Descifrando Pasajes Difíciles: Romanos 5: 12-21

Viviana, una lectora de este blog ha estado luchando, desde hace un tiempo ya, con el tema de tener un pastor en su iglesia con quien no comparte su doctrina. Viviana y su esposo son reformados, y su pastor aparentemente es arminianista. Hace unos días me escribió con respecto a una conversación que tuvo con su pastor acerca de Romanos 5. El comentario que me hizo Viviana fue el siguiente,

“El otro día hablando con el pastor de la iglesia donde asisto, me dijo que el pasaje de romanos 5, Pablo habla de “todos”, “muchos”, etc. Él me decía que si por una sola persona, Adán, todos nos constituimos pecadores, entonces también por un solo hombre, Cristo, todos seríamos justificados. En este sentido me decía que el juego de palabras era que si en realidad todos pecamos, entonces Cristo murió por “todos” y que todos serán justificados, por ende salvos. Él sabe que no todos serán salvos, me lo dijo para que viera lo absurdo de creer que todos pecamos.”

Muchos critican a los calvinistas argumentando que son orgullosos. Orgullosos porque creemos saber leer mejor la Biblia que los demás.  Y mi respuesta a estos críticos es: Sí! Pero no lo digo con orgullo, sino con un corazón lleno de tristeza y lágrimas, porque veo en mis críticos mucho más orgullo que en mí.

Y en parte, cuando nos critican a los calvinistas, quizás tengan razón, pues en ocasiones pecamos creyéndonos superiores a aquellos hermanos que no comparten las mismas doctrinas nuestras, y tratamos con ellos como si los despreciáramos por no ver lo que Dios nos ha permitido ver a nosotros. Y este es un punto importante: Dios es quien nos ha permitido ver claramente las doctrinas de la gracia. Esto no depende de nosotros, sino de Dios.

Pero, los arminianistas y demás personas que rechazan a los calvinistas, tienen un orgullo mayor. Porqué? Porque su orgullo se rebela contra la verdad que Dios ha revelado en Su palabra. Y es su error no leer la Biblia como debe leerse.

Uno de los principios hermenéuticos básicos para estudiar la Biblia es el siguiente: un versículo debe entenderse como perteneciente a un capítulo; un capítulo como perteneciente a un libro; y un libro como perteneciente a la Biblia; y la Biblia como la palabra de Dios. Es decir, para poder entender un versículo, debemos saber que es lo que dice el capítulo sobre el cual el autor está refiriéndose con respecto a una enseñanza de su libro/epístola, sabiendo que debe estar de acuerdo con el resto de la Biblia, debido a que ésta es la palabra de Dios y por lo tanto no puede contradecirse.

Con esto dicho, analicemos un poco el comentario del pastor de nuestra hermana Viviana. Vean lo que dice primero,

“El otro día hablando con el pastor de la iglesia donde asisto, me dijo que el pasaje de romanos 5, Pablo habla de “todos”, “muchos”, etc. Él me decía que si por una sola persona, Adán, todos nos constituimos pecadores, entonces también por un solo hombre, Cristo, todos seríamos justificados. En este sentido me decía que el juego de palabras era que si en realidad todos pecamos, entonces Cristo murió por “todos” y que todos serán justificados, por ende salvos.”

Con este comentario podríamos decir que este hombre profesa el universalismo, es decir, que todos los hombres, sin importar si creyeron o no en Cristo, serán salvos. Pero, como sé, por comentarios previos de Viviana, que este pastor es arminianista, me da más lástima que hasta un universalista entienda mejor la doctrina de la expiación de Cristo que los arminianistas. Y con esto quiero dejar claro que considero al universalismo una herejía.

Porqué digo que los universalistas entienden mejor la expiación? Porque ellos comprenden que lo que Cristo hizo en su encarnación y en su muerte en la cruz, lo hizo cargando los pecados de Su pueblo, logrando así, de hecho, la reconciliación de los hombres con Dios, de quien estaban separados totalmente por su propio pecado. O sea, Cristo en su muerte logró que los pecados de Su pueblo fueran perdonados, y les otorgó la justicia que les faltaba para poder reconciliarse con Dios.

Para los arminianistas, Cristo sólo hizo la salvación posible para los hombres. Ahora depende de ellos, es decir, de su propio libre albedrío, tener fe en Cristo para poder gozar de esa reconciliación, la cual, por supuesto, pueden perder, con esto haciendo la obra de Dios Padre y Dios Hijo un fracaso. Ese es el problema principal de la doctrina arminianista de la salvación.

Pero, como sabemos por las palabras de Cristo que el universalismo es una herejía, pues hay personas que irán al infierno en el día postrero, analicemos los argumentos arminianistas con respecto a la expiación ilimitada en Romanos 5: 12-21, el cual lee así,

“12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. 14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. 15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo. 16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación. 17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. 18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos. 20 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; 21 para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.”

El Problema

Cuando leemos este pasaje nos llama la atención los versos 16 al 19, pues leyéndolos rápidamente pareciera que nos dan la idea de universalismo. Es decir, Adán pecó y en él pecaron todos los hombres. Cristo vino a justificar, y en él se justificará toda la humanidad.

Si yo le preguntara a un arminianista si todos los hombres que han existido seran salvos, me dirían que es falso. Los arminianistas creen que hay hombres que están y estarán en el infierno. Pero, porqué defienden la expiación ilimitada si en lugar de ayudar a su argumento pareciera favorecer el universalismo?

La única respuesta es su falla en la aplicación de una correcta hermenéutica. No solo leen pasajes fuera de contexto, sino que en sus argumentos contradicen grandes verdades bíblicas. Pero, como sabemos que la Biblia habla de una expiación limitada, es decir, que Cristo murió únicamente por Su pueblo, compuesto por las ovejas que el Padre le dio en Su mano, y de las cuales no perderá a ninguna, cómo podríamos armonizar Romanos 5?

Solución

Si trato de no caer en el error arminianista debo entonces practicar una correcta hermenéutica para poder interpretar este pasaje de Romanos 5. Cómo, entonces, solucionamos el aparente problema en vista de que Pablo escribe que el pecado de Adán afecta a “todos los hombres,” y que igualmente la justicia de Cristo vino a “todos los hombres”?

Lo primero que debemos hacer es saber de lo que Pablo está escribiendo en este capítulo, y lo que vemos es que Pablo está explicando como los resultados de la justificación y como es que un hombre puede ser justificado, es decir, cual fue el medio, y es en el verso 17 donde escribe, “Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.”

Lo que Pablo está argumentando en este capítulo es que todos los hombres son enemigos de Dios (Romanos 5: 10) por ser pecadores, y  son pecadores porque son descendientes de Adán, a quien Dios puso como la cabeza de la raza humana. Adán por decreto divino fue la cabeza federal de la raza humana y por ello todos los hombres son contados como pecadores por ser descendientes suyos. Pablo demuestra esto en los versos 12 al 14. Pablo escribe,

“12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.  13 Pues antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. 14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.”

Es decir, el hecho que prueba que todos los hombres heredan el pecado de Adán se demuestra en la muerte de todos los hombres. Porqué mueren los bebés recién nacidos? Eso es lo que Pablo quiere que nos preguntemos, y la única respuesta lógca es que en Adán todos pecamos y por ello morimos. Si no heredarams pecado, entonces no tendríamos que morir, pero en el hecho de que hay recién nacidos que mueren, que ni siquiera pecaron de la manera en la que pecó Adán, se demuestra que fue el pecado de Adán lo que hace culpables a los hombres desde su nacimiento.

Sabiendo la idea que trae Pablo en este capítulo, entonces veamos a que se refiere el apostol con la frase “todos los hombres.” Es que se trata de todos los hombres sin distinción? La palabra que el apostol utiliza para “todos” es la palabra griega pas. Es importante siempre intentar saber lo que las palabras quieren decir en el lenguaje original para poder entender lo que el autor quizo dar a entender al público original. Esta palabra puede significar “todos sin distinción” cuando se utiliza con un sentido individual, pero cuando se utiliza en el sentido colectivo, quiere decir “algunos de todos los tipos.”

Lo más correcto es entender como utiliza Pablo la frase “todos los hombres” en esta epístola. Lo primero que vemos es que la utiliza para denotar un grupo de hombres sin distintivos étnicos, es decir, Pablo en la carta da a entender que “todos los hombres” se trata de tanto judíos y gentiles, sin distinción. Por ejemplo, en Romanos 3 Pablo escribe,

“21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,  24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” Romanos 3: 21-24

En el verso 23 Pablo utiliza la misma palabra pas. Pero a quién se refiere? Pues veamos lo que Pablo viene diciendo. En el capítulo 1 Pablo nos describe la razón del pecado de los gentiles. Estos sin tener la ley pecaron contra Dios, ya que a pesar de tener la evidencia en la creaciónd e que Dios existe, decidieron cambiar la gloria de Dios para adorar a la creación (Romanos 1: 18-32). En el capítulo 2 nos cuenta el pecado de los judíos, quienes teniendo la ley de Dios pecaron contra Él, pues la ley se cumple no  a lo externo sino a lo interno. Cuál es el resumen de Pablo? Que todos los hombres, tanto judíos como gentiles son pecadores. En el capítulo 3 escribe,

“¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.” Romanos 3: 9

Entonces,  Pablo utiliza la frase  “todos los hombres” en el sentido de todos los hombres sin diferencias étnicas, es decir judíos y gentiles. Cuando escribe, “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres,” lo que implica es que tanto judíos como gentiles son afectados por el pecado de Adán.

De la misma manera cuando dice que la justicia de Cristo conlleva al perdón de pecados y a vida para “todos los hombres,” lo que implica es que la salvación en Cristo está disponible para todos los hombres sin distinción. Tanto judíos como gentiles pueden disfrutar de esa salvación, ya que cada grupo puede disfrutar de ese regalo gratuito, no fue dado sólo para los judíos. Esto no sólo está de acuerdo con la enseñanza de Pablo en esta epístola, sino con la enseñanza bíblica de la salvación sólo por fe en Cristo. Esto es lo que escribe en el versículo 17,

“Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.”

Un resumen de lo que Pablo quiere decir en este pasaje,

“El pecado se tornó activo luego de la desobediencia de Adán. Como resultado de la introducción del pecado en el mundo, la muerte también entró al mundo y se esparció a todos los hombres porque el pecado afectó a todos (tanto en comisión y consecuencia). El pecado no fue el resultado de la ley. La ley ni causó ni curó el pecado. El pecado estaba en el mundo antes que la ley y como resultado de su presencia en el mundo reinó la muerte. La muerte reinó sobre todos los hombres, ya fuera su pecado igual al de Adán (desobediencia directa al mandato de Dios: ej. Judíos) o de diferente tipo (ej. Gentiles). Hay buenas noticias. El regalo gratuito no es como la transgresión. La transgresión no tiene poder sobre la gracia. Si ambos Judíos y Gentiles murieron como resultado del pecado de un hombre, lo cual trajo pecado y muerte al mundo, mucho más gozarán Judíos y Gentiles los beneficios del regalo gratuito de Cristo. Poniendolo de diferente forma, el regalo no es como la transgresión porque un sólo acto de desobediencia traj muerte a topdos (sin distinción), sin embargo la obediencia de Cristo es suficiente para deshacer la desobediencia de muchos. Si tal es cierto, entonces como reinó la muerte comom resultadod e un pecado, entonces aquellos que reciben el regalo gratuito reinarán en vida a través de Cristo. De la misma manera que el pecado de Adán llevó muerte tanto a Judíos como Gentiles, así también la obediencia de Cristo lleva al perdón y vida para el Judío y el Gentil. Ahora, la ley aumentó la transgresión, no la deshizo. Aún así, donde aumentó el pecado debido a que se extendió a todos (tanto judío como gentil) y todos pecaron, la gracia aumento debido al acto suficiente de Cristo para deshacer el poder y la penalidad del pecado. Por lo tanto, como reinó la muerte luego de la introducción del pecado en el mundo, reinará la vida como resultado del poder correctivo y sobrecogedor de la justicia en Cristo Jesús.”

Y no es que Pablo se contradiga, pues otro de los principios hermenéuticos es reconcer que la Biblia interpreta la Biblia. Pablo escribe en Romanos 1: 16, “Porque no me avguenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.” Esto está de acuerdo con el punto que quiere hacer Pablo, es decir, que la salvación está disponible para todos, ya sea judío o gentil, por medio de la fe en Cristo. En este verso vemos el mensaje básico de la epístola a los Romanos: todos los que crean, ya sea judío o gentil, son salvos por el poder del evangelio. Esa es la naturaleza universal de la salvación por medio de la fe. El evangelio de Cristo salva sin distinción, ya sea judío o griego.

Inmediatamente posterior a la declaración en Romanos 1: 16, el apostol nos muestra la naturaleza universal del pecado. Todos los hombres dice en el capítulo 3 son culpables ante Dios, pero Dios ha solventado este problema a través de la muerte de Su Hijo. Dios mismo ha pagado la pena por el pecado y por ello Dios es justo en perdonar a aquellos pecadores que tiene fe en Cristo (Romanos 3: 25-26). Para darle argumentos a esta declaración nos brinda el ejemplo de Abraham (Romanos 4: 1-25). Abraham nos muestra que la salvación no es el producto de la ley o de ser judío. Es el resultado de la fe. Abraham creyó y por ello fue justificado, y por ello es el padre de todos aquellos que tiene fe. Y luego Pablo nos muestra los beneficios de esa justificación por medio de la fe. En el capítulo 5 vemos que por medio de esa justificación tenemos paz con Dios (5:1), tenemos acceso a Su gracia y ala esperanza de Su gloria (5:2). Además, ahora podemos regocijarnos en medio de los sufrimientos, que llevan a la paciencia, prueba y esperanza, lo cual no averguenza (5: 3-5). Luego vemos la naturleza del regalo de Dios en Romanos 5: 6-11. Nosotros no hicimos nada para merecer esto. Dionos ha dadod e Su gracia siendo nosotros sus enemigos, y con ello nos reconcilió.

Es aquí donde Pablo se dedica a compara a Adán y a Cristo. Desde el capítulo 1, como he escrito, el argumento del apostol es que no hay distinción entre judío y griego. Todos son culpables ante Dios, y todos los que tienen fe en Cristo son salvos sin distinción. Ahora, quienes tiene fe? Pues en esta epístola Pablo nos dice que son aquellos que reciben ese regalo de Dios. Pero en la epístola a los Efesios Pablo nos escribe que la fe es un regalo de Dios (Efesios 2: 8-10). Es decir la fe no es universal, o sea, no es dada a todos los hombres, pues la regeneración es algo que no se pierde. Si un hombre recibe el regalo de la fe por Dios para creer en Cristo, nunca perderá esa fé, ya que todo lo que Dios inicia, lo perfecciona (Filipenses 1:6). No es esto lo que escribe Pablo enla misma epístola a los Romanos?

“29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos 30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.” Romanos 8: 29-30

El pastor de Viviana se equivoca si pretende decir que así como el pecado es universal, entonces la salvación es universal. Esto contradice muchos pasajes de la Biblia, pero además contradice el punto que quiere hacer Pablo en Romanos 5, pues el apostol escribe, “Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia” (verso 17).  Quienes son los que reinarán en Cristo? Pablo dice que serán aquellos que reciben la abundancia de la gracia. Esos hombres reciben el regalo, no lo producen. Sólo aquellos que lo reciben pueden ser salvos. Y Dios se lo da ciertos hombres, tanto judíos como gentiles, y no a toda la humanidad.

Sé que el arminianista dirá aquí: “Ven! Es el que lo recibe! El que lo rechaza no será salvo.” Eso no es lo que quiero decir, ni es lo que enseña la Biblia. Para concluir esta entrada quiero dar un ejemplo para aclarar el argumento arminianista. Qué hacemos cuando damos un regalo? Bueno, mi hermano por ejemplo cumple años mañana. Yo le voy a dar un regalo que irá específicamente a él. No se lo voy a dar a mi hermana, ni a mi esposa, ni siquiera a mi hijo, sino a mi hermano. Y tampoco puede mi hermana, esposa o hijo obligarme a que les de un regalo a ellos también. Porqué? Porque si yo tuviera la obligación de dar un regalo, entonces no sería un regalo, sería una obligación. Pero es un regalo porque yo se lo doy a quien yo quiera cuando yo quiera. Entonces los que reciben el regalo de la fe lo hacen porque Dios se los ha dado específicamente a ellos, en Su soberanía. Si decimos que el regalo es dado a toda la humanidad, entonces toda la humanidad tendría fe, pues un hombre debe primero ser regenerado para poder tener fe en Cristo. Y si todos los hombres son regenerados para tener fe, entonces esa obra que inició el Espíritu Santo será perfeccionada. Pero como sabemos que hay hombres en el infierno, y que habrán en el dpia postrero, sabemos que no todos los hombres son regenerados y por lo tanto no todos los hombres tiene fe, pues sin la regeneración no pueden recibir el regalo de la gracia de Dios. Desechamos con este argumento el universalismo y la falsa doctrina de la expaición ilimitada de los arminianistas.

Entonces Pablo no está hablando de todos los hombres sin excepción, sino de todos los hombres sin distición.

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