Introducción a la Teología: La Doctrina de la Trinidad-Parte I
El concepto de nuestro Dios como una trinidad de co-equidad, pero de diferentes personas es la doctrina más intelectual y difícil de la Biblia. Es un misterio que va más allá de la razón, pero que no es contrario a ella. La definición más famosa es quizás la que dio Agustín en el siglo V,
“ Hay un Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, y cada uno es Dios, y a la misma vez todos son un solo Dios; y cada uno de ellos es una completa sustancia, y al mismo tiempo son todos una sustancia. El Padre no es ni el Hijo ni el Espíritu Santo; el Hijo no es ni el Padre ni el Espíritu Santo; el Espíritu Santo no es ni el Padre ni el Hijo. Pero el Padre es el Padre únicamente; el Hijo es el Hijo únicamente y el Espíritu Santo es el Espíritu Santo únicamente. Los tres tienen la misma eternidad, la misma inmutabilidad, la misma majestuosidad y el mismo poder.” [1]
A través de toda la historia de la iglesia, diferentes personas han dicho que este concepto de Dios es incoherente y contradice la lógica. Exclaman que la doctrina de la Trinidad es irracional, y por ello han surgido distintas herejías a lo largo de la historia.
Cómo podemos definir la Trinidad? Dios existe eternamente como tres personas, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y cada persona es Dios, y sólo hay un Dios [2]. Esta idea es claramente visible del estudio del Antiguo y Nuevo Testamento, a pesar de que la palabra trinidad no se encuentra en ningún lugar de la Biblia.Antiguo Testamento
“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” Génesis 1:26
Muchos, especialmente los Testigos de Jehová que niegan la deidad de Cristo, dicen que este pasaje muestra a Dios hablándole a los ángeles. Pero esto no tiene sentido, pues según nos dice Pablo, el hombre es hecho a imagen de Dios y no de los ángeles,
“Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios” 1 Corintios 11:7
Además, los ángeles no participaron en la creación. Kiel dice con respecto a Génesis 1:26, “el plural ‘nosotros’ fue tomado por los padres y teólogos antiguos casi con unanimidad como indicativo de la Trinidad” [3]. Es cierto que este verso no nos dice cuantas personas, pero si nos da a entender una pluralidad de personas en Dios [4].
En el Salmo 45 leemos lo siguiente,
“Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; Cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.” Salmo 45: 6-7
En este pasaje el salmista está hablando de Dios (rojo) quien es distinto de ‘el Dios tuyo’ (azul). Claramente hay dos personas distintas que son mencionadas por el salmista. Algo importante también es que la palabra acá utilizada para Dios es ‘Elõhîm, que significa Dioses. Pero, antes de que alguien critique este pasaje, debemos tener claro que este verso es citado en el Nuevo Testamento refiriéndose a Cristo. Veamos,
“Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino.” Hebreos 1:8
Según el autor de Hebreos, Dios Padre, está hablando del Hijo, a quien le llama Dios, quien además es eterno. Es claro, que el pasaje de Salmo 45 se refiere a Cristo, a quien llama Dios, y por lo tanto indica la pluralidad de la deidad. Similarmente, David dice,
“Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.” Salmo 110: 1
Jesús entiende este pasaje como refiriéndose a diferentes personas y le hace la pregunta a los fariseos, “nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más” (Mateo 22:46). Es obvio que Cristo entendía que Dios le estaba diciendo a Dios que se sentara a su mano derecha, y por lo tanto son dos diferentes personas a las que hace mención el verso. Además, en hebreo, el verso lee así,
חטךערךך קגי חטנט אטג טמטצטךמ נ טמגךי’יט קמ רצזצ ג’גך
Es interesante notar que la palabra Señor viene del griego kyrios (kuriw-griego), que fue colocado en la traducción griega del Antiguo Testamento (Septuaginta). Esa palabra, kyrios, se colocó en lugar de la palabra Adonai/ג’גך (Jehová/י’יט), que es la palabra que es utilizada en el hebreo (Biblia Hebreica Stuttgartensia-BHS). El texto lee así literalmente,
“Jehová dijo a Adonai: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.”
Para los que saben algo de historia, les será fácil reconocer que la palabra Adonai era una palabra utilizada por los judíos para nombrar a Dios, Yahweh. Y es la misma que es utilizada para este salmo [5].
Hay pasajes en el Antiguo Testamento que hablan acerca del ángel del Señor. La palabra hebrea ‘mal’ak’ significa simplemente mensajero, y en ciertos pasajes del AT es distinto del Señor, pero en algunas ocasiones se le llama Señor. Por ejemplo,
“Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción. Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará. Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?” Génesis 16: 11-13
“Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: !!Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.” Éxodo 3: 2-6
“Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, esa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac. Oyendo Balac que Balaam venía, salió a recibirlo a la ciudad de Moab, que está junto al límite de Arnón, que está al extremo de su territorio. Y Balac dijo a Balaam: ¿No envié yo a llamarte? ¿Por qué no has venido a mí? ¿No puedo yo honrarte? Balaam respondió a Balac: He aquí yo he venido a ti; mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, esa hablaré.” Números 22: 35-38
“El ángel de Jehová subió de Gilgal a Boquim, y dijo: Yo os saqué de Egipto, y os introduje en la tierra de la cual había jurado a vuestros padres, diciendo: No invalidaré jamás mi pacto con vosotros, con tal que vosotros no hagáis pacto con los moradores de esta tierra, cuyos altares habéis de derribar; mas vosotros no habéis atendido a mi voz. ¿Por qué habéis hecho esto?” Jueces 2: 1-2
“Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente. Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?” Jueces 6: 11-14
Nuevo Testamento
Con la encarnación de Cristo, es esperable que la doctrina (enseñanza) de Dios con respecto a Su naturaleza trinitaria, aumente. Esto es precisamente lo que vemos en el Nuevo Testamento. Veamos algunos pasajes. En el bautismo de Cristo, “los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” (Mateo 3:16-17). En ese momento, los tres miembros de la Trinidad realizan tres actividades distintas. El Padre, habla desde el cielo, el Espíritu Santo desciende y el Hijo de Dios, Cristo que le recibe, para dar poder a Su ministerio.
Otro ejemplo es cuando Cristo las da la orden a Sus apóstoles de ir y evangelizar a las naciones, les dice, “bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” (Mateo 28: 19). Es claro que Cristo enseña acerca de tres personas distintas. Muchos han intentado torcer este verso traduciéndolo como “ en el nombre del Padre, Hijo, y Espíritu Santo.” Pero el texto en el griego original dice,
“το ονομα του πατρος και του υιου του αγιου πνεθματος”
to onoma tou patrov kai tou uiou kai tou agiou pneumatov
La palabra tou (tou/ho-griego) es el artículo “el” o “la.” Es claro que la correcta traducción es, “en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” Otro pasaje del Nuevo Testamento en el que vemos esta expresión trinitaria está en 2 Corintios 13:14, donde dice,
“La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.”
Pablo está claramente enseñando acerca de tres personas distintas, lo mismo que hace Pedro en la introducción a su primera epístola, donde dice,
“elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.” 1 Pedro 1:2
A pesar de que la doctrina de la Trinidad es un misterio que nunca podremos comprender completamente, si podemos entender algo de esta verdad, y esto lo podemos resumir de la siguiente manera,
1. Dios es tres personas
Esto quiere decir que el Padre no es el Hijo ni el Espíritu Santo. Además quiere decir que el Hijo no es el Padre ni el Espíritu Santo, y por lo tanto el Espíritu Santo es otra persona distinta también. Juan 1:1 nos dice,
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.”
El hecho de que este pasaje mencione que el Verbo, que se refiere a Cristo, era con Dios, muestra que Cristo y el Padre son distintas personas. Además, para aquellos que niegan la doctrina de la Trinidad, es inconcebible que Jesús le ore al Padre, como de hecho ocurre en el pasaje de Juan 17:24,
“Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.”
Sólo entre dos personas distintas puede existir amor, y la posibilidad de compartir cosas, como en este caso Cristo y el Padre comparten la gloria. Además, cuando la Biblia habla de que tenemos un abogado para con el Padre, refiriéndose a Cristo, es obvio que este abogado (paracletos) es distinto del Padre, pues intercede por nosotros con el Padre,
“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.” 1 Juan 2:1
Además, el Espíritu Santo es distinto del Padre y del Hijo. Esto es claro cuando Jesús dice, “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.” (Juan 14:26). Este pasaje, también claramente habla de tres personas distintas, el que envía (El Padre), quien es enviado (Espíritu Santo), y a nombre de quien se envía (Cristo).
Algo interesante que notamos sólo en el griego, es que la palabra para designar al espíritu es pneuma (pneuma), el cual es una palabra neutra en griego y debería utilizar el pronombre neutro ekeino. Pero en esta lengua, cuando se habla del Espíritu Santo se utiliza el pronombre he (ekeinos-griego), un pronombre masculino, que no es de esperarse según las reglas de la gramática griega [6], informándonos que el apóstol, sabía que Jesús se refería al Espíritu Santo como una persona distinta [7].
Grudem además es claro en afirmar que la palabra griega parakletos, que significa consolador, abogado, ayudante, es siempre utilizada para hablar de una persona que ayuda o conforta a otra persona. Pero el Espíritu Santo no sólo conforta, sino que también enseña (Juan 14:26); testifica (Juan 15:26, Rom. 8:16); conoce los conocimientos de Dios (1 Cor. 2:11); habla (Hechos 8:29); es contristado (Efesios 4:30), lo cual enseña que es una persona.
Otro pasaje que es importante para refutar las creencias de los Testigos de Jehová, es el que encontramos en 2 Corintios 3:17, donde dice, “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.” Usando un mejor uso de la gramática y el contexto del pasaje, la mejor traducción es, “ Porque el Espíritu es el Señor; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.” Nótese que el sujeto de la oración, y del capítulo 3 (especialmente verso 8) es el Espíritu, de quien Pablo dice es el Señor, es decir, Jehová [8], quien es el que nos capacita (verso 5).
2. Cada Persona es Dios
El Padre es Dios (Génesis 1:1), el Creador de todas las cosas. El Hijo es Dios (Juan 1:1-4), en donde Cristo es mencionado como el Verbo (logos). Los Testigos de Jehová han atacado la correcta traducción de este pasaje, traduciéndolo como “y el Verbo era un dios,” aduciendo que debido a que la palabra theos en el griego no lleva el artículo ho (el-la) entonces debe traducirse como “un dios.” Y para esto utilizan la regla de Colwell, la cual claramente desecha su interpretación [9].
Otro pasaje claro que demuestra la deidad de Cristo lo encontramos en Juan 20,
“Ocho días después estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, se puso en medio y les dijo:–¡Paz a vosotros! Luego dijo a Tomás:–Pon aquí tu dedo y mira mis manos; acerca tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo:–¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dijo: –Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron y creyeron.” Juan 20: 26-29
Es obvio, por el contexto, que Tomás está refiriéndose a Jesús cuando dice, “Señor mío y Dios mío.” Porqué? Cristo le muestra sus heridas, y cuando Tomás lo hace, exclama, por lo que Cristo le dice a Tomás que creyó que Él era Dios porque le vio.
El Espíritu Santo es Dios. Esto lo vemos en la orden de Jesús en Mateo 28, en donde pone al Espíritu Santo como igual a Dios y al Hijo. Además, en el pasaje de Hechos 5: 3-4, Pedro le dice a Ananías que mentirle al Espíritu Santo es mentirle a Dios. Pablo, le atribuye las carácterísticas divinas al Espíritu Santo,
“Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios, porque ¿quién de entre los hombres conoce las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Del mismo modo, nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.” 1 Corintios 2: 10-11
Este pasaje enseña que el Espíritu Santo es omnisciente.
3. Sólo hay un Dios
Esta es la verdad de la Biblia, solo hay una Dios en esencia, pero en tres personas.
“Oye, Israel: Jehová, nuestro Dios, Jehová uno es.” Deuteronomio 6:4
“a fin de que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro.” 1 Reyes 8:60
“Yo soy Jehová y no hay ningún otro. No hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me has conocido, para que se sepa desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, que no hay más que yo. Yo soy Jehová, y no hay ningún otro.” Isaías 45: 5-6
“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.” Santiago 2: 19
Ver, “Introducción a la Teología: La Doctrina de la Trinidad-Parte II.”
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[1] Saint Agustine. On Christian Doctrine. Página 10.
[2] Wayne Grudem. Systematic Theology. Página 226.
[3] Kiel. Old Testament Commentaries.
[4] Ver además Génesis 3:22; 11:7; Isaías 6:8.
[5] Ver además Isaías 63:10; 48:16; Malaquías 3:1-2; Oseas 1:7.
[6] Wayne Grudem. Systematic Theology. Página 232.
[7] Ver Juan 14:26; 15:26; 16:13-14.
[8] Ver comentarios de John Gill, Comentario Reina-Valera 1995.
[9] Ver: Conversando con un Testigo de Jehová.
sujetosalaroca.com
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Excelente tema hermano, bendiciones.
Eduardo,
Quisiera preguntarte si Pablo utilizó la misma palabra “Kyrius” en el griego, refierendose a Dios en la aparción camino a Damasco como “Señor”, osea, como el Dios a quien conocemos, o más bien si la palabra que utilizó en ese preciso momento era una palabra de respeto y autoridad, por tanto es OTRA palabra y no la misma, ya que el mismo Saulo lo hubo expresado porque esa voz (la de Jesus) no la hubo reconocido:
El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. hechos 9.5
Ahora, si en dado caso es la misma palabra “Kyrius” ¿ No se contradiría esta palabra en griego? o si no es la palabra ¿Cuál es la palabra utilizada por Saulo en ese momento?
Bien, un comentario acerca de los Testigos de Jehova respecto a la falsa creencia de saber que el Espiritu Santo es “una fuerza activa”, mi pregunta es ¿Cómo una fuerza activa puede contristarse, es decir, entristecerce o apagarse? porque una fuerza es una fuerza como sea la forma en que la veamos. Vamos a ver en su misma biblia como ellos afirman encerrándo entre [ ] al Espiritu Santo y escribiéndolo en minuscula
“Y no contristeis al [espiritu santo] el cual fueron sellados para el dia de la redencion” Efesios 4.30
Ellos mismos dan evidencia de que el Espiritu Santo NO es una fuerza activa, contradiciendo de esa manera, su posicion heretica. También, esta posicion es tomada de Arrio, quien afirmó que Cristo era creado y no engendrado. Se organizó el concilio de Nicea 325 D.C para escudriñar esta doctrina y resultó que 125 fieles no estaban de acuerdo y que solamente Arrio y otro más defendía su postura, no quedó razonamiento alguno por motivo de que fueron expulsados y acusados de herejes, mas se le informaron que no enseñaran acerca de ella.
Y asi mismo pasa en el dia de hoy con la dura cerviz y el pecado del hombre, quien se rebela y resiste a los propositos de Dios. Mi peticion es que oremos por estas vidas, ya que estan más confundidas más que un inconverso sin esta doctrina.
Bendiciones Eduardo, espero tu respuesta respecto a la pregunta comentada.
Manuel,
Primero, gracias por tu comentario. Mira, la palabra que utiliza Pablo en Hechos 9:5 es la palabra griega “Kurios.” Esta palabra significa: Señor, Amo, etc. Esta palabra es la que utiliza la Septuaginta (la traducción griega del Antiguo Testamento) para la palabra ‘Jehová.’ Muchos de las veces que el Antiguo Testamento en hebreo dice ‘Jehová,’ la Septuaginta lo cambió por ‘kurios.’ Las razones son varias, que podríamos hablar en alguna entrada.
El Nuevo Testamento le designa a Jesús la palabra ‘kurios’ para hacer notar la deidad de Cristo, ya que los judíos que escuchaban a los apóstoles hablar de Jesús como el Señor, debían relacionarlo con Jehová.
Ahora, no creo que Pablo le dijera a Jesús ‘kurios’ por respeto. Porqué?: Recuerda como se le apareció Jesús a Pablo. Le apareció en toda su gloria. Tal fue el resplandor que los hombres que le acompañaban solo vieron una luz del cielo. Es obvio que Pablo dice Señor porque sabe que no es un hombre, sino algo mucho más glorioso. Pablo dice Señor porque sabe que quien le habla viene del cielo. Si no mira la reacción de Pablo luego de preguntar quien es. Pablo tiembla de terror.
Lucas utiliza la palabra Señor para que los que están escuchando o leyendo la narración de lo sucedido a Pablo en el camino a Damasco sepan que Cristo es Dios.
hola esoti interesado en saber que es el “pacto de kiel” me lo podrian decir
Juan Manuel,
No tengo idea de lo que estas preguntando.