Es la Eleccion Individual o Corporativa?
Hace unos días, un comentarista de sujetosalaroca me refirió a un blog en el cual el autor se refirió a un pasaje muy conocido por nosotros, en donde aplicaba las enseñanzas estipuladas por el apóstol Pablo como algo corporativo, no individual.
Este hombre argumentaba que Calvino descontextualizó el pasaje en Romanos 9, para enseñar a partir de ahí algo que no es cierto. Su razonamiento era que la elección de la que Pablo escribió en Romanos 9 era una elección corporativa, no individual.
En otras ocasiones he escuchado este argumento, inclusive de parte de algunos de mis familiares, y siempre me ha parecido un argumento absurdo, en especial por que no sólo vemos la doctrina de la elección en Romanos 9, sino también en los evangelios, en todas las epístolas Paulinas, en las de Pedro, Judas, Juan y hasta en la de Santiago. Pero es hasta el día de hoy que he decidido responder a esta objeción, para que ustedes vean lo ridículo de tal argumento.
Desde niño he sido un fanático del futbol. Lo practico desde que tengo memoria. Hasta me metía en problemas por jugar futbol con mis amigos en las calles del barrio cuando ocasionalmente causabamos daños en las casas de algunos vecinos. No eramos muchos los que jugabamos, quizás unos 15 niños, y uno de los problemas ocurría antes del partido. Qué problema? Los equipos. Habían niños no tan buenos como otros, y como yo era uno de los mayores, siempre era el capitán de uno de los equipos, y tenía el derecho de escoger a los jugadores que yo quería. No crean que yo era un aprovechado, por el contrario, siempre luchaba porque los equipos estuvieran bien balanceados para hacer el juego más ameno y competitivo. Pero en fin, siempre yo era uno de los que escogía.
Entre el capitán del otro equipo y yo, escogíamos a los jugadores, él primero, y yo después, o viceversa, pero el fin era que ninguno tuviera un equipo muy malo. Al final, eramos dos equipos de 8 jugadores cada uno aproximadamente, y jugábamos hasta altas horas de la noche. Hace 25 años eso era posible.
Porqué les cuento esto? Yo escogía a mi equipo, es más, escogía a cada individuo de mi equipo. Eso es lo que significa escoger. Si vamos al Diccionario de la Real Academia Española, nos define elegir como, “Escoger, preferir a alguien o algo para un fin.” Como dije antes, yo no sólo elegía mi equipo, sino que además elegía a cada jugador en mi equipo.
Pero, es que la palabra elección significa lo mismo en griego? La palabra elección utilizada en Romanos 9 es εκλογη (Ekloge), que según el Strong’s Greek Lexicon, es “el acto de escoger entre muchos.” [1] Esa palabra no es sólo utilizada en Romanos 9, sino que también es utilizada en Efesios 1:4,11; Hechos 1:24, 22:14; Colosenses 3:12; Santiago 2:5; 1 Pedro 1:2, etc. Es más, en la versión griega del Nuevo Testamento, es utilizada en un pasaje muy interesante. En 1 Samuel 17, vemos la narración de David frente a Goliat. En el verso 40 leemos lo siguiente,
“Y tomó su cayado [David] en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril, en el zurrón que traía, y tomó su honda en su mano, y se fue hacia el filisteo.”
En la versión griega del Antiguo Testamento, se utiliza la palabra ekloge para describir la acción que hace David de tomar 5 piedras de entre cientos, quizás miles, que había en el arroyo. Eso es lo que quiere decir “elegir.”
Ahora, como vemos es absurdo el argumento de que la elección en Romanos 9 es algo corporativo, aduciendo que Dios escogió a Israel como un pueblo, pero que Dios no escogió a cada individuo que pertenece a ese pueblo, pues es el individuo el que toma la decisión, según argumentan los arminianistas, de pertenecer o no a ese pueblo. Dios, para ellos, no sabe cuales individuos pertenecerán a ese pueblo, Él sólo ha escogido una corporación, no a individuos.
La pregunta que surge del ejemplo de mi infancia es la siguiente: Es lógico decir que yo escogí un equipo y no a los individuos de ese equipo? Por supuesto que no. Yo escogí a mi equipo, y escogí a cada individuo que jugaría futbol conmigo. Pues porqué debemos aplicar una definición diferente para la elección que hace Dios en Su soberanía? Veamos, como Pablo no sólo habla de Israel como algo corporativo, pero también de algo individual. Es decir, vemos en Romanos 9 que no sólo Dios escogió a Israel como una corporación, pero también escogió a sus individuos. Esto es claro en los versos 6 al 11. Veamos,
“No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, 7 ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia.(A 8 Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.” Romanos 9: 6-8
En este pasaje vemos la elección de Dios como algo corporativo, es decir, los descendientes espirituales de Abraham serán el verdadero Israel, pero luego Pablo hace algo impresionante. Pablo decide enseñar que Dios no solo elige a un pueblo como corporación, pero elige a cada uno de sus individuos. Continuemos leyendo,
“9 Porque la palabra de la promesa es esta: Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo. 10 Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre 11 (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama)” Romanos 9: 9-11
Veamos que Pablo dice, “pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama.” Qué es lo que está diciendo el apóstol? Pablo está declarando abiertamente, sin esconder nada, que la elección depende de Dios, no del hombre. Por ello dice, “, no por las obras sino por el que llama.” Dios eligió a Jacob y no a Esaú por su propio placer. La razón por la cual Dios aborreció a Esaú no fue por algo malo que él hubiera hecho; y de la misma manera, la razón por la que escogió a Jacob no fue por algo bueno que este hubiera hecho, sino que lo eligió “para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese.” Aquí vemos claramente la soberanía de Dios.
Entonces, queda claro que la elección en Romanos 9 es algo corporativo, pero Dios elige a cada miembro de esa corporación. Eso es lo que declara abiertamente, no solo Romanos 9, pero todo el Nuevo Testamento; Pablo, los apóstoles y el mismo Jesús. Dejemos, entonces, de intentar levantar al hombre y pongámolo donde la Biblia lo pone…muy pero muy abajo. Dios es el Rey supreme, el Creador de todo el universo, y Él tiene potestad de hacer con los vasos de barro lo que quiera (Romanos 9: 21). Dios es el soberano en la elección, no el hombre.
[1] Strong’s Greek Lexicon. Número 1589