Cómo ser un buen oidor de la Palabra predicada?

Robert Purnell fue un bautista particular del siglo XVII, quien pastoreó la que fuera la primera iglesia bautista particular de Bristol en Inglaterra. En uno de sus escritos brindó algunos consejos sobre la mejor manera de escuchar la predicación de la Palabra de Dios. Él escribio lo siguiente,

Hemos escuchado acerca del deber de los predicadores; ahora veamos cual es el deber de los que la escuchan: el mismo Dios que ordena a Sus ministros hablar como un oráculo de Dios para la edificación, exhortación y consuelo: nos ordena a los que somos oidores a escuchar Su voz en ellos, y ponerles atención son distracción: mientras el ministro habla, que nosotros estemos escudriñando las Escrituras, para ver si aquellas cosas son ciertas, si o no.

1. Debemos esforzarnos para entender lo que escuchamos
2. Creer lo que entendemos
3. Atesorar y mantener en nuestra memoria lo que creemos
4. Practicar lo que mantenemos en la memoria
5. Comunicarle a otros lo que Dios nos ha enseñado

No es suficiente que la Palabra sea correctamente predicada y dispensada a menos que sea correctamente escuchada y recibida; algunos son de los que son todo oídos, todo por escuchar, nada para practicar; otros son los que son todo lengua, todo para hablar; otros son todo para ver, todo para escudriñar e investigar; otros son todo para palpar, todo para recibir, nada para comunicar y no debe maravillarnos que escuchamos tantos sermones para tan pocos propósitos: que consideremos seriamente estas tres Escrituras, Prov. 1.24,28; Miq 3.4; Zac 7.13.

Que más diré, por el escuchar con atención nuestros Juicios vienen a ser informados, y las corrupciones de nuestros corazones descubiertas, Stg 1. 23,24. La preciosa gracia viene por el oír, Rom 10.17 Hech 13.48 Ef 1.13

1. Entonces que prestemos atención como escuchamos Luc 8.18
2. Prestemos atención lo que escuchamos Marc 4.24
3. Que prestemos atención a quien escuchamos, Jer 27.9. Comparenla con Juan 10.27

HT (Particular Voices)