Descifrando Pasajes Difíciles: 1 Pedro 4: 12-13

A cuántos de nostotros nos han enseñado que como cristianos estamos hechos para triunfar? O cuántos de nosotros hemos escuchado a personas como Joel Osteen, decir que tenemos el DNA de Dios y que tenemos la sangre de un campeón en nosotros y que por ellos debemos pensar que vamos a triunfar? Quizás muchos de nosotros.

Fue eso lo que el apóstol Pedro enseñó a las iglesias de Asia? Es que la doctrina de los apóstoles recibida por la iglesia primitiva incluía el mensaje del triunfo de los cristianos sobre los males que enfrentarían a diario? Veamos el mensaje de Pedro,

“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de Su gloria os gocéis con gran alegría.” 1 Pedro 4: 12-13

En una conversación con un familiar la semana pasada, surgió el tema de la gracia común de Dios sbre toda la humanidad, y la idea de que aquellas personas que estaban “bien” en este mundo, como Bill Gates, estaban siendo bendecidos por Dios. Para aquellos que estudian la Biblia, es claro que la gracia común de Dios es muy diferente a la gracia especial.

La gracia común es la gracia que Dios le brinda a toda la creación, es decir, dándole lluvia a los pastos para que crezcan, alimentando a las aves del cielo, restringiendo la maldad de los hombres, da las estaciones, las cosechas, etc. Jesús nos enseñó la gracia cmún de Dios en estas palabras,

“[Padre] que está en los cielos, que hace salir Su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.” Mateo 5: 45

El punto fue el siguiente: El estar bien, es decir, sin problemas, significa que Dios está bendiciendo a una persona? Qué nos dice la Biblia? Qué nos dicen los apóstoles? Y, últimadamente, que nos dice el Espíritu Santo, autor de la revelación especial de Dios?

No quiero discutir las implicaciones teológicas de la gracia común y la gracia especial, pero si quiero refutar la idea de que los creyentes están hechos para triunfar. Cuando vamos a la Biblia, es claro que los apóstoles fueron los enviados de Cristo para predicar el mensaje del evangelio, las buenas nuevas, para abrir los ojos de cada individuo perteneciente al pueblo de Dios, y traerlos hacia la vida eterna, mediante la fe en Cristo. Pero, es que alguien podría decir que los apóstoles no fueron benditos por Dios? Mediante la lógica empleada por algunas personas, los apóstoles fueron hombres malditos por Dios, ya que sufrieron muertes terribles. Y que de los profetas del Antiguo Testamento? Qué nos dice el libro de Hebreos,

“Otros [profetas] experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y cabras, pobres, angustiados, maltratados” Hebreos 11: 36-37

Qué dice el autor de Hebreos acerca de estos santos de Dios? Fueron perseguidos, asesinados (con sierras, espadas), pobres…Esto es lo que nos dice la ‘filosofía’ cristiana de muchas de nuestras iglesias acerca del verdadero cristiano? No. Para la gran mayoría del cristianismo mundial, y la filosofía secular, estos grandes hombres de Dios serían considerados unos perdedores; considerados malditos por Dios. Pero no fueron las palabras de Job totalmente lo contrario con respecto a los justos e injustos?

Entonces qué es lo que Pedro le quiso enseñar a la iglesia en Asia? Lo que dice Pedro, y el resto de los apóstoles es que los cristianos fueron hechos para sufrir por causa de Cristo. En este pasaje, Pedro claramente le dice a los que escuchan su mensaje, quienes están siendo perseguidos por el Imperio Romano, que no se sorprendan de esas persecuciones. No son cosas extrañas lo que está viniendo sobre ellos, pues todo viene de Dios. Son las pruebas que pone Dios en el camino de Sus hijos adoptivos, para que sepan la fe que Él les ha dado. Inclusive veamos lo que Pablo le dice a la iglesia en Filipos,

“Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en Él, sino también que padezcáis por Él” Filipenses 1:29

Cuando leemos el pasaje en la lengua original, podemos notar claramente la palabra χαριςομαι (charizomai) que quiere decir: “dar un favor, dar un regalo.” [1] Es correcta la lectura del pasaje? Qué es lo que hemos recibido como regalo de parte del Padre? Pues, si volvemos a leer el verso queda claro que no sólo los creyentes han recibido el regalo de poder creer en Cristo como su salvador, pero además han recibido como regalo, el sufrimiento.

Sé que esto puede sonar muy fuerte para algunas personas, acostumbradas a escuchar acerca de la prosperidad material de los cristianos. Lástimosamente esto es una falsa enseñanza, pues a pesar de que existen personas que han nacido de nuevo, que se encuentran bien materialmente, la Biblia claramente expresa que los verdaderos creyentes sufren en muchos aspectos de sus vidas. Los verdaderos creyentes sufren enfermedades, cáncer, abortos, muerte de sus hijos, pobreza, etc.

Sólo la sabiduría del mundo, violentando la palabra exhalada por Dios y revelada a nosotros en la Biblia, podría decir que los creyentes estamos hechos para triunfar materialmente en este mundo. Estoy de acuerdo que los creyentes están hechos para triunfar, pero en el reino espiritual. Dios declaró que,

“Y a los que predestinó, a estos también llamó, y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó.” Romanos 8: 30

Es decir, los verdaderos creyentes hemos ganado la batalla espiritual, no por nada que hayamos hecho nosotros, sino por lo que Cristo hizo hace más de dos mil años en nuestro lugar, muriendo, “el justo por los injustos, para llevarnos a Dios.” (1 Pedro 3:18).

Es claro que los cristianos somos más que vencedores en Cristo, pero esto en relación al reino espiritual. Para el resto de nuestras vidas Dios sólo nos promete gozarnos siguiendo el ejemplo de Cristo en nuestro sufrimiento. Esto es lo que Pedro le dijo a la iglesia en Asia,

“Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, Él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.” 1 Pedro 4: 14

Recordemos siempre que Cristo es glorificado en nuestros sufrimientos. No nos sorprendamos de que las pruebas que vienen a nuestras vidas son algo extraño, sino que son el regalo de Dios para que Cristo sea glorificado en nosotros.

[1] Strong’s Greek Lexicon. Número 5483.

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