La Iglesia Primitiva y la Creación
Las doctrinas de la iglesia no son doctrinas personales o individuales. Es decir, lo que la iglesia cree lo cree como iglesia, y aquellas doctrinas que se salen de lo que es normalmente creído por ella, son herejías. Por ejemplo, cuando escribí acerca del Dispensacionalismo, comenté que nunca antes en la historia de la iglesia, se había creído en esta doctrina, la cual fue desarrollada y pulida hasta mediados de los años 1800 por John N. Darby. Pero la iglesia nunca creyó este sistema escatológico.
Qué ocurrió con la doctrina de la deidad de Cristo? Pues, durante la iglesia primitiva la iglesia creía que el Padre era Dios, que Cristo era Dios, y que el Espíritu Santo era Dios, sin que tuviera una doctrina de la Trinidad totalmente desarrollada. Lo que sabía era que las tres personas eran Dios. Sin embargo, existían hombres, aisladamente que enseãban que Cristo no era Dios, pues Dios era uno. Uno de estos hombres era Arius. Cuando sus enseñanzas estaban esparciéndose en el mundo antigüo, se dieron conflictos que llevaron al concilio de Nicea, en donde los líderes de la iglesia dejaron claro que la iglesia creía en la deidad de Cristo. De ahí salió el credo que demostraba la creencia de la iglesia como un todo.
Debemos tener claro que si alguno de nosotros cree algo que no ha sido creído por la iglesia a través de su historia, entonces esto indica que nosotros estamos equivocados. Con esto, que creía la iglesia primitiva con respecto a la creación? Es que creía que Dios creó todo el universo en largos períodos de tiempo? Es que creía que Dios utilizó la evolución como medio de su creación?
Es obvio que en la antigüedad la ciencia no era tan avanzada como en la actualidad, pero el lenguaje siempre ha sido el mismo. Los apóstoles eran judíos, y podían comprender lo que sus padres les enseñaban acerca del libro de Génesis. Estos escribieron en griego, y sus enseñanzas fueron aceptadas por generaciones posteriores que comprendían el uso del lenguaje que ellos emplearon. Qué es entonces lo que estos padres de la iglesia enseñaron con respecto a la creación?
Cuando la iglesia primitiva estaba creciendo en el mundo greco-romano, los apóstoles y los padres de la iglesia predicaron a hombres que creían en la evolución. En Atenas, Pablo se encontró con filósofos epicúreos y estoicos, quienes eran también científicos, que se dedicaban a observar el mundo y explicar su naturaleza y origen. Sus opiniones acerca del origen del mundo eran todas evolucionarias. [1]
Uno de estos filósofos, Lucretius (98 a.C) escribió acerca de los orígenes en su libro, “Acerca de la Naturaleza de las Cosas” (On The Nature Of Things). Este hombre creía que la tierra había espontáneamente generado todas las formas de vida, “Queda, entonces, que la tierra merce el nombre de madre, que ella posee, pues de la tierra todas las cosas han sido producidas, y ella creó la raza humana.” [2]
El famoso médico, Galeno, expresó opiniones estoicas acerca de la creación, y creía que la materia era eterna. Este médico de la antigüedad escribió,
“Es precisamente este punto en que nuestra opinión y la de Platón y otros griegos que siguieron el método correcto en la ciencia natural difieren de la posición tomada por Moisés. Para éste último parece suficiente decir que Dios simplemente deseó el arreglo de la materia y que esto ocurrió por su orden; pues él cree que todo es posible con Dios, aún si él [Dios] quisiera crear un toro o caballo a partir de cenizas. Nosotros, sin embargo, no mantenemos esto; decimos que ciertas cosas son imposibles por naturaleza y que Dios no intenta tales cosas del todo, sino que él escoge la mejor posibilidad para que las cosas lleguen a ser.” [3]
El apóstol Pablo le enseñó a los atenienses, “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él,” y “Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres” (Hechos 17: 24-26). Y antes, en Liconia, este hombre de Dios enseñó lo siguiente, “convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay” (Hechos 14: 15).
Pablo y los padres de la iglesia predicaron a Cristo, a través de quien todas las cosas fueron hechas, “as que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles” (Colosenses 1:16). Y a los nuevos creyentes se les advirtió, “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres” (Colosenses 2: 8).
Entre estos nuevo creyentes estaban hombres como Justino el Mártir, un filósofo, que escribió que cuando escuchó el evangelio, “una llama fue encendida en mi alma; y el amor a los profetas, y aquellos hombres que eran amigos de Cristo, me poseyó…Encontré sólo a esta filosofía ser segura y provechosa.” [4]
Los padres de la iglesia, como Justino, cambiaron su visión evolucionaria por la visión de los orígenes que narra la Biblia. Ellos creyeron la Biblia y que Dios creó todas las cosas de la nada en el espacio de seis días, hace unos pocos miles de años.
En la Biblia, estos padres d ela iglesia podían leer acerca del Dios que, “da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen” (Romanos 4:17). Uno de estos era Teófilo, quien, de acuerdo con Eusebio fue un obispo en Antioquia en 169 a.C. Entrenado en literatura griega y convertido al cristianismo en su edad adulta, Teófilo defendió la fe en una apología, “A Autólico.” Esta apología contiene una extensa visión de la creación, y según algunos historiadores, fue ejemplo a otros padres. Con respecto a la visión griega de los orígenes, escribió,
“Algunos estoicos niegan absolutamente la existencia de Dios…Otros dicen que todo ocurre espontáneamente, que el universo no fue creado y que la naturaleza es eterna…que Dios es simplemente la conciencia individual. Platón y sus seguidores dicen que la materia es tan antigua como Dios. Pero si Dios es eterno y la materia es eterna, entonces de acuerdo a los platonistas Dios no es el Creador del universo.” [5]
Para Teófilo, Dios creó lo existente de lo no existente, y explicó que los filósofos hablaban cosas que nacían de la sabiduría humana y no de acuerdo a la verdad. Según este hombre, Dios envió profetas para proclamar y enseñar a la raza humana las cosas de Dios. A Atólico le instaba a buscar en las Escrituras para descubrir esa verdad. El Espíritu Santo, escribió, “bajo a los profetas y habló a través de ellos acerca de la creación del mundo y todo lo demás.” [6]
Los diez mandamientos registran que “en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay” (Exodo 20: 11). De acuerdo con Eusebio, algunos padres de la iglesia escribieron comentarios acerca de los seis días de la creación. Basilio, quin nació alrededor del año 330 d.C, pastor en Cappadocia, predicó acerca de los seis días de la creación. En sus sermones dijo,
“Escuchemos…las palabras de la verdad expresadas no en lenguaje persuasivo de sabiduría humana sino en las enseñanzas del Espíritu, cuyo fin no es la alabanza de los que escuchan sino la salvación de aquellos a los que enseña…Los sabios de los griegos escribieron muchas obras acerca de la naturaleza, pero no hay un solo relato entre ellos que quede sin alterar o firmemente establecido, pues una visión más reciente siempre conquista a la que le precede.” [7]
La posición de Basilio con respecto a la creación quedan claramente expuestas en su exposición de Génesis 1: 5, donde dice,
“Y fue la tarde y la mañana un día.” Porqué dice “un día” y no “primero”? Él dijo “uno” porque estaba definiendo la medida del día y la noche, pues veinticuatro horas llenan el intervalo de un día.” [8]
En general, los padres de la iglesia consideraron los días de la creación como días ordinarios correspondientes a días solares. Pero, por ejemplo, vemos que además estos padres de la iglesia crían también en una creción reciente. En el evangelio de Lucas, el médico amado, registró 75 generaciones desde Jesús hasta Adán. Utilizando los números en el Antiguo Testamento, Teófilo y otros sumaron los días desde la creación del mundo. Teófilo concluyó,
“No hay dos miriadas de miriadas de años, a pesar de que Platón dijo que tal período había pasado entre el diluvio y su propia vida…El mundo no es eterno ni existe producción espontánea de todo, como Pitágoras y otros han balbuceado; por el contrario el mundo es creado y providencialmente gobernado por Dios que creó todo. Y todo el período de tiempo y los años pueden ser demostrados a aquellos que desean aprender la verdad…El total de años desde la creación del mundo es de 5,698.” [9]
Teófilo reconocía que, “si un período se nos escapa, digamos 50 o 100 o hasta 200 años, de cualquier manera no son miriadas, o miles de años como dice Platón y el resto de aquellos que escribieron mentiras. Puede ser que no sepamos con exactitud el número total de años simplemente porque los meses adicionales y días no están registrados en los libros sagrados.” [10]
Otro de los padres de la iglesia, Origen, el gran teólogo de las iglesias griegas, defendió el relato contado por Moisés, enfatizando que la tierra “no tenía ni siquiera diez mil años, sino mucho menos de esto.” [11] Y Agustín con respecto a la edad del hombre y de la tierra escribió,
“Algunos mantienen la misma opinión acerca de hombres que la de la tierra, que siempre han existido. Y cuando les preguntan, cómo?, responden que la mayoría, sino todas las tierras, eran tan desoladas por intervalos por el fuego y las inundaciones, que los hombres eran reducidos grandemente en número, y en ocasiones había un nuevo inicio. Pero ellos dicen lo que piensan, no lo que saben. Ellos están engañados por aquellos documentos que profesan dar la historia de miles de años, a pesar de reconocer por los libros sagrados, que ni 6000 años han pasado.” [12]
Es claro entonces, que los padres y la iglesia primitiva creían en una creación producida por Dios en seis días literales de 24 horas, y en una creación reciente, y no, como decían los griegos muchísimos años antes de Darwin, una creación de millones de años.
En las próximas entradas estaré escribiendo acerca de la respuesta cristiana a los hallazgos científicos de una aparente creación antigua.
___________________________________________________
[1] Joyce Puglia. The Origin of Life: A History of Ancient Greek Theories
[2] Lucretius. On The Nature of Things. Libro V.
[3] Robert L. Wilken. The Christians as the Romans Saw Them.
[4] Justino el Mártir. Dialogue with Trypho. 1.198
[5] Teófilo. To Autolycus. Libro II, capítulo 4.
[6] Ibid. Libro 2, capítulo 10.
[7] Basilio. The Hexamerón. Homilía 1.1.2
[9] Teófilo. Libro 3. 24, 28
[10] Ibid 3.29
[11] Origen. Against Celsus. Libro 1. 19
[12] Agustín. The City of God. 12.10
sujetosalaroca.org
Suscribete para recibir actualizaciones de entradas como esta.
Suscribete por email.
Suscribete al podcast por iTunes.
Apoya este sitio visitando los patrocinadores aquí.
Impresionante la capacidad de estos hombres para tirar por la borda la sabiduría humana. ¿Te das cuenta cómo Dios se revela a través del estudio intenso de la Escritura a sus hijos? y ¿como ese conocimiento revelado NO puede ser superado por la ciencia o método de investigación alguno?
Sabemos que hay muchos que patalean y berrean contra lo antiguo, sintiéndose “moderno”s, necesitados de una nueva forma de pensar, cuando está escrito que “no hay nada nuevo debajo del sol”. Lo que cree la Iglesia ayer lo cree hoy también, ¿por qué? porque nuestro conocimiento se basa en la Palabra inmutable de Dios, que es toda verdad, TODA. Habrá cosas que parezcan inciertas o no totalmente verdaderas para algunos “cristianos” o para la gente del mundo. Pero al final será Dios verás y todo hombre mentiroso. Su Palabra y su conocimiento revelado avergonzarán a los sabios de este mundo.
Hoy es la creación, mañana algunos que se dicen creyentes también se inclinarán al diálogo interreligioso y “descubrirán” que Jesucristo no es el único camino al cielo o que el Corán también es palabra de Dios o van a decir que se les apareció la virgen. Tonterías que la verdadera Iglesia no ha creído nunca y que jamás creerá. Si los demás quieren ser amiguitos del mundo y coquetear con él como una adolescente, que lo hagan; nosotros seguimos creyendole a Dios y a Su Palabra, en todo.
I Daniel,
Estoy totalmente de acuerdo contigo. Cuando cristianos pierden de vista lo que la iglesia ha mantenido durante toda su historia, caen en errores, muchos de los cuales pueden costarles muy caro, y con esto me refiero a la vida espiritual. Sometamonos a la Palabra de Dios.