Sombras de Cristo: El Arca de Noé
Otro de los relatos del Antiguo Testamento que tipifican a Cristo es la historia de Noé y su arca. Para muchos es un mito, y argumentan que como los primeros once capítulos de Génesis, el capítulo 6 es un poema, o un relato ficticio utilizado por Dios para enseñarnos algo.
Pero, a diferencia de este pensamiento liberal, la Biblia declara que el libro de Génesis es un relato histórico, y tanto Noé como su arca existieron en una época específica, así como lo dicen los apóstoles y autores del Nuevo Testamento. Y ciertamente que esta historia tiene algo que enseñarnos. Pero la pregunta más importante para nosotros es: qué nos enseña esta historia acerca de Cristo? Debmos recordar a través de esta serie, así como cada vez que estudiemos nuestras Biblias, las palabras de Lucas en su evangelio,
“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.” Lucas 24: 27
Veamos entonces que nos dice el pasaje de Génesis 6,
“5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. 8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. 9 Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé. 10 Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet. 11 Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia. 12 Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra. 13 Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. 14 Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca, y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. 15 Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. 16 Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba; y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y tercero. 17 Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. 18 Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. 19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. 20 De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo, para que tengan vida. 21 Y toma contigo de todo alimento que se come, y almacénalo, y servirá de sustento para ti y para ellos. 22 Y lo hizo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.”
De este pasaje podríamos sacar toda una lección acerca de la fé, pero lo que quiero que vean, lo más importante es ver a Cristo en esta historia. Cristo y Su obra son tipificados por el arca. Esta historia nos narra algo importante acerca de la salvación. Primero que todo, dejemos claro que en gran parte de la Biblia el agua es un símbolo de juicio, y esto es lo que vemos en este relato. Veamos entonces lo que nos enseña esta historia,
1. La única diferencia entre aquellos que perecieron y los que se slavaron fue su posición con respecto al arca, es decir, unos estaban dentro y otros fuera.
2. La única diferencia entre estar dentro o fuera del arca era la gracia de Dios.
3. Todos conocían de la existencia del arca.
4. Todos pasaron por el diluvio.
La manera en la que Dios salva es restrictiva. A qué me refiero con esto? En los tiempos de Noé Dios solamente proveyó una sola arca y una sola puerta de entrada para salvarse del diluvio, que representaba la ira de Dios por los pecados y la maldad de todos los hombres (Génesis 6: 5-7). Los hombres no podían salvarse de otra manera. Esta es la misma salvación que Dios provee hoy en dia. Es decir, en la actualidad, muchos liberales andan predicando que Dios no va a condenar a nadie al infierno, pues, a pesar de que una persona sea atea, musulmana, etc, o sea, aunque niegue a Cristo, la tal persona será resscatada por Dios de Su juicio. Pero eso no es lo que enseña el pasaje de Génesis 6 ni el Nuevo Testamento. Cristo dijo, “Yo soy el camino, la verdad, y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí (Juan 14: 6).
En este pasaje además vemos que todos experimentaron el diluvio, unos dentro del arca y otros fuera. Los únicos que sobrevivieron fueron los que se encontraban dentro del arcay lo hicieron únicamente por la gracia de Dios, quien los protegía de Su ira y juicio por el pecado de los hombres. Es obvio, del relato, que todos los hombres sabían de la existencia del arca, y sabían del juicio venidero. Algunos decidieron ignorar los hechos, pero otros como Noé, decidieron, por fé, actuar, debido a la gracia que recibieron de Dios. Quienes entraron? Aquellos que fueron escogidos por Dios? Si Dios no hubiera tenido gracia de Noé, este hombre también hubiera perecido, pues de la gracia de Dios vino la fé de Noé (Efesios 2: 8-10).
Lo mismo ocurre hoy en día. Existen predicadores que hablan el evangelio de Cristo, denunciando el pecado de la humanidad contra Dios, y de Su juicio por ese pecado. Aquellos que por fe crean en el mensaje del evangelio y en Cristo se salvarán de la ira de Dios, pero aquellos que se rehusen a creer, sufrirán el diluvio traído por Dios. Lo que salva es estar dentro del arca, es decir, estar en Cristo, ser parte de Su cuerpo. El estar fuera sólo conlleva a la condenación.
También debemos aprender de este pasaje que la salvación de Dios no es nada glamorosa. Cómo? Me refiero a que el arca de Noé quizás no haya sido nada espectacular. Los materiales con la que fue construída no eran apetecibles a los ojos, pero sin embargo era capaz de salvar a hombres del diluvio. Pues, lo mismo nos habla Isaías en su profecia respecto al futuro mesías,
” no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.” Isaías 53: 2
Muchos vendrían a Cristo si tan sólo les apeteciera a sus ojos y vientres, pero la salvación de Dios no viene de esa manera, sino que viene por fe. Fe, en que Cristo es el único camino para llegar a Dios (1 Pedro 3: 18). Y esa salvación se adquirió por medio de la fe en la palabra de Dios. Dios le dijo a Noé, “Hazte un arca de madera de gofer,” y Noé confió totalmente en Dios y así lo hizo. Pues, la salvación de los hombres también en nuestros días viene por la confianza en la Biblia y en lo que ella dice respecto a Cristo.
Noé fue un predicador. Por 120 años predicó la manera de salavación para los hombres, quizás no siempre con palabras, pero con su actitud y su vida, con un martillo y clavos, construyendo aquello que Dios le había ordenado, a causa del pecado del hombre y para salvarse del juicio venidero. Noé predicó a todos los hombres de que la única manera de ser salvos era el arca y estar dentro de ella. Seamos como Noé y prediquemos a Cristo como la única manera de ser salvos, como lo dicen las Escrituras.
Cristo es entonces el arca que salva a los hombres de la ira y el juicio de Dios por el pecado.
sujetosalaroca.org
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Muy acertada la exposición de la tipografía hecha. Bella. Esto que sigue es una nota hecha a mi Biblia.
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Génesis 7. 16
“… Jehová cerró la puerta…”
Noé es como el Salvador del mundo, su arca su obra, gracias a que había un hombre justo que caminaba con Dios y el mundo pudo ser salvado por él. Un tipo él y su arca de nuestro Señor Jesucristo. El arca es su obra. Para que los de adentro estuvieran seguros, para que los animales no pudieran salir ni los que asustados quisieran hacerlo; en ese momento el arca era como una prisión. Eran prisioneros de esperanza (Zac 9.12); como esclavos de Cristo (1Co 7.22); aunque los humanos que viajaban y los brutos quisieran abandonar el barco de la salvación (Cristo) no podrían porque la puerta estaba cerrada por la mano de Dios y sin el permiso de ellos, por supuesto para su propio beneficio, para que sus instintos no vencieran la salvación. Y para que los que estaban afuera: carpinteros, calafateadores, ensambladores, curiosos y burladores, aunque quisieran entrar, por compasión nadie podría abrirles la puerta porque era tarde y peligroso. ¿Sabes lo que significa una puerta cerrada? (Lee Mateo 25. 10-12). Cristo es la puerta que ahora está abierta; Dios no la ha cerrado todavía, es el pecado tuyo el que la cierra. Entra a Cristo antes que ella sea cerrada (Lee Lucas 11. 52).
Humberto:
Cristo es la puerta que ahora está abierta; Dios no la ha cerrado todavía, es el pecado tuyo el que la cierra. Entra a Cristo antes que ella sea cerrada
Hmm, usted no es calvinista, verdad?
Jeje, gracias por su comentario, complementa la entrada de Eduardo!
Dios bendiga a cada uno de ustedes por el trabajo que desarrollan en el campo evangelistico, les amo en el Señor