Romanos 11: 7-10

“7 ¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos; 8 como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy. 9 Y David dice: Sea vuelto su convite en trampa y en red, En tropezadero y en retribución; 10 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y agóbiales la espalda para siempre.” Romanos 11: 7-10

Veamos la conexión con el verso 5. Dios ha reservado de todo el pueblo de Israel, a unos que han creído en Jesús como el Mesías y han sido justificados, y ahora han sido salvados de la condenación y el infierno. Este remanente ha sido reservado por gracia y no por nada que este remanente haya hecho o tuviera. No porque ellos fueran mejores personas que los demás judíos (verso 6).

El verso 7 nos dice también que Israel como corporación no alcanzó lo que buscaba, es decir, no encontraron la justificación ante los ojos de Dios, tropezaron en la piedra de tropiezo (Romanos 9:32) y por lo tanto están pereciendo separados de Cristo (Romanos 9:3). Pero los elegidos la obtuvieron. Ellos obtuvieron la justificación. Obtuvieron la fe. Obtuvieron la salvación. Qué dice Pablo que le ocurrió al resto de los israelitas? Fueron endurecidos (verso 7).

Fácilmente en lugar de: “los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos.”, Pablo puedo haber escrito lo siguiente: “los que creyeron la obtuvieron, y el resto rehusó a creer.” Esas son el tipo de palabras y comentarios que están haciéndose en el cristianismo actual. Y si leemos literatura antigua, podemos encontrar que se ha dado casi desde los inicios de la iglesia primitiva, con Arius, Pelagius, Arminius, Molina y Fonseca, y aún en nuestros días exaltamos al hombre. Pablo puedo haber evitado hablar de la soberanía de Dios en la elección y el endurecimiento, tanto como lo hacen muchas personas actualmente. Pero Pablo dijo:

“pero los esogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos”

Qué es este endurecimiento? Existen 3 pasajes del Antiguo Testamento que Pablo utiliza para explicar esto, en los verso 8 al 10. En el verso 8 vemos el pasaje de Isaías 29:10, que este endurecimiento quiere decir que los israelitas fueron hechos sordos y ciegos espiritualmente. No podían escuchar ni ver la verdad, y el evangelio les pareció una locura. El pasaje de Isaías dice así:

“Porque Jehová derramó sobre vosotros espíritu de sueño, y cerró los ojos de vuestros profetas, y puso velo sobre las cabezas de vuestros videntes.” Isaías 29:10

En el verso 9 cita el Salmo 69:22-23 que dice:

“Sea su convite delante de ellos por lazo, Y lo que es para bien, por tropiezo. 23 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y haz temblar continuamente sus lomos.” Salmo 69: 22-23

David escribe este salmo 69 como un juicio divino sobre el pueblo de Israel por rechazar al Mesías. Este convite o banquete representa los placeres que prefirieron los israelitas, que fueron dados por Dios, pero que fueron utilizados por ellos para reemplazar a Dios (Romanos 1:23,25). El salmista escribe diciendo que estos regalos les sirvan a Israel como tropezadero y castigo por el mal que hicieron.

En el verso 10 de nuevo se describe este endurecimiento como ceguera, pero luego dice: “agóbiales la espalda para siempre”. Probablemente lo que Pablo quiere decir, y esto es confirmado por varios comentaristas, es que es una metáfora de trabajos pesados. Probablemente al tratar de hacer obras para ser justificados por Dios, es decir al no aceptar la gracia de Dios, se sometieron a intentar seguir la ley para ser justificados por Dios. Dios entregó a los hombres a lo que ellos querían: auto-exaltación (convite-banquete) y a intentar auto-justificarse (trabajar para mantener la ley).

Vean que en el verso 8 dice “hasta el día de hoy”. Esta es una cita de lo que dijo Moisés en Deuteronomio 29:4. Es decir, 1400 años antes de Cristo, y Pablo dice que aún en ese momento estaba ocurriendo. Pero sabemos por lo que dice en Romanos 11:25 que ese endurecimiento tendrá un fin: “hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles”. Aquí vemos de nuevo, que este endurecimiento no está en las manos de los hombres, ya que tuvo un inicio y vemos que tendrá un final. En otras palabras, Dios ha propuesto que este endurecimiento ocurra y lo removerá en el tiempo que Él haya decidido.

Cómo podemos describir entonces este endurecimiento? Primero en la libertad de Dios, ya que la gloria de Dios depende de Su libertad en hacer lo que le plazca (Romanos 9:15-16,18). Segundo, la responsabilidad del hombre por sus acciones. Esto lo vemos en la palabra “retribución” del verso 9. Como dijimos antes, esto es el castigo que recibirá cada hombre por su pecado. Lo que vemos en la Biblia es la soberanía de Dios, y el hombre como un agente moral, responsable de sus acciones.

Lo que es incomprensible para nosotros, y en lo que la Biblia hace silencio es esto: Dios arregla la realidad, en su infinita sabiduría, para que algunos experimenten rebelión y endurecimiento contra Dios, pero lo hace de tal manera que Él nunca es injusto o culpable por ello. Dios nos ha recogido, nos ha abierto los ojos, ha removido nuestra rebelión, y nos ha regalado Su gracia, que es algo que no merecemos. A otras personas los dejará en su rebelión, y no les está haciendo una injusticia. Todos y cada uno de nosotros merecemos ser castigados tanto como ellos, pero todo es por la inmerecida gracia de Dios por la cual nos fue dada la fe y fuimos justificados.