El Premilenialismo y Apocalipsis 20-Parte IV
El día de hoy vamos a ver la segunda parte del pasaje de Apocalipsis 20: 4-6. Luego de describir lo que representa la atadura de Satanás, la visión de Apocalipsis 20 cambia su enfoque hacia la escena en la que los santos reinan con Cristo durante el milenio. El pasaje dice así,
“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.”
Podemos hacernos dos preguntas: primero, Cúal es la localización de la escena que ve Juan? Es una escena de los santos en el cielo o en la tierra?; Segundo, Quienes son los santos vistos por Juan? Corresponden a todos los creyentes o solo a llos creyentes que han muerto y que ahora reinan con Cristo en el cielo?
Es importante notar que lo primero que el apóstol Juan observa es la vision son ‘tronos.’ Él dice, “Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar.” La localización más probable de estos tronos es el cielo. El cielo es el lugar donde se encuentra el trono de Dios y del Cordero en el libro de Apocalipsis, pero es también el lugar donde los santos que han muerto o que han sido martirizados comparten el reinado de Cristo. La palabra ‘tronos’ ocurre unas 47 veces en Apocalipsis y en 44 se refieren al cielo (Ap. 2:13; 13:2; 16:10). Por lo tanto tomar la vision de Apocalipsis 20 como tronos localizados en la tierra es ser inconsistente con el simbolismo del libro.
Además, el hecho de que Juan hable de ‘almas’ de aquellos que han sido decapitados debido al testimonio de Jesús agrega la posibilidad de que la escena sea celestial. Este lenguaje es similar a pasajes previos en el mismo libro como Apocalipsis 6:9 donde dice, “vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.” (Ap. 6:9). Cuando Juan nota que estos santos se contrastan en el verso 5 con ‘los otros muertos,’ es evidentemente cierto que Juan está viendo una visión de los santos en gloria, aquellos creyentes que han muerto y están en la presencia del Señor. El hecho de que más adelante la visión hable de que estos santos no están sujetos a la segunda muerte confirma que son creyentes que han muerto y que gozan la bendición luego de la muerte de la cual están excluídos los no creyentes.
Por supuesto que la localización de los santos, ya sea en el cielo o en la tierra depende del significado de su participación en la primera resurrección. Si la primera resurrección es una resurrección corporal, como dicen los premilenialistas, entonces sería correcto asumir que su reinado es en la tierra. Para los premilenialistas, la visión de Apocalipsis 20 habla de los santos resucitados y reinando en la tierra durante el milenio.
Con respecto a la segunda pregunta-quienes son estos santos?-es también disputada. Los premilenialistas argumentan que Juan visualiza a todos los santos, creyentes que vienen con Cristo a la tierra luego de la tribulación, así como creyentes que están vivos durante Su venida, que reinan con Cristo por mil años en la tierra. Para los amilenialistas esta visión trata de los santos en gloria, los cuales han fallecido o han sido martirizados.
Sin embargo, a pesar de lo que digan los premilenialistas, existen buenas razones para tomar esta visión como los santos en el cielo. Al leer este pasaje vemos los privilegios de aquellos santos, juzgan, reinan con Cristo, no son sometidos a una segunda muerte, y que estos privilegios serán compartidos por todos los santos en el cielo. La escena que se desenvuelve ante el apóstol Juan es la de los santos en el cielo ante el trono de Dios y del Cordero. Entre estos santos, Juan pone especial énfasis en aquellos mártires. Lo que Juan ve es que todos gozan durante el milenio increíbles privilegios.
La Primera Resurrección
En la visión de Apocalipsis 20: 1-6, una de las cosas más importantes de entender es lo que significa la primera resurrección, que es gozada por los santos de los que escribe Juan. En la descripción de estos santos vemos que ‘vivieron y reinaron con Cristo por mil años.’ El resto de los muertos no viven hasta que los mil años no se hayan completados. Esta es la primera resurrección.
El premilenialista lee Apocalipsis 20 y cree que es una referencia a la resurrección corporal de los santos al inicio del milenio. El lenguaje utilizado en este pasaje para ‘vivieron,’ especialmente el uso del término ‘resurrección,’ es tomado como si fuera la resurrección corporal de creyentes antes del reino milenial de Cristo en la tierra. Esta resurrección es exclusivamente un privilegio de creyentes y debe ser distinguida de la segunda resurrección, la resurrección corporal de los no creyentes e impíos, que ocurre posterior al milenio en conexión con el Gran Trono Blanco de Juicio descrito en los versos 11-15. Los creyentes que participan en a primera resurrección no son sometidos a una segunda muerte. Sin embargo, los no creyentes que participan de la segunda resurrección son sometidos a la segunda muerte. De nuevo, para los amilenialistas esta primera resurrección no es una resurrección corporal sino a una realidad espiritual.
Debemos tener en cuenta alguna consideraciones que dejan en evidencia que esta participación espiritual en Cristo es la que trae los privilegios de vivir y reinar con Cristo, así como inmunidad contra la segunda muerte. Primero, si la primera resurrección fuera una referencia de la resurrección corporal solamente de los creyentes, evento que ocurre al inicio del milenio, esta resurrección estaría separada por mil años desde la resurrección hasta el juicio de los justos e injustos, creyentes y no creyentes, sin embargo, esto contradice la enseñanza de la Biblia en otros lugares en odnde se nos dice que estos eventos ocurren simultáneamente como parte de una serie de eventos al final de los días. En Juan 5: 28-29, Jesús le dice a los discípulos que un día todos escucharán la voz de Cristo, justos e injustos, en donde habrá una resurrección a vida y una resurrección a juicio. Otros pasajes que enseñan esto son: Mateo 16:27; 25:31-33; Hechos 24:15; 2 Corintios 5: 10; 2 Tesalonisenses 1: 6-10; Apocalipsis 20: 11-15.
Segundo, a pesar de que los premilenialistas dicen que el término ‘viviendo’ y ‘resurrección’ son utilizados en el Nuevo Testamento como para representar la resurrección corporal, esto no es siempre el caso. El verbo traducido en los versos 4 y 5 como ‘viviendo’ es utilizado en otros lugares para vida que no representa la resurrección corporal. En Lucas 20, Jesús hablando en contra de la negación de los saduceos de la doctrina de la resurrección, dice que Dios no es un Dios de los muertos, sino de los vivos (Lucas 20:38). En otras ocasiones en el libro de Apocalipsis, el verbo es usado para describir a Dios, quien ‘vive por siempre’ (Apocalipsis 4: 9-10), quien es el Dios viviente (Ap. 7:2). De igual manera en Apocalipsis 13, cuando se describe a una de las cabezas de la bestia que fue herida de muerte (verso 3) y que luego vuelve a la vida (verso 14), no quiere decir que la cabeza tuvo una resurrección corporal, sino simplemente que fue sanada. Lo mismo ocurre en Apocalipsis 20.
Tercero, el Nuevo Testamento habla de la comunión de los creyentes con Cristo, que trae los beneficios de los que habla la visión de Apocalipsis 20: 1-6, como una resurrección que no es corporal. No es cierto, como dicen algunos premilenialistas, que el lenguaje de la resurrección en el Nuevo Testamento deba ser siempre una resurrección corporal. De hecho, el Nuevo Testamento habla de que el creyente ha sido levantado con Cristo que es fundamental para la salvación y es la base de la expectativa de una futura resurrección corporal. Nada en el texto de Apocalipsis 20: 1-6 habla de una resurrección corporal, sino de una primera resurrección que trae todos los beneficios a los santos.
Es importante saber que en el Nuevo Testamento se habla de que los creyentes, debido a su unión con Cristo viven y reinan con Él como sacerdotes de Dios. En otro lugar en el Nuevo Testamento se habla de la comunión del creyente con Cristo como una resurrección que trae victoria sobre le dominio del pecado y muerte. Esto es claro en las palabras de Juan 11: 25-26, donde Cristo promete a aquellos que creen en Él que compartirán Su resurrección y vida.
Igualmente el apóstol Pablo dice en la espístola a los Colosenses, “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.” (Colosenses 3: 1-3). Pablo habla de la resurrección del creyente en comunión con Cristo, por ejemplo en Efesios 2: 4-6, “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.”
Estos pasajes son especialmente pertinentes para comprender la primera resurrección y la participación de los creyentes en ella, ya que enseñan que debido a la unión de los santos con Cristo, comparten Su resurrección y todos los beneficios, los cuales gozan todos los creyentes a través de la fe en Jesucristo.
Esto significa que cuando Juan observa a los santos en el cielo reinando con Cristo como sacerdotes de Dios, ejerciendo en el cielo en comunión con el Hijo de Dios, ve a los santos gozando de las bendiciones de todos los creyentes en unión con Cristo. Estas bendiciones vienen de su participación en la primera resurrección, y por ello no son sometidos al poder de la muerte, incluyendo la segunda muerte que es la separación eterna de la presencia y el favor de Dios.
El Resto de los Muertos
Esta lectura del pasaje de Apocalipsis 20 encuentra mayor confirmación en el lenguaje al cierre de la visión. Apocalipsis 20: 1-6 concluye con esta palabras, “Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. . Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.”
El resto de los muertos se refiere a los injustos y a los no creyentes. Debido a que no tienen parte en la primera resurrección, permanecen sujetos al poder de la segunda muerte. No comparten ninguno de los privilegios de los que gozan los santos. La segunda muerte a los que son sujetos no puede ser la muerte física, la separación de cuerppo y alma a causa del pecado, pues yah an sufrido esta muerte. Es una muerte espiritual, esa muerte que resulta de la separación del favor y communion con Dios. La primera resurrección se diferencia como primera porque trae Victoria, no sobre la muerte física, sino como muerte espiritual. La segunda muerte es segunda porque significa que es culpable para castigo, no físico, sino del castigo de estar separado y escomunicado de la presencia y el favor de Dios. El término ‘segunda muerte’ confirma que la primera resurrección no es corporal. Lo que distingue a los que toman parte en la primera resurrección es que no están sujetos a muerte espiritual. Son aquellos que viven y cuyas vidas consisten en una communion con Dios y Cristo. Lo mismo no se puede decir del resto de los muertos, quienes permaneces culpables, aún de una segunda muerte bajo el juicio de Dios.
Lo que dice la vision de Apocalipsis 20 es que los muertos están excluídos de la primera resurrección y de sus beneficios y como dije antes, están sujetos a la segunda muerte, que es una muerte espiritual.
sujetosalaroca.com
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Eduardo.
Al refutar a esos hermanos, tienes una gran paciencia con ellos, los premilenarios, diles de una vez, a voz en cuello, como anunciador de Sión, que si no se interpreta simbólicamte Apoc. 20, la cosa se vuelve tan extravagante que habría que tener más fe que la de Isaías y Ezequiel juntas para creerlo, y si cualquier incrédulo, errabundo agnóstico o postmodernista, que no haya sido largamente adoctrinado en el esquema premilenario entra a una conferencia (¡con power point, y todo!) y oye esas piruetas exegéticas, dirá que “estamos locos” y ni por nada del mundo se postrará adorando a Dios, al contrario, se volverá más incrédulo que creyente burlándose de nuestra insensata ingenuidad. Si Pablo en Atenas, entre estoicos y epicúreos, en vez de hablar de la muerte y resurrección de Cristo se hubiera empeñado en asomar por allí ese número mil y su complicado inserto dentro de su escatología, no le hubieran hecho la promesa, “ya te oiremos acerca de esto otra vez” ni obtenido los magníficos resultados con Dionisio el areopagita, Dámaris y otros. La escatología paulina va desde la resurrección, ascensión a la segunda venida y dentro de eso no cabe ni un alfiler. Y con ese esquema futuro convertía a pobres y príncipes, como Drusila y Félix, quien le dijo espantado de modo similar al terminar su sermón, “ahora vete, pero cuando tenga oportunidad te llamaré”. Si le hubiera metido el mil en medio, a éste gran pecador no se le hubieran puesto los pelos en punta ni habría hecho la promesa de volverlo a invitar a predicar. La propagación del premilenialismo embota el mensaje de la cruz y le quita urgencia a la salvación. El milenio literal no hace falta en el evangelismo, en la exposición de la fe “una vez dada a los santos” ni para fomentar las virtudes y moral cristianas. Las “cosas mejores”, dice Hebreos, “pertenecen a la salvación”, y el número mil, literal, no está incluido dentro de ellas.
Humberto,
Es claro que los premilenialistas y dispensacionalistas están errados en sus conclusiones. La verdad he estado leyendo mucho acerca del dispensacionalismo y me parece que sus errores son graves. Mañana hablaré un poco acerca de la historia del Pretribulacionismo. Bendiciones.
Hola, comparto contigo todo lo expuesto, me gustaría que le echaras un vistazo a esta pagina y me dieras tu opinión, porque necesito saber si esto es verdad o te tinca que es otro engaño mas de los aque abundan en estos tiempos.
http://mx.geocities.com/aharon401/jesusfalso.htm
(a veces no se ve, pero luego se puede ver)
Además me gustaría que hicieras algun estudio acerca de orar AL Espiritu Santo, dirigirse a El, porque hasta donde yo me acuerdo Jesús enseñó a orar así “Padre Nuestro…”
Saludos desde Concepción, CHILE
Viviana,
Gracias por tu comentario. Con respecto a la pagina a la que me enviaste, te aconsejo ni siquiera leer esa basura. Eso lo enseña una secta que dice que Jesus no es Dios. No te molestes en leer esas herejías. Bendiciones!
Eduardo:
El problema que a mi se me produjo con esto, es que el que escribe, acepta a Cristo como Salvador e Hijo de Dios. Pero según lo que entendí, hay una mala traducción con Su Nombre. Ya que en el camino a Damasco, Jesús le dice al Apóstol Pablo su nombre en “Lengua Hebrea” (Hechos 26:14) y este tipo afirma que la transliteración del Hebreo al Latín (o al Griego) y luego al Inglés o al Español, sufrió de modificaciones medias herejes.
La verdad es que he pensado mucho en este tema y hasta me dan ganas de aprender estos idiomas (Latin y Griego).
Ahora, tambien entiendo que la Salvación no va a depender de pronunciar bien o mal el Nombre de nuestro Salvador, sino que Jesús es la Verdad, y la Verdad estan plasmadas en las Escrituras, y el que haga estas cosas vivirá por ellas (ahora la ley en nuestros corazones) porque una vez que el evangelio se predica en todas las naciones, este tipo de cosas iba a suceder y Dios ya las tenia en cuenta.
Pero me ha rondado mucho este tema porque quizás es cierto que su Verdadero nombre haya sido modificado en las transliteraciones.
Bueno, en todo caso, sea como fuere, Jesús es el Señor, el Hijo del Dios viviente.
Me alegro de haber encontrado tu blog, porque hay otros blogs muy buenos tambien pero son mas bien adeptos del Milenio, doctrina que yo no comparto, ya que tampoco creo en el rapto secreto de la Iglesia. La Escritura tiene pasajes claves que indican que eso no tiene sustento verdadero.
Bendiciones y sigue adelante qe ya nos encontraremos con Cristo en la Gloria.
Ven Señor Jesús.
Gracia y Paz hermano Eduardo, hermano Humberto y a una coterranea mía, hermana Viviana.
Hermanos Eduardo y Humberto, soy Chileno y vivo en Panamá hace varios años, hemos iniciado una obra Reformada, la primera en el país para la Gloria del Señor, somos un grupo pequeño creciendo en la gracia de nuestro Señor Jesucristo. Mi pregunta para ustedes es ¿Conocen algún seminario a distancia, Reformado que no cobre o que no sea muy costoso, al que pueda recomendar a varios de mis hermanos en la fe acá? Les agradezco me respondan a mi correo electrónico para poder tener una comunicación más fluida.
Hna. Viviana, de qué parte de mi querido Chile eres? Yo era de Santiago, Maipú. Te congregas en alguna iglesia reformada? tienen página web?
Abrazos en Cristo,
Mauricio Ponce
digitalwf@gmail.com