Nuestra Expiación en Cristo: Propiciación
Conforme vamos avanzando en esta serie, vamos aprendiendo nuevas palabras. Hemos visto como Cristo ha sido la única persona que pudo cumplir con todas las condiciones para expiar (remover) nuestros pecados. Debido a que la pena por el pecado es la muerte, la raza humana entonces, requería de un sacrificio perfecto, que pudiera sustituirnos y restablecer nuestra relación con Dios.Esa fue la misión de Cristo desde toda la eternidad. Debemos tener muy claro que Dios en omnipotente, omnipresente, e infinitamente sabio, lo que significa que Él sabe el pasado, el presente y el futuro. Dios conoce los secretos más escondidos de nuestro corazón. No hay forma de que algo esté oculto para los ojos de Dios. Teniendo esto claro, entonces sabremos que Dios siempre tuvo en sus planes que Jesús (Su Hijo) viniera a la tierra, en forma de hombre (Isaías 7: 14) y que mueriera por nuestros pecados, y que resucitaría al tercer día con lo cual vendríamos nosotros los pecadores a ser justificados ante Dios por la fé en Cristo.
Jesucristo, a través de su sufrimiento en la cruz, removió no sólo nuestros pecados, sino también la condena y el castigo que nos merecíamos, pues ésta sentencia fue puesta sobre su cabeza antes de su muerte. Este sacrificio, propició a Dios, pues Jesús satisfizo la justicia divina:
“a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados” Romanos 3: 25
“Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.” Hebreos 2: 17“Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.” 1 Juan 2: 2
Lo más importante para nuestras vidas, es entender que Cristo es Dios, quién vino a la tierra a morir en nuestro lugar, por nuestros pecados. Nosotros no somos capaces de hacer algo que pueda remover nuestros propios pecados. Meas claro no lo podemos leer en el Pentateuco, en donde a través de la historia del pueblo de Israel, ningún hombre pudo mantener las leyes de Jehová, lo cual trajo destrucción al pueblo. Fue por esa razón que Jesús debía morir. Pues Él era el único que podía morir en perfección, es decir, sin pecado. Dios odia al pecado, y a aquellos que hacen pecado:
“Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad;
El malo no habitará junto a ti. Los insensatos no estarán delante de tus ojos;
Aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.” Salmos 5: 4-6
“Jehová prueba al justo; Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece. Sobre los malos hará llover calamidades; Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos.” Salmos 11: 5-6
Sólo aquellos que han sido encontrados justos ante los ojos de Dios, podrán gozar de la vida eterna. Aquellas personas que por el contrario no lo sean, tendrán la condenación eterna…el infierno. Pero entonces, quienes son los justos? Justos serán aquellos que por fé han sido hechos nuevas personas, han sido lavados de todos sus pecados, a través de l sangre de Cristo, quién murió en su lugar.Lo más importante de ésto es la FE. Por la fé somos justificados. Por la fé se nos ha removido el pecado que cargábamos desde nuestra concepción (Salmos 51: 5). La fé es lo más importante en nuestra vida. Debemos tener fé en Cristo, y en todo lo que Él representa y TODO lo que hizo por nosotros en la cruz. Veámoslo de esta manera: antes de aceptar a Cristo en nuestra vida como nuestro salvador, estabamos en contienda con Dios; mas ahora, Cristo ha traído paz y nos ha reconciliado con Su Padre.
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” Romanos 5: 1
Dios extendió su gracia sobre nosotros. Nos regaló aquello que NO merecíamos. Nos dio, a través de Su Hijo, la salvación que estaba tan lejos de nosotros. Ese es el regalo más importante para nosotros. Eso es lo que diferencia al Cristianismo de todas las otras religiones, en las cuales, el hombre debe hacer obras para obtener la salvación. El Cristianismo enseña que Jesús lo hizo todo en la cruz, para que nosotros pudiéramos ser justificados ante Dios y así obtener la vida eterna a través de Él.Es entonces Jesús a quién debemos seguir e imitar, pues fue Él quién nos trajo este regalo tan maravilloso: La Gracia de Dios. Amén.
Sí señor, Amén!
No obstante, esto ha sido aprovechado por muchos des-Graciados (puesto que han perdido la Gracia!) para cometer todo tipo de tropelías amparándose en el Once saved, always saved…
Una pena.
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El Señor ha sido inmensamente misericordioso con nosotros! El unico tres veces Santo, fué capaz de neviar a su unigenito hijo para salvarnos, y solo por gracia, solo porque EL nos ha mirado conojos de misericordia…
Alabado sea el Señor, gloria a El a su Santo nombre y gracias infinitas porque ha mirado a sus siervos, nosotros que le buscamos y tenemos sed de El.