La Música en la Iglesia
Humberto Perez se me ha adelantado al hablar acerca de la música en la iglesia, pues la otra semana estaré haciendo una serie concerniente al Principio Regulador en la adoración. Mientras tanto los dejo con unas palabras del pastor Perez,
“La música es una hermosura en la adoración. Necesitamos melodías con buena letra como un suplemento y expresión de la oración y de lo que inspire la predicación. En el texto vemos la música mezclada con los sacrificios en el templo. Esa reforma la introdujo David, no era un mandamiento de la ley de Moisés, no se prescribía allí. Claro, por divina influencia, con la aprobación de los profetas mencionados. Antes no había salmo ni cántico alguno; en un silencio total y solemnidad se sacrificaba por el pecado, por la paz y la reconciliación del hombre con Dios. Con Moisés el culto era serio y reposaba más sobre la verdad y el significado de las cosas que sobre la alabanza y el gozo. La palabra de Dios en emblemas, imágenes y símbolos era el fundamento principal. David fue quien mezcló la experiencia religiosa con la expiación. Su adoración personal en los campos la llevó al culto público e incitó a Israel a que adorara a Dios como él lo adoraba; sus salmos eran sus oraciones (Sal.72:20), con tristezas, dudas, iras, cóleras, gozos y exaltaciones.”
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