Día del Señor 31
83. ¿Cuáles son las llaves del Reino?
La Predicación del santo Evangelio y la Disciplina Eclesiástica para el arrepentimiento. Ambas, la predicación y la disciplina, abren el reino de los cielos a los creyentes y lo cierran a los incredulos.[1] Matt. 16:19; John 20:21-23.
84. ¿Cómo es que la predicación del Evangelio abre y cierra el Reino de los cielos?
Según el mandato de Cristo: El Reino de los cielos se abre proclamando y públicamente declarando a todos los creyentes y a cada uno en particular, que tan pronto como acepta la promesa del evangelio con verdadera fe, Dios, por causa de lo que Cristo ha hecho, le perdona todos sus pecados. Pero, el Reino de los cielos se cierra proclamando y públicamente declarando a los incrédulos e hipócritas que mientras no se arrepientan la ira de Dios y la condenación eterna permanecen sobre ellos. El juicio de Dios tanto en esta vida como en la venidera, está basado en este testimonio del Evangelio.
[1] Matt. 16:19; John 3:31-36; 20:21-23.
85. ¿Cómo es que el Reino de los cielos se cierra y se abre por la disciplina cristiana?
Según el mandato de Cristo, aquellos que aunque se llamen cristianos, profesan enseñanzas o viven vidas anticristianas y quienes, después de ser repetidamente amonestados en amor rehúsan abandonar sus errores e iniquidades y si además de ser reportados a la iglesia, es decir a los oficiales, fallan igualmente en responder a la amonestación de éstos, Dios mismo les excluye del Reino de Cristo y en consecuencia… los ministros les excluirán del compañerismo cristiano por medio de separarles de los sacramentos tales personas, tras prometer y demostrar genuino arrepentimiento, Son nuevamente recibidas como miembros de Cristo y de su Iglesia.
[1] Matt. 18:15-20; I Cor. 5:3-5; 11-13; II Thess. 3:14, 15. [2] Luke 15:20-24; II Cor. 2:6-11.

