La Declaración de Manhattan
Muchos comentarios han surgido en internet sobre el reciente documento denominado “La Declaración de Manhattan.” Este documento surgió como una respuesta cristiana a los recientes ataques a los que se ha enfrentado la iglesia en los Estados Unidos. Chuck Colson, una de las mentes que produjo la declaración dice,
También es un claro mensaje a las autoridades civiles que no nos quedaremos quietos, bajo ninguna circunstancia, mientras nuestra libertad religiosa es atacada.”
Es claro que, por lo menos en el país norteamericano, las autoridades han atacado las creencias bíblicas a las cuales se adhieren millones de personas. Iglesias están siendo obligadas a prestar sus instalaciones para la realización de bodas entre homosexuales; pastores siendo demandados por predicar acerca del pecado y en contra del homosexualismo, etc. El odio a las verdades bíblicas y al Dios verdadero es tan evidente en muchos de los que representan el poder en los Estados Unidos, que se han dedicado a atacar a cualquiera que represente el cristianismo.
Han habido voces a favor de la declaración, como Albert Mohler, quien firmó el documento (ver otros), otras voces en contra como John MacArthur (ver otros aquí) y hasta otros que parecen ser neutrales. Y a pesar de que no es un documento en el que deba participar un latino, considero que muchos de los líderes de nuestros países están siguiendo los pasos de los liberales norteamericanos, y están queriendo atacar el matrimonio, promover el homosexualismo, etc.
He leído varias respuestas con respecto a la declaración, y me gustaría dar un breve comentario de lo que creo es un problema real. Me estoy refiriendo, como muchos lo han expresado en sus propios blogs, sobre el ecumenismo tan notorio en la declaración. Quiéranlo o no, acéptenlo o no, el documento es una declaración que fue formulada con la idea de ser una respuesta cristiana. Para los que lo conocen, Chuck Colson es un hombre que apoya abiertamente el movimiento ecuménico entre protestantes y católicos romanos. Él mismo escribe lo siguiente, “es uno de los más importantes documentos producidos por la Iglesia Americana.”
Nadie puede negar que la Declaración de Manhattan es un documento ecuménico. Noten nada más uno de los párrafos del escrito,
Nosotros, como Ortodoxos, Católicos, y Cristianos Evangélicos, nos hemos reunido, iniciando en Nueva York el 28 de Setiembre del 2009, para hacer la siguiente declaración, que firmamos como individuos, no en representación de nuestras organizaciones, sino hablando hacia y desde nuestras comunidades. Actuamos juntos en obediencia al único Dios verdadero, el Dios trino de santidad y amor, quien ha tomado total posesión de nuestras vidas y por ese reclamo nos llama con los creyentes de todas las eras y todas las naciones para buscar y defender el bien de todos los que llevan Su imágen. Creamos esta declaración a la luz de la verdad que está basada en las Sagradas Escrituras, en el razonamiento humano, y en la misma naturaleza de la persona humana. Llamamos a toda la gente de bien, creyentes y no creyentes por igual, para que consideren y reflexionen criticamente en los temas que aquí tratamos pues nosotros, como San Pablo, hacemos este llamado a la conciencia de todos a la vista de Dios…Nosotros somos cristianos que nos hemos unido a pesar de las diferencias históricas en la línea eclesiástica para afirmar nuestro derecho-y más importante, abrazar nuestra obligación-de hablar y actuar en defensa de estas verdades.”
Si me pidieran firmar el documento-y no lo van a hacer-considero que no sería lo correcto por la razón que brindaré a continuación. La Declaración dice, “Nosotros, como Ortodoxos, Católicos, y Cristianos Evangélicos, nos hemos reunido…Nosotros somos cristianos que nos hemos unido a pesar de las diferencias históricas en la línea eclesiástica.” Mi pregunta, para iniciar mi respuesta, es la siguiente: Qué es lo que hace a una persona un cristiano? Lo hace el reconocer que el Dios de la Biblia es el único Dios verdadero? Lo hace el reconocer que Dios es trino? Por supuesto estas son doctrinas esenciales para ser salvos. Pero, no hacen lo mismo los demonios? Es decir, suponen ustedes que los demonios no creen que Dios sea uno, o que la Trinidad es una realidad? Los demonios saben perfectamente que no existe otro Dios, que el Padre es Dios, que el Hijo es Dios, y que el Espíritu Santo es Dios.Y sabemos que ese conocimiento no hace a los demonios cristianos.
Lo que lo hace a uno cristiano es el evangelio de Cristo. Es en el evangelio en donde podemos reconocer la Santidad, Justicia, Bondad, MIsericordia y Amor de Dios; es en el evangelio en donde podemos reconocer la maldad de nuestro propio corazón, rebelde, obstinado y orgulloso, siempre buscando la manera de quitarle la gloria a Dios. Es en el evangelio en donde podemos reconocer que nosotros estamos totalmente desprovistos de la justicia que exige Dios y es en el evangelio en donde vemos la sabiduría de Dios para castigar el pecado de un pueblo, propiciar Su ira a causa de ese pecado, sin tener que castigar a algún individuo de Su pueblo. El evangelio nos muestra a Cristo como nuestro sustituto, y de quien obtenemos el perdón de pecados, y la justificación por medio de la fe. Esto es lo que caracteriza al cristiano.
Pero, podrá considerarse cristiano a aquel que cree que la salvación es por obras? Podrá serlo aquel que cree que la en el bautismo se infunde la justicia de Dios para que luego la persona obre cada día buscando justificarse a sí mismo? O aquel que cree que hay otros mediadores entre el hombre y Dios? Si la respuesta es no, entonces que hacen creyentes firmando un documento que afirma que tales personas son cristianas? Yo creo firmemente en la libertad religiosa de las personas, sin embargo cuando se crea un documento que afirma que personas que han pisoteado el evangelio de Cristo pueden ser contadas como cristianos, me deja atónito, pues esto hace pensar a los incrédulos que pueden encontrar la salvación en las falsas iglesias como las católico romanas.
El ecumenismo ha sido un gran problema en años recientes. Muchos creyentes han abrazado la mentira que el catolicismo romano contiene el verdadero evangelio, cuando la verdad es que lo que predica Roma es un falso evangelio, que ha condenado a más personas que cualquier otra herejía que haya sido propuesta. En mi humilde opinión, considero el documento un “obscurecimiento del evangelio” de Cristo, para utilizar las palabras de James White.
Sólo el verdadero evangelio puede transformar el pensamiento de los hombres. Pero si éste ha sido afectado al aceptar a los que predican una mentira como si fueran verdaderos cristianos, se quita el único poder que existe para la salvación de las almas. No estoy diciendo que un incrédulo no pueda ver la maldad del aborto o lo incorrecto del matrimonio homosexual, sino que como cristianos debemos preocuparnos prioritariamente porque el evangelio sea mostrado a toda criatura. De ahí debe partir nuestro deseo de transformar al mundo. Espero que lo que hayan leído la Declaración brinden sus opiniones aquí.
sujetosalaroca.org
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Esto me ha dejado pensando muchísimo y quiero exponer algunas de mis iquietudes. Estoy de acuerdo con la posición que expone Eduardo y también leí las buenas razones de MacArthur, pero quiero entonces pensar o cuestionarme ¿cuál habría sido una manera correcta de abordar este problema?, ¿qué se podría hacer? – ¿Qué tal si utilizamos el derecho que como ciudadanos tenemos de expresar nuestras opiniones y defender nuestros derechos?
Más que todo quiero pensar en cuál habrá de ser nuestra posición, cuando este mismo asunto lo estemos discutiendo en el ámbito nacional, en cada uno de nuestros países.
La alternativa que encuentro es la siguiente: El problema debe ser atacado utilizando únicamente las armas del derecho civil, la discusión religiosa debe darse a otro nivel y en otras circunstancias, congresos teológicos, etc. Es decir, si hay una propuesta legislativa para legalizar el aborto, por ejemplo, la oposición a esta iniciativa debe ser un frente unido de ciudadanos cuya convicción es contraria a esta práctica. Deberíamos poder mostrar que existe un grupo heterogéneo de cuidadanos, con muy distintas convicciones religiosas, y hasta de diverso trasfondo cultural, que coinciden en que esta ley no debe ser aprobada y el Estado debería respetar a esta importante población.
Lo que deberíamos impedir es que los políticos quieran poner el asunto como que la aprobación de la ley es afectada por un deseo de quedar bien con los católicos o con los evangélicos, o con el “cristianismo nominal”.
Otra idea que considero apropiada, para no caer en el peligro de dar una imagen de la falsa unidad, del ecumenismo, es la organización de grupos de lucha por sectores, que los católicos envíen su documento de reprobación, y las diferentes denominaciones hagan lo suyo.
Una de las cosas que creo que perdemos de vista al querer mezclar la presentación de un documento de esta índole con la presentación del Evangelio es que no estamos hablando con un Estado Cristiano. Si el Estado se declara cristiano, podríamos utilizar argumentos y debates teológicos para mostrar a los gobernantes que están pisoteando la Fe cristiana, pero este no es el caso. El Estado es abiertamente secular.
Si el debate en con respecto a qué es el verdadero evangelio, debemos prepararnos para defenderlo, pero como bien dijo Eduardo, oponerse al aborto o al homosexualismo no es ser cristiano, estamos abordando el tema inapropiadamente.
Aunque suene un poco extraño, creo que para que podamos luchar contra estas nefastas tendencias, lo único que nos queda es luchar no desde una perspectiva teológica sino desde el campo civil, yo diría esto: Somos una mayoría de ciudadanos de diversas tendencias políticas y religiosas, no todos cristianos, pero todos estamos de acuerdo en esto y lo otro, y exigimos de un gobierno que proclama ser democrático, que se escuche y respete nuestra voz.
¿Por qué pienso esto?
Porque realmente fue una minoría, pero una minoría muy activa y con un propósito muy claro, a saber – los activistas gay y de derechos humanos- los que han logrado lo que han logrado en los Estados Unidos.
Por otro lado y de forma individual y de iglesia lo que tenemos que hacer es orar y orar sin cesar para que sepamos cómo enfrentar lo que sea que venga. Si el Señor ha determinado que el país en que vivimos sucumba a esta inmoralidad, que nos de fuerzas y sabiduría para sufrirlo, pero si Él nos quiere conceder victoria en cuanto a estos temas, mucho mejor.
Bendiciones
Alexander
Alexander,
Gracias por tu reflexión. En mi opinión creo que debemos atacar estos problemas desde una perspectiva bíblica. Pero sabemos que los incredulos siendo portadores de la imagen de Dios y teniendo la ley escrita en sus corazones, tambien pueden ver la maldad del aborto, el homosexualismo, etc, y junto con ellos debemos luchar contra estas maldades. SIn embargo creo que MacArthur hace un gran aporte cuando dice, “Volviendo a los tiempos más tempranos de la iglesia, los Cristianos se han negado a compometer su proclamación del evangelio.” Cuando nuestras luchas nos hacen decir o hacer cosas que comprometen el evangelio, debemos tener claro que hemos pecado.
Creo que hay cosas por las cuales nos podemos trabajar juntos, realmente no se pueden negar las coas en comun y trabajar por ellas, esto no nos debe llevar a perder la prevalencia del evangelio. Sin duda confio en la Soberania de Dios. No podemos desconocer nuestra ortodoxia, el verdadero sentido del catolicismo y nuestro evangelicalismo. Estos tres momentos son muy validos y hacen parte de nuestra identidad.
Sin duda debemos cuidarnos de un ecumenismo impropio que nos lleva a desconocer la Absoluta Verdad de las Escritural. La verdad creo que las palabras de Chuck Colson son sentasatas y muy validas, creo que es un llamado también a que los verdaderos creyentes que hay en las diferentes denominaciones proclamen los principios del Reino, no solo los bautistas, presbiterianos, luteranos, anglicanos y todas las denominaciones “reformadas” son el “Pueblo de Dios”. Todo aquel que conoce la voz de su Pastor (Jesucristo) hace parte de su pequeño redil. Yo me uno a esa voz de Chuk Colson a que los creyentes nacidos de nuevo de toda raza, nación y denominación, salgan a hacer una apologia llena del poder del Espiritu, por los valores del Reino.
Sea la Gloria al único Dios sabio!
Fernando,
El problema con Chuck Colson es que el afirma que los catolicos romanos son tan creyentes como los evangelicos. Para Colson los católicos romanos se diferencian con nosotros en ciertas cosas irrelevantes, como la eclesiología, pero en lo demás somos iguales. Y eso es una mentira, y es lo que hace del ecumenismo algo tan peligroso. Como evangelicos debemos denunciar el falso evangelio que es predicado por Roma, su franca idolatría, etc. Si hacemos creer que el evangelio de Roma es el mismo evangelio protestante estamos poniendole un velo al poder de DIos. La gente debe saber que Pablo condenó el evangelio judaizante y le llamó anatema. Lo mismo debemos hacer nosotros, y no debemos hacerles creer a los católicos romanos que son salvos.
Eduardo, estoy de acuerdo, mi posición no es defender a los catolicos romanos como intitución. Pero creo que es valido el trabajo en defenza de principios del Reino, voy a ponerte un ejemplo, en mi país, entro el protestantismo, gracias a los mazones y los liberales, esto no es muy Biblico, pero creo que es la acción de la Soberania de Dios, se que hacer ciertas declaraciones por parte de Colson pueden ser anti Biblicas, pero creo que aun asi Dios esta obrando, esto no quiere decir que caigamos en el error de no decir lo que está incorrecto a la luz de las Escrituras, pero creo que hay que esperar el resultado también antes de condenar esta iniciativas. Personalemte tengo cierta apertura a estas iniciativas.
Bueno, Fernando, personalmente y con todo respeto yo estoy de acuardo con Eduardo, simplemente la religión católico romana es una religión falsa, y no podría juntarme con ellos en un asunto tan serio, no podría aderir mi firma a un documento y declarar que estas personas son cristianos verdaderos, ellos predican un falso evangelio pues su fundamento es una serie de tradiciones erradas, y un grupo de hombres corruptos y pecadores en la lugar de la regla infalible de las ecrituras pero bueno eso ya lo sabemos el punto es que un cristiano puede ser tolerante en muchas cosas pero en otras muy ciertas cosas no es posible la tolerancia, yo puedo entender que ellos vean lo malo del matrimonio homosexual, lo mano del aborto pero para ellos oponerse a esto es una obra más en busca de la salvación, y para nosotros es simplemente predicar la verdad del evangelio yo puedo tolerar su oposición, pero no el fín de su oposición y por tanto no puedo unirme a ellos porque como dijo lutero estoy cautivo por la Palabra de Dios, por la soberanía de Dios y por la gracia y misericordia de Dios.
El señor les bendiga abundantemente en Cristo Jesús.
Me parece muy buena unas palabra que dicen los católicos. Hermanos separados, escojo de esa oración separados, por que ninguna comunión tiene la luz con las tinieblas. a mis amigos católicos el señor JESÚS les dice salid de ella pueblo mio para que no seáis participes de sus plagas. (Y no tardan mucho)
Me parece que cualquier asociación antibíblica con aquellos que predican otro evangelio es absolutamente contraria a la voluntad de Dios. Por otro lado, los creyentes deben actuar a partir de principios inmutables revelados en las Sagradas Escrituras y no evaluar sus actuaciones en función de los resultados, eso es mero pragmatismo. En el mismo sentido, la razón por la cual muchos creyentes son proclives a este tipo de asociaciones es debido a que se ha perdido de vista cual es el propósito por el cual existe la iglesia. Esta no fue establecida para resolver los problemas inmanentes de este mundo, sino para proclamar el puro y santo mensaje del evangelio de Jesucristo en medio de una humanidad depravada, rebelde y perdida. Esta es la verdadera contribución que la iglesia hace a esta sociedad. La iglesia no fue llamada a influenciar la sociedad, a presionar a los políticos por medio de alianzas o a la creación de organizaciones que se opongan a la aprobación de leyes que, en definitiva, tarde o temprano se aprobarán porque es una de las señales que el mismo Señor Jesucristo profetizó que caracterizarían al mundo antes de su segunda venida (Mateo 24:12).
Muchos dirán, ¿entonces tenemos que ser meros espectadores ante la depravación prevaleciente de la sociedad en la cual vivimos? EN ABSOLUTO. La iglesia tiene un rol que cumplir y, al igual que los profetas del Antiguo Testamento, hemos de poner en evidencia por todos los medios legítimos a nuestra disposición la realidad de dicha depravación, sus consecuencias inherentes y, sobre todo, enfatizar el llamado al arrepentimiento, y a la fe en nuestro Señor Jesucristo. “Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí” “Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas…”
El Señor les bendiga y siga guiando
Un gran abrazo