Moldeando a Jesús

Algo que ha sido común a través de la humanidad en esta era, ha sido el deseo de adaptar a Cristo dependiendo de las diferentes motivaciones del ser humano. A qué me refiero? En la década de los sesentas, existía el Jesús “hippie”, posteriormente, en razón de la lucha contra el racismo, se propagó el Jesús “negro”, y en la actualidad, Jesús es parte importante de nuestra cultura. Lo vemos en los diferentes programas de recreación, como en South Park, batallando constantemente contra el diablo.
La verdad es que Cristo es una parte esencial de nuestra cultura, a pesar de la lucha por ciertos elementos culturales de querer eliminarlo o minimizar el impacto que Cristo ha tenido en el mundo. Jesús ha sido la persona más popular de todos los tiempos, acerca de quién más libros, más canciones y más artículos se han escrito. Una búsqueda en google puede traer un número de 145 millones de resultados.
Pero el problema de quien es el verdadero Jesús no es reciente. Desde el primer siglo de esta era, los apóstoles batallaban con las diferentes culturas para que abrazaran al verdadero Jesús. A los judíos les enseñaban que era el Rey profetizado y para los gentiles el Salvador. Pero aún, de mucha mayor trascendencia era lo que ocurría con los griegos, quienes en ciudades como Corinto, Colosas, etc, creían que Jesús era tan solo un hombre, o un ángel.
Por ello, el apóstol Juan, el amado de Jesús, les escribe a los griegos: “En el principio era el logos [verbo], y el logos era con Dios, y el logos era Dios. Todo el evangelio de Juan está basado en luchar contra el pensamiento griego de que Jesús era una creación divina.
Cuál es el problema en la actualidad? En nuestros tiempos existe el Jesús “pandillero”, el “Super” Cristo, el Jesús “hippie”, etc. Hemos adaptado a Jesús de acuerdo a nuestros pensamientos y creencias. No es raro escuchar en nuestras iglesias a los pastores diciendo que Jesús es misericordioso, y que Él no va a juzgar a nadie; o que Jesús ama a todos los pecadores, a pesar de que su vida esté en franca contradicción con las enseñanzas bíblicas. Otra muy frecuente es la enseñanza del Jesús “millonario”, quien según algunos pastores evangélicos, tenía que ser millonario para poder mantener a sus discípulos por un período de tres años de misnisterio sin haber trabajado. Esto es lo que vemos con las doctrinas de la prosperidad, o de la inclusión, del universalismo, etc.
A lo que deseo llegar es esto. Debemos mirar a nuestro interior y preguntarnos si estamos siguiendo al Jesús que se habla en la Biblia. Si estamos adorando al Cristo del Antiguo y Nuevo Testamento. Nuestras vidas deben estar basadas en las enseñanzas de Cristo, y no por el contrario, adaptar a Cristo según nuestras creencias. Estamos verdaderamente adorando al Dios de la Biblia. Porque en las Escrituras se nos dice:
“Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino.” Hebreos 1: 8
“Y Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en Él subsisten” Colosenses 1:17
“De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y Él las regirá con vara de hierro; y Él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso” Apocalipsis 19: 15
Cristo vino a dar vida, pero también vino a recoger a aquellas ovejas que el Padre le había entregado en sus manos (Juan 10: 27-29). Sus ovejas oyen su voz y le siguen. Pero aquellos que niegan a seguirle y amarle. Aquellos que se niegan a seguir sus mandamientos serán juzgados.
Examinemos nuestro corazón, y seamos honestos con nosotros mismos; es qué hemos estado moldeando a Jesús para satisfacer nuestros deseos? Si encontramos esa verdad en nuestra conciencia, volvamos los ojos a Dios, y en arrepentimiento sometámonos a Cristo, pues Él es el único que nos puede llevar a Dios (1 Pedro 3:18).

