Es Necesaria la Doctrina?
Muchos de nosotros hemos escuchado, o inclusive, hemos dicho en alguna ocasión esta frase: “Yo soy cristiano. No creo en la doctrina, creo en Jesús.” Este tipo de argumentos demuestran la debilidad en el protestantismo actual. Muchos hasta se sienten orgullosos de su ‘espiritualidad’ cuando le dicen a otras personas, “Yo creo en la Biblia; y no en los dogmas cristianos.”
La doctrina dentro del evangelicalismo ha venido a ser odiada y desechada, creída como algo que no demuestra valor espiritual, y por el contrario nos separa del verdadero cristianismo. Es por esta razón que vivimos en una pobreza mental. Una de las críticas de los teólogos y académicos de la actualidad es la incapacidad de los ‘cristianos’ de poder defender su fe. La inhabilidad de poder resumir términos como: evangelio, justificación, propiciación, expiación, etc.
Y este es, a mi parecer, el gran mal. Al perder la doctrina, hemos perdido la capacidad de vernos a nosotros mismos como lo que somos. Al perder la doctrina hemos dado cabida a los falsos profetas que abundan en nuestras iglesias. Al perder la doctrina hemos perdido la realidad que Dios quiere que veamos.
Imagínense este ejemplo: “Acérquense a un cristiano en su iglesia y le preguntan, si él se considera una buena persona?” Por lo menos el 99% de ellos va a responder afirmativamente. Todos los hombres se consideran ‘buenos’. Porqué? Porque hemos perdido la doctrina bíblica. Hemos perdido el sentido de la verdad. La Biblia claramente atestigua que todos los hombres, para expresarme más claramente, toda la humanidad, del pasado, presente y futuro, son depravados. Muchos podrán decir, que la Biblia no enseña eso. Precisamente mi punto. Veamos,
Se han corrompido, e hicieron abominable maldad; no hay quien haga bien. Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, para ver si había algún entendido que buscara a Dios. Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; no hay quien haga lo bueno, no hay ni aún uno.” Salmos 53: 1-3
Si pecaren contra ti (porque no hay hombre que no peque)” 1 Reyes 8: 46
…por cuanto todos pecaron, y están destituídos de la gloria de Dios” Romanos 3: 23
Pero muchos dicen, ‘Mi pecado no es tan grande como el de un asesino, o el de un adúltero, o el de un homosexual’. Estas son las mentiras que han sido cultivadas en nuestras mentes a causa de la falta de doctrina. El apóstol Santiago dice que el transgredir una sola ley de Dios nos hace culpables de romper todas (Santiago 2:10). Pregúntense ustedes mismos, Cuál es el pecado del hombre? La Biblia es muy clara. Veánlo en el Edén. Adán y Eva quisieron ser como Dios (Génesis 3: 5). El pecado del hombre es el orgullo. Qué dice el apóstol Pablo?,
Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incrruptible en semejanza de imágen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos, y de reptiles” Romanos 1: 22-23
Es decir, el hombre decidió ser el centro del universo y así desechó al Dios justo, santo y poderoso. Ese pecado nos hace ser enemigos de Dios. En la epístola a los Romanos leemos, “Porque siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo” (Romanos 5: 10). El otro día tuve una conversación telefónica con un pariente, quien me dijo, “yo no me veo así, me veo como algo preciado para Dios.” En parte tiene razón, pero su falta de doctrina no lo hace ver la causa principal del porqué él puede decir que es hijo adoptivo de Dios (Gálatas 4:5). Cuando la Biblia dice,
Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Tras la gloria me enviará Él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo.” Zacarías 2: 8
Este pasaje se refiere al pueblo escogido de Dios, a quien Dios ve como la niña de su ojo, es decir algo preciado para Él. Pero, lo que la mayoría de los cristianos asume es que nosotros intrínsecamente tenemos algo de valor para Dios. Eso es una mentira. Lo único que Dios vé en nosotros es la perfecta obediencia y el perfecto amor de Cristo hacia el Padre. Cuando hemos perdido la doctrina, perdemos el conocimiento de la justificación, por ejemplo, y con ello la capacidad de comprender que nosotros podemos entrar ahora ante la presencia del Padre, debido a que Dios nos ha imputado la justicia de Cristo. De otro modo estaríamos muertos. De otro modos lo único que recibiríamos de Dios sería el infierno.
Intrínsecamente el hombre es perverso. Porqué? Porque el pecado depende de aquel a quine se ofende. Y nuestro pecado ha ofendido a lo más glorioso, santo y justo que existe…Dios. Nuestro pecado es grave porque hemos ofendido la Santidad de Dios. Esa santidad implica que no puede tolerar el pecado, y por ello toda la humanidad está destituída de la gloria de Dios y es su enemiga y merecedora del castigo eterno. Eso es lo que dice la Biblia. Esas son las afirmaciones que se han perdido en el protestantismo. Por ello han salido líderes de iglesias profesando que Dios es amor, y por lo tanto se compadecerá de a humanidad y no la castigará, etc. El cristiano se ha vuelto ingenuo. Al cristianismo de hoy en día le pican los oídos, y se va tras aquellos que predican lo que desean escuchar, debido a que han desechado la doctrina.
A través de toda la historia de la iglesia, la doctrina ha sido fundamental en el crecimiento espiritual de los cristianos. Por la doctrina los apóstoles fortalecieron la iglesia primitiva; por la doctrina Atanasio refutó las herejías de Arius; por la doctrina Agustín refutó las herejías de Pelagius; por la doctrina Lutero refutó las herejías del papado. La doctrina es base fundamental para crecer espiritualmente. La doctrina de la iglesia debe ser preciada para nosotros, pues nos permiten ver claramente las enseñanzas de la Biblia.
Si desean leer un buen artículo, publicado en la revista Reformed Perspectives de la semana pasada sobre la importancia de la doctrina, lo pueden hacer aquí.
sujetosalaroca.com
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La doctrina es necesaria. Lo que no es necesario es la forma habitual de presentarla …
En una oportunidad me toco escuchar predicar a una pastor brasileño. Como el portugues es similar al español, el tipo habló sin interprete. Algunas personas le entendieron, pero yo y otros mas no le entendímos casi nada… eso mismo pasa con la doctrina, o mas bien con la manera habitual de presentar la doctrina.
Otro problema es que habitialmente la doctrina se presenta de manera lineal, en base a conclusiones binarias y con poca relación con la vivencia
… mas similar a sacar una fotocopia, a diferencia de lo que sería pintar un cuadro…
es mi opinión…
Estoy de acuerdo contigo en una cosa: los maestros deben saber como enseñar los conocimientos que ellos mismos han recibido. Es decir, yo no voy a llegar con un niño de 5 años a intentar explicarle la doctrina de la expiación como lo explicaría a un adulto. Debo adaptar esos conocimientos para que el niño la comprenda. Es ahí donde viene el ingenio de los maestros.
Cuando haces comentarios como este: “Otro problema es que habitialmente la doctrina se presenta de manera lineal, en base a conclusiones binarias y con poca relación con la vivencia”
Primero me parece que has estado leyendo demasiado a McLaren, y si estudias lo que dices, verás que no tiene sentido. Primero, la doctrina se debe enseñar de manera lineal, porque es una enseñanza, no se puede adaptar a un período determinado. Eso es lo que quieren hacer los emergentes como Pagitt y McLaren y Kimball y Chalke, etc. Ellos quieren, sin éxito alguno, demostrar que la doctrina debe enseñarse con respecto a la epoca de la historia en la que se encuentren las diferentes culturas. Eso es falso. Por ello, han negado la doctrina del infierno, la doctrina del cielo, la doctrina de la expiación de Cristo, la doctrina de la exclusividad de Cristo, etc.
Mi consejo para ti es este: Todas las palabras de Dios son verdad, y están expuestas de la manera que están expuestas en la Biblia por la sabiduría de Dios. MIra lo que dice Proverbios:
“Para entender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes, para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad, para dar sagacidad a los simples” Proverbios 1: 2-4
“La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los simples” Salmos 119: 130
Dios es el que se encarga de abrir los ojos de los hombres para ver el evangelio de Cristo (2 Corintios 4:4-6), es Él el que abre el entendimiento a los simples. Lo que NO debemos hacer es cambiar las doctrinas para satisfacer los oídos de la gente, porque eso nos convertiria en falsos maestros, o como Pablo llama más duramente “anatemas” es decir “malditos”.
Eso es algo que no podemos perder de vista NUNCA. No podemos alterar la exposición de las doctrinas bíblicas para acomodarlas a un momento histórico específico, como lo quiere hacer el movimiento emergente.