Romanos 11: 11-12

“11 Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos.12 Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración?” Romanos 11: 11-12

Ahora en el verso 11 vemos algo muy interesante. Ha tropezado Israel como corporación para caer definitivamente? Pablo de nuevo responde: NO! Dios no ha hecho a Israel tropezar para abandonarlo definitivamente. Ese no fue el propósito del endurecimiento. Cúal fue el propósito de ese endurecimiento?: “la salvación a los gentiles”. Ese hecho de Dios a Israel, para que rechazaran a Cristo, y perecieran, fue sólo para traer la salvación a los gentiles. Hay dos pasajes muy claros en los que Dios usa al pecado para cumplir Sus propósitos:

1. La historia de José el hijo de Jacob que comentamos unos capítulos atrás (Génesis 37 al 50), en donde vemos como los hermanos de José conspiran para matar a José porque tienen celos de él. Al final lo venden a unos árabes y termina en Egipto. Ahí vemos el propósito de Dios en que José esté en esa tierra, es decir, para preparar un sitio donde 70 personas (Jacob y sus hijos) puedan entrar y ser protegidos para crecer a una gran nación (más de 2,5 millones de personas) en un período de 430 años. Pero al final José dice: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.” (Génesis 50: 20). Algo interesante se encuentra cuando José habla con sus hermanos en Egipto y les dice: “Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra” (Génesis 45:7). Es claro que José está diciendo que fue Dios el que utilizó la maldad de los hermanos de José para que fuera enviado a Egipto para que se cumpliera el propósito de Dios.
2. La otra historia es la crucificción de Cristo, ya que fue planeada por Dios. Veamos lo que dice el libro de Hechos:

“a éste [Cristo], entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole.” Hechos 2: 23

“Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera.” Hechos 4: 27-28

La Biblia nos muestra que Dios está activamente endureciendo los corazones de algunos hombres, pero mucho más es la misericordia y gracia que muestra a los que ha elegido. Jesús nos permite ver esto en algunas de sus enseñanzas. Por ejemplo, en la parábola de los inquilinos, cuando el dueño de la viña envía a su hijo a recoger el fruto, y los inquilinos lo matan, Jesús dice en la explicación de la parábola que Dios quitará a esos inquilinos el viñedo y “será dado a gente que produzca los frutos de él” (Mateo 21:41,43). Lo mismo dice Jesús cuando ve la fe del centurión, y dice: “Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.” (Mateo 8:11-12). Entonces Israel es endurecido, mientras la salvación llega a los gentiles. Lo mismo vemos en todo el libro de Hechos (Hechos 13:46, 18:6, 28:19-20).

Lo que Pablo nos deja claro en este capítulo es que el endurecimiento de Israel fue algo planeado por Dios, y no fue algo que lo tomó desprevenido, y luego tuvo que planear alguna otra cosa.

Al final del verso 11 vemos que el propósito de la salvación a los gentiles es para provocar celos a Israel, para que clamen al Mesías y se unan a Su iglesia. Pero ahora el verso 12 trae algo más impresionante. La salvación de los gentiles es para darle celos a Israel, para que sea plenamente restaurado (verso 12). Algo glorioso está esperando a Israel cuando la misión a los gentiles esté completa, y el endurecimiento a Israel sea removido. El propósito de Dios en elendurecimiento es mostrar misericordia. Todo será para bien, para aquellos qe confien en Cristo.

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