Día del Señor 16

40. ¿Por qué tuvo Cristo que llegar hasta la muerte?
Porque la justicia y la verdad de Dios lo demandan. Sólo la muerte del Hijo de Dios podía pagar por nuestro pecado.[1] Gen. 2:17. [2] Rom. 8:3; Phil. 2:8; Heb. 2:9, 14, 15.

41. ¿Por qué fue también sepultado?
Su sepultura testifica que él verdaderamente murió.[1] Is. 53:9; John 19:38-42; Acts 13:29; I Cor. 15:3,4.

42. Siendo que Cristo murió por nosotros ¿Por qué nosotros tenemos que morir nosotros?
Nuestra muerte no paga la deuda de nuestros pecados sino que pone fin a nuestro pecar y es nuestra entrada a la vida eterna.

[1] John 5:24; Phil. 1:21-23; I Thess. 5:9, 10.

43. ¿Qué otro beneficio recibimos del sacrificio y de la muerte de Cristo en la cruz?
Por la muerte de Cristo nuestro viejo hombre está crucificado, muerto y sepultado con El a fin de que los malos deseos de la carne no nos gobiernen más y que antes al contrario, podamos ofrecernos a El en ofrenda de gratitud.

[1] Rom. 6:5-11; Col. 2:11, 12. [2] Rom. 6:12-14. [3] Rom. 12:1; Eph. 5:1, 2.

44. ¿Por qué el Credo Apostólico añade: “Descendió a los infiernos”?
Para asegurarme, en tiempos de crisis y tentación personales que Cristo mi Señor por medio de las indecible angustia, tormentos y terror en el alma, especialmente, en la cruz, pero aun antes de ésta me ha librado de la angustia y el tormento del infierno.

[1] Ps. 18:5, 6; 116:3; Matt. 26:36-46; 27:45, 46; Heb. 5:7-10. [2] Is. 53.