El Salón de la Fe: Moisés
Moisés por algo es el profeta más respetado por el pueblo judío. Pero no debería serlo solo para Israel, sino que nosotros, los cristianos debemos aprender de lo que hizo Dios en la vida de este hombre tan importante en la historia de la humanidad. La vida de Moisés es bastante complicada. En Exodo vemos que el pueblo de Israel se encontraba en Egipto, y gozaban del permiso de faraón, a causa de José, quien había hallado gracia ante los ojos del rey. Pero en el capítulo 1 de Exodo, se nos dice que una vez que murió este rey, fue puesto otro faraón , quien no conoció a José, y tenía el problema de que el pueblo de Israel estaba creciendo rápidamente. El faraón, temiendo que el pueblo judío creciera de tal manera que puediera rebelarse contra Egipto, mandó a las parteras a matar a todo hijo varón que naciera de los israelitas.
Moisés de 3 meses de nacido, es puesto en una pequeña barca (si así se puede llamar) y lo puso en el río donde fue descubierto por la hija del rey. Esta mujer le consiguió una nodriza para que lo alimentara y luego una vez que había crecido lo suficiente se lo llevó de nuevo a la hija del rey.
Cuando ya era mayor, se nos dice en Exodo 2: 11-15, presenció como maltrataban a un hebreo, y en defensa, mató al egipcio y decide huir de Egipto al desierto de Madián para evitar ser castigado por el faraón. Es en esa tierra donde conoce a su esposa y donde Dios lo llama y le dice que él será el que guíe a su pueblo fuera de Egipto. Como hemos leído, después de varios milagros que hace Dios a través de Moisés y Aarón, faraón decide liberar a Israel.
Pero que es lo que podemos ver de esta historia de Exodo con lo que se nos dice en Hebreos 11? Primero, que en Exodo vemos la providencia divina. Es decir, Dios, en su soberanía, de acuerdo a su voluntad, hizo que los hermanos de José lo vendieran a unos mercaderes y que José llegara a Egipto, hallara gracia ante los ojos de faraón y luego por esa gracia, pudieran entrar alrededor de 70 personas (Jacob y su familia), con el fin de prosperarlos. Durante ese período de 400 años en Egipto, tuvieron alimento, pasto para el ganado, seguridad para procrear (ya que Egipto era un reino poderoso) y debido a ello Israel llegó a ser una nación muy grande (aproximadamente 1,5 millones de personas según el censo en Números). Como dice José en Génesis 50: 20: “Vosotros pensasteis mal contra mi, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.”
Además vemos algo más importante: Cristo se le apareció a Moisés en la zarza, y le ordenó lo que debía hacer para que se cumpliera el plan de Dios de salir de Egipto y encaminarlos hacia la tierra prometida. Porqué digo que fue Cristo? Lean Exodo 3: 2, dice:
“Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía.“
Se nos dice que fue el Angel de Jehová quien estaba en medio de la zarza, pero veamos lo que dice el verso 6:
“Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.“
Es decir el mismo Angel de Jehová que estaba en la zarza, le dijo que era Dios. En hebreo no hay una palabra para designar a un ser sobrenatural, por lo que se le llama “ángel”. Es la misma palabra mal’ak es utilizada para significar: ángel, mensajero de Dios, embajador, rey, profeta, sacerdote, maestro. Es la misma palabra que vemos utilizada en Génesis 32: 24; y en Josué 5: 14. Entonces, el mismo Cristo se le aparece a Moisés y le da fe para que crea en Él, y para que vea la promesa que trae seguirle. Moisés tiene fe en Dios, y hace exactamente como le es ordenado. Después de múltiples milagros, faraón libera a Israel y entonces Moisés nuevamente hace lo que Dios le ordena y celebra la Pascua, colocando la sangre del cordero sacrificado sobre los postes de sus casas para evitar que la mano del Todopoderoso mate a los primogénitos de esas casas.
Que fue lo que ocurrió con Moisés según nos cuenta el autor de Hebreos? A Moisés le fue otorgada la fe necesaria, por Dios mismo, para creer en Él, creer que existe, creer que es nuestro creadro, y que no hay otro Dios además de Él. Y le fue dada fe para que supiera que en Cristo tenía el galardón de esa fe que le fue otorgada. Y que ese galardón era vivir la gloria de Dios por toda la eternidad ((Hebreos 11: 26).
Entonces poco a poco, conforme vamos desarrollando el tema que se nos describe en este capítulo, vemos cierto lo que nos dice Dios: Somos justificados por fe (Romanos 5:1), y es Dios quien justifica (Romanos 8: 33), al darnos el regalo de la fe (Efesios 2: 8), para creer en Jesucristo como nuestro salvador (Gálatas 2: 16), para llamarle a Él Nuestro Señor (1 Corintios 12: 3) y así poder caminar en las buenas obras que Dios ha preparado de antemano para nosotros (Efesios 2: 10) y demostrar que esa fe nos hace amar a Cristo al cumplir con sus mandamientos (Juan 14: 15). Esa es la doctrina bíblica.
La misma fe que nos da salvación a nosotros. La misma fe que nos justifica a nosotros. La misma fe que va a ser que cuando venga Cristo de nuevo en toda Su gloria, seamos glorificados. Esa es la misma fe que tuvo Moisés, José, Jacob, Isaac, Abraham y Abel. Por esa misma fe en Cristo es que somos salvos todos y cada uno de los hijos de Dios. Amén.

