Nuestra Expiación en Cristo: Dios

Si deseamos comprender la doctrina de la expiación, debemos entender primero como es Dios. Porqué Dios no perdona y olvida? Es extrema la idea de muerte y derramamiento de sangre como perdón de los pecados? Son preguntas que nos hemos hecho todos nosotros en algún momento de nuestras vidas.Lo que debemos interiorizar es que Dios no puede dejar pasar el pecado sin castigo, dadas sus características. Cuáles son éstas? Dios es Justo y Santo. Vamos a analizar ambas características por separado, para que nos sea más fácil de comprender. Veamos lo que nos dice la Biblia:

“Jehová en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero el perverso no conoce la vergüenza.” Sofonías 3: 5“Justicia y juicio son el cimiento de tu trono;
Misericordia y verdad van delante de tu rostro.” Salmos 89: 14

“El es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto.” Deuteronomio 32: 4

La perfección ética y justa de Dios viene verdaderamente de su esencia, pues todo Su ser es Justicia, Santidad y Perfección. No puede haber maldad ni iniquidad en Dios.

“Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.” 1 Juan 1: 5“¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera.” Romanos 9: 14

Debe quedarnos claro que Dios solamente puede hacer lo bueno, debido a su naturaleza, y es por ello que el pecado DEBE ser castigado. La infinita Santidad y Justicia de Dios demandan que el pecado sea condenado directamente sobre el pecador ó sobre un sustituto adecuado, que fue lo que vino a hacer Cristo en la cruz. Veamos algunos pasajes bíblicos:

“De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.” Éxodo 23: 7“que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.” Éxodo 34: 7

“Jehová, tardo para la ira y grande en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.” Números 14: 18

Es importantísimo que tengamos muy claro en nuestra mente que Dios y TODO su ser reaccionan contra el pecado y nosotros como pecadores, somos contados como enemigos de Dios.

“Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti.Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad. Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová.” Salmos 5: 4-6“Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos.” Nahúm 1: 2

“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad” Romanos 1: 18

La Justicia de Dios SIEMPRE va a prevalecer. Debido a que somos pecadores, necesitamos de Cristo para poder ser justificados, pero acerca de ésto estaremos hablando en la próxima entrada.

“siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.” Romanos 3: 24-26

Una pregunta que podríamos hacernos es la siguiente: Si algunos de nosotros pueden perdonar, en algunas ocasiones, a aquellos que nos ofenden, porqué Dios no lo hace? Dios siendo el Creador, el Señor de todas las cosas y el Juez Supremo debe mantener Su Ley y Justicia. Él no puede relacionarse con pecadores. Cristo murió por nosotros para que a través de Él, como sacrificio perfecto, pudieramos ser justificados ante Dios. Dios entonces va a dar un juicio justo a la humanidad, dependiendo del camino que cada uno de nosotros decida tomar:

“Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras” Romanos 2: 5-6

Ahora, si analizamos la santidad de Dios, podemos leer en la Biblia que Dios es Santo. Esa es su naturaleza y es otra razón del porque Él no puede lidiar con el pecado. Antes que el pecador pueda venir ante Él, para tener una relación con Dios, el pecado debe ser redimido.Esto es lo que diferencia a Dios de todos los otros dioses creados por el hombre, en que necesita que todos y cada uno de nosotros sea redimido de sus pecados. Dios sí existe:

“Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?” Exodo 15: 11

Cuando leemos el pasaje en Isaías 6: 2-3 podemos ver que Dios es tan santo que los querubines vuelan sobre su cabeza cantando “santo, santo, santo” y deben cubrirse sus rostros por la magnifiscencia de Dios:

“Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.” Isaías 6: 2-3

Es por esta razón que Dios necesita que nosotros seamos justificados para poder relacionarse con nosotros (Levítico 11: 44; Habacuc 1: 13):

“Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti.Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad.” Salmos 5: 4-5

Entendamos que esa fue la razón del porque Dios sacó de su presencia a Adán y Eva, ya que cuando pecaron, fueron imperfectos y contaminaron sus almas. Por lo tanto Dios no podía tener comunión con ellos (Génesis 3: 22-24). Son nuestros pecados lo que nos han apartado de Dios:

“He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.” Isaías 59: 1-2

Una vez que hemos comprendido que Dios no puede tener relación con el pecado, debemos comprender que el pecado merece la muerte. Si Dios no castiga al pecador, eso iría en contra de su naturaleza, y Dios no puede hacer eso.

“He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.” Ezequiel 18: 4“quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.” Romanos 1: 32

“Los insensatos no estarán delante de tus ojos;
Aborreces a todos los que hacen iniquidad.” Salmos 5: 5

” Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 6: 23

Como pecadores, estamos entonces en contra de Dios y Sus Leyes, y por lo tanto tenemos dos opciones: 1. permanecer en pecado y ser sacados de la presencia de Dios y al final ser juzgados y condenados, ó 2. confiar y seguir a Cristo, quien fue el sustituto perfecto de nuestra muerte, y a través de ese acto nos ha justificado. Cuál camino vamos a seguir? Amén.