitos estaría el procrear. El tener hijos no define el matrimonio, sino que es uno de sus propósitos. El matrimonio es definido com la unión entre un hombre y una mujer. La infertilidad es una consecuencia del pecado. Sin embargo, es muy diferente el propósito en la unión entre un hombre y una mujer que la de dos hombres o dos mujeres. Estas últimas no pueden ser consideradas matrimonios porque el matrimonio tiene una definición particular, con un fin particular, los cuales no están presentes en las uniones homosexuales.
Entonces tu tía y tu tío son considerados un matrimonio a pesar de no tener hijos, precisamente porque eso no es lo que los define como un matrimonio. Todo tu argumento es ilógico y no cumple ni siquiera con lo que exiges con respecto a la academia. Deberías aprender a leer mejor los escritos de otras personas. Te darías cuenta de lo que digo en lugar de suponer cosas que nunca escribí. Nunca dije que la procreación fuera lo que definía a un matrimonio.
Hermano Eduardo,
Gracias por tu exhortación a aprender a leer mejor. Haré lo posible, con la ayuda de Dios.
Sí, efectivamente he leído Génesis, y sigo leyéndolo todo el tiempo. No encuentro adonde dice que “El MATRIMONIO es definido como la unión entre un hombre y una mujer.”
Las palabras tienen sentido.
Tratar de apropiarse de la palabra “Matrimonio” para aprobar solo cierto tipo de matrimonio no es buena idea. La Universidad Cristiana Bob Jones, en el sur de los Estados Unidos sólo cambió su definición de matrimonio el año 2000. Pero según he oído, aunque sus estatutos no lo dicen, todavía, informalmente, se le hace mucha presión a sus estudiantes para evitar noviazgos o matrimonios inter-raciales. (No fue hasta 1970 que empezaron a aceptar estudiantes negros.)
Aun hoy, en nuestra cultura Latina, se pisotea el concepto bíblico del matrimonio cuando padres o familiares obligan a dos jóvenes a casarse porque han concebido un hijo. Eso pasa hasta en las mejores de nuestras iglesias.
Con las mejores intenciones, de mantener un matrimonio unido, demasiadas veces nuestros pastores han ignorado las señales de violencia doméstica. Entonces resulta que es preferible mantener las apariencias de un hogar con un padre y una madre, a pesar del daño que eso produce a los hijos, y a la esposa. Y peor, el daño al concepto bíblico del matrimonio.
Hermano Eduardo, me preocupa tu comentario “La infertilidad es una consecuencia del pecado.” Creo que entiendo lo que estás diciendo, y no tengo interés en meterme en una discusión larga sobre el tema de Teodicea (la disciplina filosófico-teológica que trata de conciliar la existencia de Dios con la presencia de mal en el mundo.)
Me preocupa que algunos de tus lectores se confundan y crean que estás culpando a las víctimas de infertilidad por algún pecado que ellos hayan cometido. Es un peligro culpar a Satanás de cualquier enfermedad y achacarle a Dios cuando recobramos la salud, porque entonces Satanás siempre va a ganar.
Ricardo,
Es típico tu interpretación liberal de las Escrituras. Génesis definitivmente no dice matrimonio, pero la humanidad ha definido esa palabra con base en lo que Dios dijo en Génesis 2, es decir, que Él creó al hombre para que se uniera por toda su vida a la mujer. Dios no creó dos hombres, ni dos mujeres, sino un hombre para una mujer con el find e que fueran una sola carne. Eso es el matrimonio. Todo el Pentateuco define el matrimonio así. Las palabras tiene significado.
Para aclarar: “La infertilidad es una consecuencia del pecado original.” No estoy culpando a Satanás ni a las víctimas de algún pecado particular que los haya hecho estériles, aunque eso puede pasar como parte del castigo de Dios (aquellas mujeres promiscuas que quedan estériles por enfermedades de transmisión sexual, por ejemplo), sino que es resultado del pecado de Adán que consumió a toda su descendencia y a la creación misma a la muerte y la corrupción.