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Las Parábolas de Jesús: El Perdón (ParteII)

May 13, 2007

Continuando con el tema que veniamos tratando en la entrada previa, hoy discutiremos el pasaje de Mateo 18. Éste es el complemento de Lucas 15, ya que nos dice que es nuestro deber respondiendo a lo que Dios hizo por nosotros.

Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.” Mateo 18: 21-35

En éste pasaje vemos que Pedro se acerca a Jesús para preguntarle acerca del perdón. Jesús entonces le relata una historia de un rey, comparando así lo que hace Dios, con lo que hace el rey. Este rey hace cuentas con uno de sus siervos y se da cuenta que éste le debe diez mil talentos. El rey, ya que no puede pagarle, ordena que se venda todo lo que tiene, inclusive a la mujer y los hijos del siervo para pagar la deuda. Pero el siervo se tira a los pies del rey y le pide misericordia, prometiéndole que le va a pagar si le da la oportunidad de hacerlo. El rey entonces tiene misericordia de él y le perdona la deuda. El siervo entonces una vez que sale de la casa del rey, vé a un consiervo suyo que le debe cien denarios y lo toma y le reclama que le pague los cien denarios que le debe. Él consiervo le pide misericordia, pero éste no lo perdona y lo echa a la cárcel hasta que pagara la deuda. Otros siervos del rey ven ése acto y se lo cuentan al rey quien toma al siervo y lo obliga entonces a pagarle los diez mil talentos. Ahora, diez mil talentos era en esa época una gran cantidad de dinero. Según los historiadores, actualmente un talento equivaldría a 660 mil dólares. Quiere decir que el siervo le debería al rey 6 600 000 000 (6,6 billones de dólares). Pero por el otro lado el consiervo le debía cien denarios. Cada denario equivaldría en ésta época a 3,42 dólares. Cien denarios equivalían en ese tiempo, a cien días de trabajo.

Cabe por supuesto la siguiente pregunta: Cómo un siervo le podía deber al rey diez mil talentos? La pregunta es válida, pero debemos entender dos cosas. Primero, es imposible que el siervo pudiera pagar la deuda al rey. Reconocemos que éste siervo ganaba probablemente pocos denarios al día, lo cual no le daría para pagar ni en toda su vida la deuda al rey. Segundo, Jesús no intentaba enseñar algo real, sino más bien práctico. Que quiero decir? O sea que la deuda que tenemos nosotros con Dios por nuestro pecado es algo impagable. Ninguno de nosotros puede hacer algo para pagar la deuda que tenemos con Dios.

Ahora, el siervo malvado, se arrodilla y le dice al rey que lo perdone y él le pagará la deuda. Es probable que el siervo supiera muy en el fondo de su mente que le era imposible pagar esa suma de dinero; y el rey por otro lado sabía lo mismo. Pero el rey se llena de misericordia y le perdona la deuda. Cómo debemos acercarnos nosotros a Dios? Cómo el hijo menor en Lucas 15, es decir debemos llegar a Dios diciendo:

Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus
jornaleros.
” Lucas 15: 18-19

Ya que sabemos que no podemos pagar la deuda que tenemos con Dios, y que no podemos hacer nada para ser salvos, entonces debemos caer a los pies de Dios y rogar por su misericordia. Éste es un paso importante, el reconocer que todos y cada uno de nosotros ha pecado contra Dios y que la ira de Dios está puesta sobre todos aquellos que se rebelan contra Él y no creen en su Hijo a quien envió para ofrecerlo como sacrificio perfecto y como propiciación por nuestros pecados, es decir en lugar nuestro (Romanos 3: 22-25; Juan 3: 36). Pecar es algo que debemos tomar muy seriamente, ya que estamos pecando contra Dios, el creador de todas las cosas, nuestro Amo y Señor, el Dios Todo poderoso, Yahwé. Pecamos contra YO SOY. Mentir, robar, fornicar, adulterar, andar en perversiones sexuales, etc, es pecado y nos lleva a nuestra muerte. Y Dios a través de Cristo nos dio la manera de ser justificados y ha limpiado de todo pecado a aquellos que creen en Él. Esto por supuesto no quiere decir que podemos andar pecando por ahí pensando que ya Cristo nos limpió, como andan predicando por ahí muchos pastores con la herejía de la doctrina de la inclusión. Por el contrario el verdadero cristiano, el verdadero nacido de nuevo odia el pecado pues ama a Cristo. El que continua pecando y no es santificado ni regenerado diariamente, no es un hijo de Dios y pertenece al diablo (1 Juan 3: 1-10).

Pero volviendo a la historia, el rey perdona una deuda impagable a un siervo; y como responde éste? Va con un consiervo y le pide que le pague cien denarios, una suma, que al lado de la que le fue perdonada es insignificante. Esto es lo que debemos aprender. Cómo no vamos a perdonar a alguien que peca contra nosotros, si nuestro pecado es infinitamente más grande que el que hemos recibido? Porqué? Porque pecamos contra Dios, mientras que los humanos pecan contra nosotros, meros humanos. Jesús entonces le enseña a sus discípulos que así como Dios tuvo misericordia de nosotros y nos perdonó a través de su Hijo, así mismo nosotros debemos perdonar a todo aquel que peca contra nosotros y nos pide perdón. Amén.

6 Comments leave one →
  1. February 16, 2008 8:09 pm

    No es primera vez que leo esta parábola, Jesús fue un hombre muy inteligente y supo responder adecuadamente a sus hostigantes, la gente siempre que se enfrenta a una situación en la cual tiene que tener la humildad de perdonar inadecuadamente responde “quien soy yo para perdonar, solo Dios perdona” cosa totalmente contraria a lo que Jesús quiso enseñar. ¿Por qué es tan difícil perdonar?, ¿acaso no estamos todos expuestos a cometer errores?, cuando Jesús en lucas:11 enseña como orar con el modelo del Padre nuestro, la gente empezó a repetirlo tal vez sin darse cuenta de que es lo que realmente están orando “perdona nuestras ofensas, como nosotros también perdonamos a quien nos ofende”, ¿En verdad perdonamos a los que nos ofenden? Lo que me queda claro es que si en verdad existe Dios el conoce nuestros corazones y nuestros actos.

    Me encantan las parabolas de Jesús, se aprende mucho con ellas.

  2. Eduardo permalink
    February 16, 2008 9:13 pm

    Carmen,

    Gracias por tu comentario. Por supuesto que Jesús fue un hombre inteligente. Pero si lo dejamos ahí es un error. Lo más correcto es decir que Jesús es Dios, y por lo tanto su sabiduría es infinita, como ha quedado grabado en los escritos del Nuevo Testamento. Segundo, la enseñanza que Jesús quiso dejarles a sus discípulos era que ellos debían perdonar, por el hecho de que ellos habían sido perdonados por Dios, de una deuda que era impagable, como lo ilustra en la parabola de Mateo 18. Nosotros debemos perdonar, porque las ofensas que recibimos no son graves a diferencia de la infinita gravedad de nuestro pecado en contra de la infinita santidad de Dios. Es por eso que debemos perdonar.
    Tercero, puedes tener seguro que Dios existe, y Él es el Dios soberano del universo y conoce todo lo que hay en nuestra mente.

  3. jose permalink
    May 9, 2008 7:55 am

    megusta mucho las palabras de jesus

  4. karen permalink
    July 6, 2010 1:46 pm

    hola me encanto mucho encontrar la pagina puesto q me ayuda en la vida , y aprender mucho mas y compartirlo con mis amigos. Saludos. = )

    • July 6, 2010 3:03 pm

      Karen,

      Estamos para servirte en lo que podamos. Soli Deo Gloria!

  5. lesly permalink
    November 30, 2016 2:32 pm

    Esta muy bien esto y haci aprendo mejor

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