La Reforma: 490 Aniversario!

El poderoso Espíritu de Dios inició la reforma de la iglesia a través de un humilde hijo de un minero alemán, Martín Lutero. Este hombre nació el 10 de Noviembre de 1483. Sus padres lo eduacaron como un devoto católico, por lo cual estudió Teología y estudios humanistas en la Universidad de Erfurt, y se graduó en 1505 como un Master en las Artes. Sin embargo, por la providencia de Dios, se convirtió en un monje Agustiniano.
En 1505 ingresó al monasterio de Erfurt en Alemania, y sus convicciones y conversión, serían el principal motivo de la Reforma. Algo muy interesante en la biografía de Lutero es que su ingreso al monasterio se debió a su deseo de ser aceptado por Dios, y poder obtener Su gracia y salvación. En el monasterio, estaba claramente conciente de ser indigno ante Dios, y a pesar de intentar a través de oraciones, servicios de adoración, y estudio de las Escrituras, se daba cuenta cada vez más, de su pecado, y simultáneamente del juicio de Dios que venía de la Ley. Entre más aumentaba su seclusión, más se daba cuenta del pecado que existía en su corazón.
John von Staupitz, un profesor suyo en el monasterio, le enseñó a predicar, como realizar los estudios teológicos, el evangelio de Cristo y lo incentivó a entrar en el sacerdocio en 1507, y a convertirse en Doctor de Divinidad para poder predicar la Palabra de Dios.
La gran lucha de Lutero era que sus pecados siempre estaban delante de él, y que él era merecedor del más duro y estricto castigo de Dios. Ahí es donde Staupitz le ayudó a Lutero a ver el evangelio de la gracia de Dios que se encuentra en Cristo, para el perdón de sus pecados. La Reforma ocurrió bajo la guianza y providencia de Dios a través de un hombre a quién le fue revelado la gracia y la esperanza que hay en Cristo. El evangelio que descubrió este hombre, cambiaría el mundo.
La doctrina de la justificación por medio de la fe es la doctrina bíblica que Lutero comprendería y que cambiaría no sólo su vida, sino la de millones de personas. A través del estudio de los escritos de San Pablo, Lutero comprendió que la paz y reconciliación con Dios viene cuando un hombre es hecho salvo por medio de la fe a través de la justicia de Cristo y no de las obras.
En la epístola a los Romanos, más precisamente en Romanos 1:17, Lutero llegó a comprender que la justicia que Dios requiere, es Él mismo quien se la provee al pecador por medio de la fe en la Persona y Trabajo de Cristo. Esta justicia es imputada al pecador, y es vestido por la justicia de Cristo, quien en ese momento se para frente a Dios como el receptor de la misericordia y gracia de Dios, y no de Su ira.
Lutero había sido instruído por la iglesia Católica Romana que el hombre debía sufrir y trabajar para poder ser alcanzar la justicia y ser declarado justo por Dios. Comprendió a través de Pablo, que el hombre es justificado sólo por la fe, donde obtiene la justificación por medio de lo que Cristo hizo en la cruz. La iglesia Católica Romana había confundido las doctrinas de la justificación y santificación, y esto era causa de gran angustia en la vida de Lutero debido a que había aprendido de la Ley que aún sus mejores obras estaban manchadas por el pecado (Isaías 64:6). La angustia de Lutero venía de razonar que si sus mejores obras estaban cubiertas por el pecado, no había esperanza para él y lo único que merecía era el Justo Juicio de Dios, recibiendo al final la condenación eterna.
Una vez que Lutero comprendió la doctrina de la justificación por medio de la fe, no sólo cambiaría su vida, su enseñanza, fortalecería su fe, y lo inspiraría a hacer conocer el poder de Dios sin importar las consecuencias. Este es el centro de la Reforma.
En 1512, durante un viaje a Roma, mientras participaba en una de las tradiciones de la iglesia Católica Romana, en donde se creía que una persona podía ayudar a sus familiares que estaban en el purgatorio a reducir su sentencia y probable castigo de Dios, mientras subía las escaleras de la Scala Santa, pues según dice la tradición aquel que suba las escaleras de rodillas recibiría una indulgencia del papa, mientras Lutero subía, recordó el pasaje de Romanos 1: 17, “Mas el justo por la fe vivirá” y supo en su corazón que esta práctica supersticiosa y ascética nunca podría curar la condición depravada del hombre, para darle una esperanza de ser justo ante Dios.
Pero no solo esto, sino que en su estancia en Roma, presenció las prácticas más paganas, degeneradas e inmorales, inclusive del papa, lo cual plantaron dudas concerniente a la iglesia Católica Romana, y fortalecieron sus ideas de la necesaria reforma.
En 1511 se convirtió en Profesor de Teología de la Universidad de Wittenberg, donde se dedicó a predicar, estudiar y enseñar las Escrituras en el griego original con la ayuda de Erasmus de Rotterdam y Philip Melanchton. Por medio del estudio de las epístolas de Pablo a los Romanos y Gálatas y de los Salmos, se convirtió en bíblicamente más preciso en sus conocimientos teológicos. Este hombre se dedicó a escribir una increíble exégesis de los Salmos con respecto al pecado, la gracia, y el evangelio, lo cual transformaría no sólo su vida, sino la de sus estudiantes, que escuchaban por primera vez el evangelio de la gracia de Dios en Cristo. A principios de 1517 Lutero era un cristiano que sabía tener asegurada su justicia otorgada por Dios mismo a través de lo que hizo Cristo, sin depender de sus obras.
Un año antes, en 1516, predicó un sermón contra el abuso de las indulgencias de los romanistas, lo que enojó a Federico el Sabio, Elector de Sajonia.El mensaje se basaba en el perdón de pecados por la gracia de Dios, y se centraba en el deseo de hacerlo saber a otros: Cristo es la única fuente de perdón y gracia de Dios. Lutero aún pertenecía a la iglesia Católica Romana, y deseaba el regreso de la iglesia a la verdadera doctrina de las Escrituras. En ese momento, Lutero estaba siguiendo la crítica de otros hombres como Wycliffe de Inglaterra y John Hus en Bohemia.
La venta de indulgencias tenían en ese momento una larga historia en la iglesia Católica Romana medieval. Estas indulgencias eran vendidas para la remisión del castigo temporal del purgatorio, pero sólo Dios podía perdonar los pecados para la eternidad. Las indulgencias podían ser dadas por obispos, arzobispos dentro de sus diócesis, pero solo el papa tenía el poder para perdonar a todos los católicos. El primer edicto con respecto a la indulgencia papal fue escrito por el papa Bonifacio VIII. Existía en ese momento un gran tesoro que el papa podía tocar.
Durante el período en que Lutero se encontraba como Profesor de Teología en Witteneberg, el papa Leo X buscaba vender indulgencias para satisfacer su avaricia y construír la Basílica de San Pedro en Roma para su gloria y memoria. Con la ayuda del arzobispo Albrecht, amigo de Leo X, contrató a un mercader de la iglesia en ese tiempo llamado Johann Tetzel, y le ordenó la venta de indulgencias al pueblo. Pero tuvo problemas para vender indulgencias en Wittenberg.
Tetzel engañaba a la gente promoviendo la idea que los familiares fallecidos podían reducir su pena en el purgatorio si los vivos daban dinero a la iglesia. Lutero vio que las ovejas de Cristo estaban siendo engañadas. Se preguntaba si el papa tenía la autoridad y el poder para reducir el tiempo y la sentencia en el purgatorio, porque no lo vaciaba si tenía acceso a ese poder, y así tenía misericordia del pueblo, especialmente de los pobres que daban hasta sus últimos ahorros para comprar esta “esperanza” de Tetzel.
Lutero estaba impresionado con esta flasa esperanza, la cual estaba hiriendo a los pobres y decidió entablar discusiones teológicas con otros compañeros del clero con respecto a las indulgencias. Para invitar a otros al debate académico, el 31 de Octubre de 1517, en la víspera del día de Todos los Santos, clavó sus 95 Tesis en la puerta del Castillo en Wittenberg. Debido a la disponibilidad de la imprenta, sus tesis fueron copiadas y distribuídas a través de toda Europa. La Reforma había llegado.
El título de este documento era: Disputa para explicar la virtud de las indulgencias. Lutero estaba cerca de cuestionar la razón que tenía el papa Leo X en la venta de estas. Lutero se apegó a las enseñanzas de la Biblia para sus respuestas y razonamientos. Lutero inició su sermón diciendo que el arrepentimiento formaba parte de la vida cristiana, no ocurría en un momento determinado, sino que se caracterizaba a través de la vida. Lutero, debido a sus escritos amenazaba las ideas de los líderes romanistas, pues con ellas, desechaba como falso la tradición de la iglesia Católica medieval.
Ese era el momento adecuado para la Reforma. En otros países como Holanda, Erasmus de Rotterdam y Ulrich von Hutten, criticaban también los abusos de la iglesia Católica. Pero ninguno de estos hombres quería poner en riesgo su vida, a diferencia de Lutero. Por la gracia de Dios, Melanchton, un jóven académico se mantuvo al lado de Lutero, para enfrentar a un gran enemigo.
Fue entonces cuando Lutero enfrentó la crítica de otros académicos como Eck, quien fue antes su amigo. Desafortunadamente ninguno podía contestar las tesis de Lutero bíblicamente, y terminaban abogando por la autoridad del papa y los concilios de la iglesia. Luterose fortalecía día a día en el estudio teológico y entró en directo conflicto con Leo X.
En 1519 Leo X intenta silenciar a Lutero, y envía a Eck a debatir, para excomulgarlo. Eck era Profesor de Teología de la Universidad de Ingolstadt en Bavaria, y un ferviente defensor del papa. El debate se centró en la autoridad del papa. Eck era un gran orador, pero Lutero sobrepasaba sus conocimientos de las Escrituras, y refutó la idea de la infalibilidad del papa, y dijo que tanto el papa como los credos podían errar, pues eran escritos por hombres. En este momento, Lutero se da cuenta de que los romanistas se han desviado de la doctrina bíblica, y que está a punto de ser declarado un hereje.
El 18 de Abril de 1521, en Worms, bajo la dirección de Carlos V, en defensa de sus escritos y forma de pensar, dijo:
No puedo y no voy a retractarme, pues ir en contra de la conciencia no es bueno ni seguro. Esta es mi posición, no puedo hacer otra cosa, que Dios me ayude. Amén.
Lutero era un verdadero Católico. No estaba en contra del catolicismo per se, solo de la versión degenerada de los Católicos Romanos que blasfemaban la palabra de Dios en sus días. Lutero afirmaba los concilios ecuménicos de Nicea, Constantinopla, Efesus y Calcedón, y la autoridad de los padres de la iglesia en que ellos interpretaban correctamente la Biblia.
Martín Lutero se basaba en la necesidad de enseñar la verdad de la Palabra de Dios, y se enfrentó a la iglesia Católica Romana como un verdadero Católico y hombre de Dios, y trajo con él el más grande evento en la historia de la iglesia desde el tiempo de los Apóstoles. Debido a sus enseñanzas en contra del papado, Leo X le ordenó a Carlos V entregarlo a la iglesia para ser quemado en la hoguera, pero Carlos V se negó y envió a Lutero de vuelta a Wittenberg.La mano de Dios protegióla vida de este hombre, y el evangelio y autoridad de Cristo continuaría siendo enseñada en toda la tierra.
Pueden ver un video acerca de la historia de Martín Lutero aquí.
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