Romanos 7: 14-25
Versículos 14-25:
Este es uno de los pasajes más controversiales en el epístola a los Romanos, según la gran mayoría de teólogos, por las palabras de Pablo en el verso 19.
“Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.”
Porqué es controversial? Porque encontramos a un hombre “dividido” en cuanto a sus deseos. La controversia según múltiples teólogos es la siguiente: Pablo está hablando de su estado pre-cristiano o como cristiano?
Recordemos que hemos dicho en múltiples ocasiones que nuestra redención NO es instantánea. Es decir, que la promesa de Dios de remover de nuestros cuerpos el pecado, no es inmediata. Nuestra santificación es paso a paso. Es decir, primero Dios derrama su gracia sobre nosotros, nos regala la fe, luego nos justifica, por lo que hizo Cristo en la cruz, y luego nos regala a Su Espíritu Santo para que podamos seguir sus mandatos y poder llevar fruto a Dios. El final de esa santificación es la redención de nuestros cuerpos, que se da en la segunda venida de Cristo, cuando seamos resucitados y sea remosvido el pecado de nuestro ser de una vez por todas (1 Corintios 15:52).
Entonces, sabiendo que esa redención no es inmediata, podemos concluír que Pablo está hablando de su estado como cristiano. Es ahí donde Pablo admite que todavía existe pecado en cada uno de nosotros, aún después de haber sido rescatados por la gracia de Dios. Eso es a lo que Pablo llama “el pecado que mora en mí” (versos 17 y 20). Es este pecado lo que causa nuestras derrotas en la batalla que vivimos a diario como cristianos, cuando basamos nuestra fuerza en nosotros mismos y no en el poder de Dios.
Pero podemos dar alguna pruebas del porque Pablo habla de su estado como cristiano, y no como muchos asumen, de su estado pre-cristiano:
1. Habla en tiempo presente.
2. Habla acerca de la ley como solo un cristiano lo podría hacer, y no como un hombre que no ha sido regenerado por el Espíritu Santo: Parte de la vida cristiana es reconocer la verdadera guerra en nosotros, entre el amar la ley y odiar lo que hacemos contra la ley. Y esa guerra inicia en el momento en que Dios nos salva y nos da una prueba espiritual de la gloria que vemos cuando le obedecemos, y el amor que significa la ley.
3. Habla de sí mismo como solamente un cristiano podría hacerlos, es decir, reconoce su maldad y su rebelión contra Dios, y además reconoce que es el poder de Dios lo que le dio su salvación de la esclavitud del pecado: Suena como un cristiano con el corazón destrozado, envuelto del Espíritu Santo.
4. Pablo en otros pasajes le habla a cristianos en prácticamente las mismas palabras, veamos:
“Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiéreis.” Gálatas 5: 17
Lo que el cristiano experimenta al tener al Espíritu Santo es una constante batalla entre los deseos pecaminosos de su carne y los deseos del Espíritu. Y no quiere decir que el hombre sea un espectador inocente. El hombre esta activamente participando y en ocasiones pone sus ojos en lo que le ofrece su carne.
Debo aclarar que Pablo no está queriendo decir que el cuerpo es malo, y que el espíritu es bueno. Porque eso sonaría como muchas religiones y filosofías que existían en el tiempo del apóstol y que probablemente existan hoy en día. Porqué sabemos que Pablo no está diciendo eso? Porque a los Coritnios y a otros les escribió precisamente para refutar este tipo de herejías:
“Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.” 1 Corintios 6: 13
“O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cuál teneeis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habeis sido comprados por precio; glorificad, pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios?” 1 Corintios 6: 19-20
“conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte.” Filipenses 1:20
Pablo no quiere decir que el cuerpo sea malo y que algún día seremos liberados de él. Pablo habla del cuerpo como “cuerpo de muerte” refiriéndose a la maldad que existe en su cuerpo. Por lo que Pablo suplica es por la separación del pecado de su cuerpo. Pablo está esperando la redención total del cuerpo (Romanos 8:23), y que ocurrirá en la resurrección de los muertos (1 Corintios 15: 52).
5. Lo vemos por el grito de vistoria que da Pablo en el verso 25, en donde exclama el nombre de aquel que algún día lo libertara totalmente del pecado.
Como forma de resumen, como cristianos debemos tener muy presente:
1. Cuando creímos en Cristo (por la fe que nos regaló Dios), fuimos unidos a El y experimentamos el fin de nuestra esclavitud del pecado.
2. A pesar de que el fin de esa esclavitud se dio, la redención final aún no ha ocurrido.
3. En Cristo nuestro viejo “yo” ha muerto con todos sus pecados (fornicación, adulterio, mentiras, alcoholismo, robos, ateos, etc). Eso no es lo que somos a partir del momento en que Dios derramó su gracia sobre nosotros.


Muy interesante el comentario.
Dios los siga usando en la extensión de la verdad de Dios