La Predestinación y el Libre Albedrío

La siguiente cita es una de las explicaciones que nos brinda Wayne Grudem para explicar la idea más controversial del Calvinismo. Bajo el título de “La Predestinación Basada en la Presciencia Aún no le da al Hombre Libre Albedrío,” Grudem dice,

“La idea de que la predestinación por parte de Dios de algunos hombres para creer está basada en la presciencia de su fe encuentra aún otro problema: reflexionando, este sistema resulta proveernos de ninguna libertad humana. Pues si Dios puede ver el futuro y ver que la persona A va a tener fe en Cristo, y que la persona B no tendrá fe en Cristo, entonces esos hechos están ya fijados, están ya determinados. Si asumimos que la presciencia de Dios del futuro es verdadera (lo que debe ser), entonces es absolutamente seguro que esa persona A creerá y la persona B no lo hará. No hay posibilidad que sus vidas puedan ser diferentes a esto. Por lo tanto, es justo decir que sus destinos están determinados, pues no puede ser lo contrario. Pero, porqué están estos destinos determinados? Si están determinados por Dios mismo, entonces nosotros no tenemos la elección basada en la presciencia de la fe, mas sino en la voluntad soberana de Dios. Pero si esos destinos no han sido determinados por Dios, entonces quien o que los determina? Ciertamente ningún cristiano diría que existe un ser más poderoso que Dios controlando los destinos de las personas. Por lo tanto parece que la única posible solución es decir que están determinados por una fuerza impersonal, algún tipo de destino, operante en el universo, haciendo las cosas como están. Pero que clase de beneficio es este? Hemos sacrificado la elección en amor por un Dios personal por un tipo de determinismo de una fuerza impersonal y Dios no tiene ultimadamente el crédito de nuestra salvación.” [1]

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[1] Wayne Grudem. Systematic Theology. Página 679.

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