Razones para Perseverar en la Oración Corporativa
En su epístola a los Colosenses Pablo escribe un mandamiento para esta jóven iglesia. Es un mandamiento que debería aplicarse a nuestra vida personal, pero creo que mucho más que eso, es un mandamiento para la iglesia: perseverar en la oración corporativa. El apóstol escribe, “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracia” (Colosenses 4:2).
Y Pablo ha ennumerado varias razones por las que los colosenses debían perseverar y velar en la oración como iglesia. Es importante notar que Colosenses 4: 2 viene después de todo un discurso de Pablo con respecto a lo difícil que es vivir una vida cristiana. Y él enumera en este discurso varias razones para perseverar en la oración:
1. Para poder conocer la voluntad de Dios y andar en ella:
En Colosenses 1: 9-11 Pablo escribe, “9Por esta razón, también nosotros, desde el día que lo supimos, no hemos cesado de orar por vosotros y de rogar que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, 10para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios; 11fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo.”
Una de las razones por las que debemos reunirnos como iglesia para orar es precisamente porque ninguno aquí puede por sus propios medios conocer la voluntad de Dios, ni tampoco tiene el poder o las fuerzas para hacer por sí mismo la voluntad de Dios.
El creyente reconoce que sólo Dios puede hacernos andar en Sus caminos, porque es precisamente lo que Dios ha revelado en Su palabra. Hebreos 13: 20-21 dice,
20Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor, el gran Pastor de las ovejas mediante la sangre del pacto eterno, 21os haga aptos en toda obra buena para hacer su voluntad, obrando El en nosotros lo que es agradable delante de El mediante Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
Quién es el que diga que puede hacer esto independientemente de Dios? O cuál es la iglesia que diga que puede hacer esto sola?
2. Para protección contra las falsas doctrinas:
En Colosenses 2: 8 el apóstol escribe, “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.”
Las herejías que estaban siendo enseñadas en la iglesia en Colosas fue el motivo por el cual Pablo les escribió esta carta. Como había dicho al inicio, ésta era una iglesia joven razón por la cual quizás estaba siendo atacada por falsos maestros queriendo introducir un mensaje ajeno al evangelio.
Cuál creía Pablo que era un medio para que la iglesia en Colosas fuera protegida de estas falsas doctrinas? La oración. En el capítulo 1, como vimos en el punto anterior, Pablo rogaba y oraba sin cesar para que Dios protegiera a esta iglesia, y es el mismo medio que tenemos a nuestra disposición.
Cómo haremos para protegernos de todas las falsas enseñanzas que están inundando al mundo y a muchas iglesias en el mundo? Por medio de la oración. Por medio de ella le pedimos a Dios que nos guarde de todas aquellas doctrinas humanas que puedan poner en peligro nuestra fe.
Cómo esperamos nosotros que Dios nos alimente con Su palabra y Su conocimiento si como iglesia no nos reunimos ni perseveramos juntos en la oración? Debemos pedirle a Dios que proteja a nuestras iglesia de las falsas doctrinas, del error, y que nos guíe siempre por la verdad. Y esto lo hacemos mediante la oración corporativa.
3. Protección en la lucha contra nuestra carne:
En el capítulo 3: 5-4:1 escribe el apóstol,
5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; 6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. 12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.”
Creemos nosotros que podemos luchar y vencer nuestros pecados por nuestras propias fuerzas? Creemos nosotros que podemos ser santos fuera del poder de Dios en nosotros? La oración es esencial para poder luchar contra el pecado que mora en nosotros y que puede perjudicar a la iglesia.
Pero no sólo debemos cuidar nuestra propia vida, sino que debemos velar por nuestras relaciones familiares y personales con otros. Pablo continúa diciendo en el versículo 18,
18 Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. 20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. 21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. 22 Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. 25 Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas. 4 1 Amos, haced lo que es justo y recto con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis un Amo en los cielos.”
Cómo estarán sujetas las esposas de esta iglesia a sus maridos? Cómo podremos amar los maridos de esta iglesia a nuestras esposas como Dios lo exige? Cómo seremos padres y madres cristianos? Cómo podremos ser los empleados o jefes que Dios quiere que seamos? La realidad es que ninguno de nosotros puede hacer esto por sus propias fuerzas. Esto sólo lo puede hacer Dios en nosotros.
Entonces, no debería, la iglesia local, perseverar en la oración para que poder luchar contra todo aquello que hay dentro de nuestro corazón y que nos quiere alejar y evitar que obedezcamos a Dios?
Noten la gran cantidad de cosas que cita Pablo y en las cuales fallamos todos nosotros. Realmente creemos que podremos hacer esta lucha sólos? La oración demuestra que reconocemos nuestra dependencia de Dios para que nos supla con todo aquello que necesitamos para vencer y hacer Su voluntad.
sujetosalaroca.org
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