Skip to content

La Tumba de Jesús

February 27, 2007

En esta entrada haré unos comentarios acerca de los hallazgos en la ciudad de Jerusalén, que han sido noticia en las últimas horas. Se trata de una tumba en esa ciudad que fue excavada hace 27 años aproximadamente y cuyo contenido había permanecido en misterio hasta muy recientemente.Dos cinematógrafos norteaméricanos, James Cameron (USA) y Simcha Jacobovici (Israel-Canada), emprendieron en la tarea de dar a conocer al mundo los hallazgos de la empresa. Según el documental y la página oficial en internet, se encontraron en esta tumba, varios osarios, en los cuales se encontraban los huesos de Jesús de Nazareth, María Magdalena y el hijo de ambos, llamado Judas.

A partir de ese hallazgo, tanto periodistas como los mismos cinematógrafos, se han dado a la tarea de cuestionar la base del cristianismo. Han intentado analizar los pasajes bíblicos, cuestionando lo que verdaderamente ocurrió en el primer siglo de nuestra historia, aduciendo que en la naración bíblica se habla de que Jesús murió, fue sepultado y luego resucitó y fue visto por algunos de sus seguidores y luego ascendió al cielo. Ellos cuestionan la ascención corporal de Cristo, diciendo que quizás Jesús fue llevado a los cielos pero que su cuerpo quedó acá en la tierra, y fue entonces sepultado en ésta tumba.

Según los hallazgos arqueológicos, uno de los osarios contenía varias inscripciones con los nombres de Jesús, María, Mariamne (María Magdalena?), José, Judas, etc. En esto basan todas sus evidencias. Y por si fuera poco, dicen tener evidencias genéticas (ADN), de que la tumba pertenecía a Jesús.

Al ver la entrevista hecha por Simcha, hace análisis matemáticos absurdos acerca de la probabilidad de que en aquella Jerusalén existiera más de un Jesús cuyo padre fuera José. Estas entrevistas las pueden ver en CNN y Time.

Pero ahora veamos lo que dice la Biblia. Ya que todos estamos de acuerdo en que Jesús fue crucificado, murió, fue sepultado y luego, al tercer día, resucitó; entonces vamos a analizar esas últimas descripciones bíblicas. Cuando Jesús dio su último aliento de vida, luego de que se oscureciera el cielo por tres horas y hubiera un terremoto que dividió en dos el Templo en Jerusalén (Mateo 27; Marcos 15 y Lucas 23) y fue valorado por los soldados romanos que estaba muerto, un hombre, quién era seguidor de Cristo, llamado José de Arimatea, fue ante el procurador romano y pidió el cuerpo para llevarlo a una tumba, ya que Jesús no tenía una. Fue entonces Jesús enterrado en la tumba de este hombre rico, como fue profetizado y se rodó una enorme piedra para cubrir la entrada (Mateo 27: 57-61; Marcos 15:42-47; Lucas 23: 50-56 y Juan 19: 38-42).

Debido a que los sacerdotes judíos y fariseos no querían que los apóstoles, quienes se encontraban escondidos llorando la muerte de Jesús, entraran y sacaran el cuerpo y lo escondieran para engañar al pueblo, ya que Jesús había profetizado su resurrección, fueron con Poncio Pilato y le pidieron que se sellara la piedra de la entrada con el sello romano y que se pusiera un guarda para cuidar la entrada (Mateo 27: 62-66).

Al tercer día, los guardas fueron asustados cuando apareció en lo alto de la tumba, un ángel, el cual removió la piedra de la entrada. Los guardas quedaron paralizados (Mateo 28: 1-4). Luego el mismo ángel les dijo a María y a María Magdalena que no buscaran en la tumba a aquel que había sido resucitado y les dijo que fueran con los otros a decirles, lo cual ellas hicieron.

Los sacerdotes judíos, al ver lo que los guardas les habían dicho, entonces les ofrecieron dinero para que mintieran y dijeran que ellos se habían quedado dormidos y que los apóstoles habían llegado de noche a robar el cuerpo; lo que hicieron los guardas (Mateo 28: 11-15). Veamos algo muy importante en este pasaje que aclararemos más adelante:

Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.” Mateo 28: 15

Luego Jesús se les apareció en Galilea a los discípulos y a las mujeres a quienes les dio instrucciones, luego a dos más, camino a Emaús a los cuales les enseñó acerca de lo que estaba escrito acerca de Él desde Moisés, en todas las Escrituras. Jesús anduvo predicando su resurrección por un período de 40 días, y fue visto por más de 500 personas, la última fuera Saúl, a quien llamaban por su nombre romano, Pablo:

y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.” 1 Corintios 15: 4-9

Luego de ministrar por 40 días, según el Nuevo Testamento, fue llevado al cielo, y se sentó a la derecha del Padre (Marcos 16: 19-20; Lucas 24: 50-53).

Ahora, si analizamos la historia, podemos ver que lo que plantean estos hombre es tan ignorante como decir que Jesús no existió. Analicemos los siguientes puntos:

1. Jesús existió: Es la figura más importante en toda la historia de la humanidad. La historia humana se divide a partir de su nacimiento. Nadie ha podido negar lo contrario, pues la vida de Jesús no ha podido ser negada con argumentos inteligentes por nadie. No sólo la Biblia habla de este hombre, sino escritos de otros hombres de su tiempo como por ejemplo Flavius Josephus, un judío-romano, cuyo padre era un sacerdote, y quién estuviera involucrado en la guerra judío-romana cerca de 70 a.C. No existe ningún escrito de esa época que niegue su existencia. Dios es tan maravilloso que los mismos registros que llevaban los romanos para identificar y contar a los judíos, pusieron en evidencia el linaje de Jesucristo (Mateo 1).

2. Jesús murió crucificado: La Biblia nos dice que Tomás vio las heridas que tenía Jesús en sus manos y pies y en su costado, a causa de su crucifixión. Hubo testigos oculares del acto, entre ellos Juan, el hijo de María, los cuales testifican de la sangre que se derramó en ese día (Juan 19: 26).

3. Jesús resucitó: Se nos escribe que los guardas vieron un ángel que abrió la tumba y luego fueron sobornados por los fariseos para que dijeran que habían sido los apóstoles mientras ellos dormían. Nadie en la historia ha podido entregar el cuerpo de Cristo. Los mismos fariseos no pudieron entregar en aquel entonces el cuerpo. A ningún hombre se le hubiera ocurrido violar el sello romano impuesto sobre la piedra en la entrada de la tumba. Primero porque la roca pesaba muchísimo y hubieran necesitado muchos hombres para moverla y segundo porque cualquier hombre de esa época sabía que la pena por violar los estatutos romanos era la muerte. Entonces los apóstoles, quienes eran unos cobardes, jamás se les hubiera ocurrido tal hecho. Unos negaron a Jesús, otros lo traicionaron y otros no hicieron nada cuando se llevaron a Jesús.

4. Jesús fue visto por otros: Aparte de los doce discípulos, las mujeres (María, María Magdalena y Juana), fue visto por aproximadamente 500 personas (1 Corintios 15: 4-9), las cuales le conocían antes de su muerte y predicaron acerca del hecho. Por último se le apareció a Pablo (Saúl) y lo hizo el apóstol más importante para el pueblo no judío, y quizás para los judíos también. Después de su resurrección, predicó a muchos por cuarenta días (Hechos 1: 3). Si la resurrección de Cristo hubiera sido una farsa inventada por los apóstoles, 500 personas no hubieran seguido con la mentira. Alguno de ellos hubiera testificado lo contrario, pues si Jesús no hubiera resucitado, entonces el Mesías no había venido aún y como judíos deberían de esperarlo. Ningún texto de esa época ha dicho lo contrario.

5. Jesús ascendió en cuerpo: La Biblia nos dice varias cosas importantes. Primero, que Jesús ascendió al cielo y los apóstoles alabaron a Dios (Marcos 16: 19-20 y Lucas 24: 50-53). Los apóstoles no dicen nada acerca de recoger el cuerpo de Cristo una vez que su alma ascendió y colocarlo en una tumba. Nos dicen que no quedó nada de Jesús en la tierra; Jesús entero ascendió. Fue por ese hecho que ellos lo alabaron. Segundo, nos dice que se sentó a la derecha del Padre. Eso implica que no era sólo un alma.

6. Porqué murieron sus discípulos?: No sólo la mayoría de sus apóstoles, sino muchos de sus seguidores tuvieron muertes trágicas, testificando lo que habían visto con sus propios ojos. Vemos en apóstoles como Pedro, quien siendo un cobarde, se transformó en un creyente fuertísimo, una vez que confirmó que Jesús era Dios. Una vez que lo vio resuscitado y que lo vió ascender, dio su vida por la verdad. Pablo fue decapitado en Roma, por creer que Jesús se le apareció, lo cegó por tres días y luego lo hizo un creyente. Esteban, quien fuera el primer mártir, fue apedreado por testificar la resurección de Cristo. Hagamonos una pregunta: Cual de nosotros daría su vida por una mentira? Cual de nosotros moriría por cubrir una mentira? Es posible que unos digan que son suficientemente fuertes para morir por algo en lo que NO creen (o suficientemente estúpidos), pero de más de 500 personas, algunos no hubieran sido tan valientes (por decirlo de alguna manera) y hubieran testificado lo contrario. La verdad es que ellos dieron sus vidas porque sabían que habían vivido en medio de Dios, y que lo que Él les enseñó fue que si creían en Él tendrían vida eterna, por lo cual todos ellos murieron, sabiendo el premio que obtendrían al final.

Que hubiera pasado si el cuerpo de Cristo hubiera quedado en la tierra? Que hubiera hecho la humanidad con esos huesos? La respuesta es muy sencilla. Hubiéramos venerado los huesos de Cristo, y hubiéramos quitado nuestros ojos de aquel que ascendió a los cielos como el único Dios. Eso es lo que hace la humanidad…somos idólatras. Hay muchos que veneran los supuestos huesos del apóstol Pablo; hay algunos que veneran el supuesto cráneo de Juan el Bautista; hay otros que veneran el manto de Turín. Si Jesús hubiera dejado su cuerpo, que para ésta era serían ya huesos, los hubiéramos venerado como hacemos con muchas cosas. Veamos un pasaje muy interesante del libro de Deuteronomio. En este pasaje Dios le dice al pueblo de Israel que NO hagan ídolos, ni de dioses, ni de hombres ni de mujeres:

Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra” Deuteronomio 4: 15-16

Dios les está recordando que Él NUNCA les reveló su rostro cuando les habló en medio del fuego (Éxodo). Porqué Dios no reveló su rostro? Sencillamente porque NO quería que los hombres hicieran una imágen del Dios que está vivo, para que no adoren una imágen (ídolo), sino que se den cuenta que su Dios está vivo y estaría con ellos, si ellos le eran fiel. Entonces si Dios no reveló su rostro con el fin de que no hicieran imágenes, porqué con Jesús iba a dejar un cuerpo al cual los hombres podían adorar, sabiendo que Su Hijo estaba vivo y sentado con Él en el trono celestial? La verdad es que Jesús ascendió en cuerpo y alma, y con ese cuerpo se sienta a la derecha del Padre.

A pesar de lo que muchos hombres digan en estos tiempos, pues unos dicen que son Jesucristo Hombre, otros que la vírgen María se aparece en bandejas de una pizzeria, que encontraron los huesos de Jesús en una tumba, ó que estuvo casado con María Magdalena y tuvo un hijo (o varios), la verdad es que todo esto me refuerza más en la veracidad de la Biblia que leo todos los días. Al final de los tiempos saldrán muchos queriendo negar la Verdad, o haciéndose pasar por Cristo (1 Timoteo 4: 1):

Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.” Mateo 24: 24-26

Cameron y Jacobovici dicen en estos momentos: “vean todos ahí esta Cristo…en la tumba.” Pero Cristo nos dice: No lo creáis. Amén.

No comments yet

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Twitter picture

You are commenting using your Twitter account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

%d bloggers like this: